jueves, 19 de junio de 2025

¿CUÁNTOS INMIGRANTES SON DEMASIADOS?

Me ha gustado esta entrevista aparecida en la contraportada de La Vanguardia. Da elementos de juicio, frente a las trincheras en las que vivimos. La firma Lluís Amiguet y dice así: Se trata de Ian Goldin, historiador de la globalización en Oxford.

¿Edad? Me mantengo joven con muchos amigos y poca pantalla. Mis padres judíos huyeron de Austria y yo nací en Sudáfrica, de la que hui hasta que Mandela me nombró director del Banco de Desarrollo de África del Sur: sé qué es emigrar.

Por qué escribir sobre la inmigración? Porque los Homo sapiens existimos porque migramos y nos mezclamos con neandertales y denisovanos, enriqueciendo así nuestra diversidad y capacidad de adaptación.

¿O nos mezclamos o nos extinguimos? Sin mezcla genética no tendríamos la capacidad de tolerar la leche, navegar o vivir en alturas. Y eso como especie: como individuos los emigrantes también han destacado.

¿En qué? La mayoría de los premios Nobel son o provienen de familias inmigrantes, igual que los grandes emprendedores como Elon Musk o Steve Jobs, de padres refugiados sirios.

Si la migración es tan buena, ¿por qué la rechazamos tan a menudo? Es buena, pero debe saber gestionarse. La tendencia tribal teme al extraño, pero la tribu progresa si se abre a la diversidad.

¿Diversidad a costa de identidad? La inmigración es una polinización que al mezclar razas y culturas hace más innovadores y exitosos a los humanos y es la que va a hacer posible que superemos los retos del siglo XXI. Y ahora hablo de mi propia vida...

Su apellido es judío, ¿no? Mis padres huyeron de los pogromos de Lituania y Austria a Sudáfrica, donde nací, estudié económicas y luché contra el Apartheid. Tuve que huir a Europa y Mandela me llamó para dirigir el Banco de Desarrollo de África del Sur. Después enseñé en Oxford.

Entonces sabe qué es inmigrar. A menudo es una tragedia, pero genera beneficios. Los laboratorios más productivos son los más diversos en género, culturas... Como las pymes que fundan los inmigrantes.

La inmigración beneficia al empleador. ¿El empleado no compite con ella? Es cuestión de imagen; o mala imagen y de falsedades. No es cierto que carguen la Seguridad Social con grandes familias: en Occidente, la mayoría de los inmigrantes vienen a trabajar solos y tienden a contribuir más que los locales, porque casi todos trabajan.

¿Por qué sube el voto antiinmigración? La primera causa es que gobiernos y administraciones la gestionan mal y eso hace que la mayoría de los ciudadanos locales sufran y paguen los costes de que aumente la inmigración y no perciban su beneficio.

¿Se te llena el ambulatorio de inmigrantes que solo enriquecen a algunos empresarios? Ves cómo disparan el precio de la vivienda y frenan los sueldos al competir contigo mientras llenan escuelas y hospitales.

Es una buena descripción de ese malestar. Pero la inmigración no es mala: al contrario, genera prosperidad, ese es un problema de mala gestión de impuestos, recursos, servicios... Y esa mala gestión hace que el coste de la inmigración sea más inmediato y evidente que sus beneficios para los locales.

¿Cuántos inmigrantes son demasiados? La inmigración no debe ser ni más numerosa ni rápida de lo que permita a la administración mantener la calidad de servicios para todos: sanidad, educación, transporte... Su ritmo de llegada debe dar tiempo a invertir lo suficiente para mejorarlos y ampliarlos.

¿Y un país con la mitad de inmigrantes? No hay un porcentaje máximo ni mínimo ni ideal de inmigración más allá de los límites que pone su capacidad de gestionarla. Los países del Golfo hoy pueden mantener un 90% de inmigrantes con eficiencia...

¿Cómo? Con un control estricto. Y entre 1850 y 1914 uno de cada cuatro estadounidenses era inmigrante y fue un éxito a largo plazo.

¿Y si nos hacen perder identidad? No sucederá con ese gran pacto social que conduzca al político y la haga gestionable y aceptable, e incluso deseable para todos.

¿En qué consistiría ese pacto? Una sociedad pujante necesita inmigración, pero también controlarla con eficiencia, porque requiere control. Se debe planificar cuántos inmigrantes, qué tipo de inmigrantes y para qué vienen y por cuánto tiempo.

¿Y si no? El descontrol migratorio es lo más fácil de conseguir, pero acaba penalizando a los propios inmigrantes. Y los inmigrantes deben ser estrictos cumplidores de la ley del país de acogida: pagar impuestos y respetar la cultura local y enriquecerla con su diversidad. Solo si lo hacen así tendrán sus derechos.

¿Qué derechos? Pensiones, sanidad, educación... Y hay que diferenciar entre inmigrantes económicos y refugiados políticos: el Reino Unido acepta 12 refugiados por cada 10.000 habitantes.

España tiene África muy cerca. Y la Unión Europea debe ayudarles a no sufrir por ello el descontrol migratorio.

¿Habrá más o menos migraciones? La globalización mueve su eje hacia Asia y las instituciones globales como la ONU son frenadas: las migraciones dependen de esa renacionalización del mundo.

UN PACTO POR LA INMIGRACIÓN. Insistimos, ¿demasiados inmigrantes? La respuesta correcta no es una cifra ni un porcentaje: la inmigración empieza a ser excesiva cuando el país receptor es incapaz de gestionarla sin que degrade los servicios: sanidad, educación, pensiones... de la población local. Si llegan demasiados inmigrantes demasiado rápido y sin control, ellos son los primeros perjudicados y después toda la sociedad, aunque algunos empleadores se hayan beneficiado mientras tanto.

De ahí que necesitemos un gran pacto social por la inmigración que conduzca al político a planificar, acordar, conciliar necesidades, obligaciones y derechos que empiecen por dejar sin ellos al inmigrante que delinque y a dárselos a todos los que contribuyan al bienestar general, que, como demuestra Goldin, en el presente y en la historia han sido mayoría.

2 comentarios:

  1. Euskadi recibe el equivalente al 10% anual de recién nacidos en MENAS (nacen menos de 10.000 niños y recibimos cerca de 1.000 MENAs por año) en los que gastamos miles de euros al mes, algo que no hacemos en los niños que aquí nacen.

    Esto sin contar con los que cientos y miles que están llegando buscando esas ayudas sociales que no existen ni en el resto del Estado ni en el resto de Europa, no con este grado de laxitud.En ningún lugar del mundo existe una paga mensual que en teoría puede ser vitalicia como la RGI para quien no haya contribuido antes.

    Euskadi ha hecho del tercer sector sector, ONGs y fundaciones, la mayoría en manos de gente cercana al PNV, una industria, una industria a la que se subcontrata el dar servicios a MENAs, JENAs, centro tutelados … y esta industria tiene poder de lobby político en Euskadi.

    Euskadi se está suicidando.

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  2. Es una cuestión de IMPUNIDAD. Los dos colectivos que gozan de mayor impunidad en Euskadi son los jovenes Magrebíes y el PNV … Y ambas impunidades están intimamente ligadas …

    Mientras el PNV piensa que puede hacer lo que quiera que seguirán votándole y seguirán en las instituciones no harán nada, nada que no sea aumentar las ayudas y la red de servicios con gente “amiga” proveyéndolos con dinero publico financiándolo aumentando el efecto llamada a Euskadi que ha hecho de Bilbao la capital que más MENAs percibe per capita en la península.

    Mientras los MENAs y JENAs en Euskadi sigan pensando que pueden hacer lo que quieran y recibir ayudas, servicios, vivir en Centros y luego pisos Tutelados más luego RGIs vitalicias, seguirán llamando a sus amigotes en Argelia y Marruecos a que vengan al chollo de Euskadi …

    Esto empezará a cambiar cuando cambiemos su sentido de la impunidad.

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