NO, YO NO HE INVENTADO LA PÓLVORA

Por desgracia, últimamente venimos hablando con cierta asiduidad de trepas, de la falta de honradez, de la mala gestión, de nepotismo, de endogamia y, del enchufismo ya detectado en el famoso “Entzunez Eraiki” elaborado por quién, por aquí, conocemos como el “Gurú de Ataun”, Xabier Barandiaran.

Hoy en día, cualquier crítica conduce a uno al ostracismo y al señalamiento. Quién hace una crítica en público acerca de EAJ-PNV está condenado a ser expedientado y expulsado, en definitiva, purgado para, posteriormente proceder al desprestigio y ser despectivamente tildado como "resentido". Y, lógicamente, vetado y censurado en cualquier publicación o medio afín o controlado por el Partido. 

Por la pinta y los avisos para navegantes del nuevo presidente del Euzkadi Buru Batzar de EAJ-PNV (que lo es con menos del 10% de apoyo interno), estas prácticas antidemocráticas podrían, incluso, acrecentarse. Y es que, en efecto, vivimos unos tiempos en los que la libertad de expresión (en este caso, interna) incluso puede llegar a ser de muchísima peor calidad que la de hace cuatro décadas.

Y para muestra un botón: Les voy a reproducir un artículo de opinión publicado en el Nº 95 de la revista Euzkadi, del 28 de septiembre de 1978, firmado por Guillermo Treku de Echevarria, artículo que, nos consta, en su día estuvo expuesto en algunos batzokis, algo que hoy en día, desgraciadamente, sería impensable. Por eso titulo que no, que yo no he inventado la pólvora. Ya estaba inventada.

Les dejo con su lectura que, a mí, personalmente, además de interesante me parece la de un auténtico jeltzale visionario porque el texto es perfectamente extrapolable 47 años después y, si no, juzguen por ustedes mismos.

                                                                    CAMBIO DE ROSTRO

"En estos tiempos en que nos ha tocado vivir nada nos sorprende, ni siquiera nos llega a turbar. Las cosas más disparatadas y absurdas que hubieran podido parecer a las generaciones que nos precedieron tiene hoy rabia y aceptación en nuestra desquiciada sociedad, plasmándose en realidades lo que hace no muchos años se hubiera considerado totalmente quimérico.

En el siglo XX todo es factible, El escoger a capricho el sexo de la criatura que va a nacer. Cambiarlo en caso de no estar satisfecho del mismo, y si tampoco hemos acertado en nuestra elección, nos queda el último recurso de acudir a un cirujano de plástica para encargarle modifique nuestro rostro. Paradójicamente no siempre para lograr en muchos casos uno más bello y agraciado que el original, sino para elegir uno mucho más feo y desagradable, a la vez que mucho más popular que nos permita abrir las puertas de la fama y el éxito en esta complicada y achuchada vida.

Este sistema de remozamiento facial se está prodigando muchísimo entre esquizofrénicos y mediocres artistas, que para revalorizar el “arte” que nunca llegaron a poseer, piensan que si les moldean un rostro similar a Elvis Presley, Charles Chaplin, John Travolta o Janos Joplin, va a dar el camelo en los escenarios del mundo, cantando y bailando como lo hacían éstos a quienes quieren imitar.

Esta aberración o cretinada es propiciada y alentada por los agentes que se no se resignan a perder a aquellos ídolos desaparecidos por imperativos de esa siniestra e inoportuna señora llamada Muerte, y quieren reencarnarlos en los cuerpos de unas medianas de actores que se aprestan a perder su propia y escasa personalidad con el único fin de triunfar por el simple hecho de recordar por su parecido físico a aquellos que fueron o son grandes artistas.

Desgraciadamente para ellos, pocas veces lo consiguen, pues sería necesario trasplantarles también: la voz, las piernas y, sobre todo, algo que hoy por hoy es todavía utópico: EL TALENTO.

Esta exposición me proporciona el suficiente argumento para pensar y meditar sobre los “trasplantes políticos” que se vienen produciendo alegremente y con escénica reiteración por nuestros lares. Quiero dejar bien sentado que no refiero en este caso a sus facciones humanas, sino a aquellos que, echándole valor y buena dosis de cara cementada, desde hace un par de años van cambiando de rostro camaleónicamente sin recurrir para nada al bisturí.

Y es que los oportunistas surgen por generación espontánea, intentando y consiguiendo afiliarse a partidos políticos con los cuales nunca tuvieron ninguna afinidad ni afectividad, a los cuales incluso combatieron ideológicamente con saña, desprecio y resentimiento. Sin embargo, ahora, viendo el potencial, audiencia y buena imagen con la que cuentan los mismos, intentan medrar y escalar cotas apetitosas, que les sirva de trampolín a sus intereses exclusivamente particulares.

Quiero desde el EUZKADI enviar una llamada de atención a las juntas municipales para que controlen y maticen concienzudamente las nuevas afiliaciones que les presentan para su aprobación, para evitar casos lamentabilísimos que desgraciadamente se están produciendo. Algunos de ellos están teniendo bastante resonancia, ya que no ese trata de convencimientos o arrepentimientos tardíos, sino infiltraciones programadas por coaliciones políticas para situar a alguno de sus elementos en puestos importantes del PARTIDO NACIONALISTA VASCO. ¡Atención, Burukides! tener la precaución de serrar los peldaños de la escalera para evitar ascensiones improcedentes de estos “caras" con rostros trasplantados.

Bilbao, a 28 de septiembre del 1978.

GUILLERMO TREKU de ECHEVARRIA"

¡¡¡Curioso eh!!! Ahí lo dejo. Evidentemente yo no conocí a este alderdikide (que, hoy en día casi rondaría los 100 años), pero quiénes le conocieron deben opinar de una forma muy similar. De hecho, firmaría debajo de ese artículo pero, cuando lo escribió, yo tenía 11 años, aunque ya andaba llevando el balde de la cola y la escoba para pegar carteles.

Espero que haya sido de su interés.