La reciente condena al fiscal general del Estado ha generado una convulsión política, mediática y jurídica que, si bien afecta al corazón institucional del Estado, no debería sorprender a ningún jurista mínimamente objetivo e intelectualmente honesto.
El caso se ha presentado como una supuesta persecución política contra el núcleo duro del sanchismo, pero una mirada más rigurosa revela una realidad mucho más compleja y, sobre todo, incómoda para quienes durante años han cerrado los ojos ante prácticas similares cuando las víctimas eran otras: el independentismo catalán y quienes lo defendían. Hoy, cuando las tornas han girado, quienes callaron o aplaudieron la represión descubren súbitamente los peligros de una maquinaria que nunca dejaron de alimentar.
Existe una diferencia fundamental entre la represión sufrida por el independentismo catalán y los procedimientos actuales contra dirigentes socialistas: mientras los primeros fuimos perseguidos por nuestras ideas políticas o nuestro desempeño profesional, los segundos lo son por actos concretos, susceptibles de reproche penal.
El independentismo padeció actuaciones penales, policiales, tributarias y mediáticas basadas en un desacuerdo ideológico con sus objetivos políticos; se construyó un “enemigo” y se legitimó todo lo que fuera útil para neutralizarlo. En cambio, lo que afecta hoy al entorno de Pedro Sánchez no está relacionado con el ejercicio de derechos políticos, sino con graves hechos presuntamente delictivos. Confundir ambos planos es un error histórico y moral.
El relato dominante ha querido situar la represión del independentismo como un fenómeno propio del Gobierno de Mariano Rajoy. Sin embargo, el análisis jurídico, procesal, estadístico y mediático de los últimos años demuestra que fue bajo el Gobierno de Pedro Sánchez cuando el aparato represivo adoptó formas más sofisticadas, más perversas, más invisibles y, sobre todo, más sistemáticas.
La cooperación entre determinadas fiscalías, unidades policiales, aparatos tributarios y medios afines generó una maquinaria muy eficaz para erosionar derechos fundamentales sin generar grandes escándalos públicos. Álvaro García Ortiz no fue ajeno a ese funcionamiento: lo dirigió, lo avaló y lo potenció. Su condena no es una anomalía; es la consecuencia natural de un sistema que él mismo ayudó a consolidar.
Desde un punto estrictamente técnico, la condena del fiscal general no es sorprendente. Las pruebas indiciarias practicadas durante el juicio oral permiten reconstruir con claridad la dinámica comisiva de la revelación de información reservada. El debate no gira en torno a si los periodistas tenían una fuente —un extremo que forma parte de la lógica del periodismo de investigación que no debe confundirse con el periodismo de filtraciones—, sino a si García Ortiz intervino en una cadena de revelaciones prohibidas por la ley. Y los indicios, concatenados y razonados conforme a la jurisprudencia más consolidada, permiten sostener sin demasiada dificultad la autoría de esos hechos.
Que la fuente periodística siga protegida, como debe ser, no elimina la responsabilidad de quienes, desde posiciones institucionales, manejan información sensible y están sometidos a estrictos deberes de sigilo —parte del truco mediático ha sido pretender confundir a “la fuente” con el “revelador”. En este caso, el elemento objetivo de la conducta y la conexión indiciaria entre el cargo y la filtración configuran un escenario que ningún jurista honesto puede calificar de sorpresivo.
Lo que resulta llamativo no es la condena, sino el olvido colectivo de que Álvaro García Ortiz ha sido, durante años, uno de los brazos ejecutores de la política represiva contra el independentismo catalán. Su trayectoria al frente de la Fiscalía General y, antes, como número dos, se caracteriza por una participación activa en estrategias dirigidas a erosionar derechos fundamentales mediante filtraciones, querellas selectivas, operaciones mediáticas y una visión patrimonialista de la Fiscalía.
La sentencia aún no se ha hecho pública, y, por tanto, su contenido deberá ser analizado con rigor cuando se conozca. Sin embargo, resulta evidente que la maquinaria mediática afín al Gobierno de Pedro Sánchez ha activado ya una estrategia de deslegitimación preventiva. Da igual cuál sea el contenido exacto de la sentencia: la reacción política y narrativa estaba preconfigurada.
El mismo ecosistema mediático que durante años respaldó sin fisuras actuaciones ilegales contra el independentismo, ahora se erige en defensor apasionado de una injustificable versión de lo que debe entenderse por Estado de derecho. La contradicción es evidente: quienes antes justificaban cualquier desviación del poder punitivo porque afectaba al “enemigo”, hoy denuncian golpismo cuando las decisiones judiciales afectan a uno de los suyos.
El escándalo no es la condena: es la incapacidad de quienes hoy claman contra la supuesta persecución para reconocer que los mecanismos que ahora los golpean fueron denunciados durante años por los sectores que ellos mismos estigmatizaron. Muchos juristas, activistas y defensores de derechos fundamentales señalamos, una y otra vez, que la arquitectura represiva del Estado español operaba al margen del control judicial efectivo, con una connivencia inquietante entre aparatos policiales, fiscales, tributarios y mediáticos.
Frente a esas denuncias, la respuesta fue el silencio cómplice. Hoy, cuando las víctimas ya no son independentistas ni su entorno, sino figuras centrales del espacio político que alimentó ese silencio y utilizó los recursos públicos para reprimir, se rasgan las vestiduras y hablan de persecución, lawfare o activismo judicial. Pero la realidad es más simple: están descubriendo que el poder sin controles siempre termina pasando factura.
En todo caso, no debemos perder de vista que el verdadero detonante de la actual crisis institucional no es la sentencia —que aún no la conocemos—, sino la promulgación de la ley de amnistía. Esta norma ha tensionado el sistema hasta extremos insospechados porque ha puesto en evidencia las contradicciones acumuladas durante años y ha obligado a un sector del poder a posicionarse en un escenario de pérdida de control.
La reacción no ha sido hacia una regeneración institucional, sino hacia una implosión caótica que reproduce la polarización izquierda-derecha como si de un cortafuegos se tratara. Y en medio de ese caos, parte del independentismo ha salido en defensa de García Ortiz, uno de sus principales represores, como si la identidad política del perseguido configurase por sí misma su inocencia jurídica. La paradoja es difícil de justificar: defender a quien construyó parte esencial del aparato que te perseguía es un error que confunde adversario ocasional con aliado estructural.
Podrá gustarnos más o menos la sentencia del Tribunal Supremo y será legítimo discutirla cuando se publique. Pero lo que no puede aceptarse es la amnesia selectiva respecto de la actuación del propio Álvaro García Ortiz durante los años de Gobierno de Pedro Sánchez. Fue protagonista de filtraciones, estrategias de desgaste contra adversarios políticos, uso perverso de los instrumentos de control tributario y dinámicas institucionales que hoy él mismo padece.
Por eso, la cuestión central no es la suerte procesal de García Ortiz, sino el sistema que él contribuyó a consolidar: un sistema que utilizó la información sensible —personal, privada, tributaria— como arma, la Fiscalía como instrumento político y los medios como altavoces de filtraciones que nunca debieron producirse.
La condena a García Ortiz no es un rayo caído en cielo sereno: es el retorno inevitable de prácticas que durante años muchos denunciamos sin ser escuchados. La progresía española, hoy escandalizada, está simplemente enfrentándose a una realidad que contribuyó a normalizar. Y la lección es evidente: un Estado que permite la erosión de derechos fundamentales contra un colectivo político termina aplicando las mismas armas contra sus propios defensores cuando cambian las circunstancias.
En definitiva, la condena a García Ortiz no deja margen para la duda: su culpabilidad es evidente a la luz de las pruebas practicadas. Pero ese no es el auténtico desafío que enfrenta hoy el Estado español. Lo verdaderamente relevante es si esta situación servirá —o no— como detonante para la regeneración democrática tantas veces anunciada y siempre pospuesta. Y conviene decirlo con claridad: el Gobierno de Pedro Sánchez no está en condiciones de liderar ese proceso porque ha sido parte activa del deterioro institucional que ahora dice lamentar. La regeneración democrática solo será posible mediante un pacto amplio, serio y estructural entre todas las fuerzas políticas que estén dispuestas a transformar la actual formalidad democrática —que funciona más como un decorado que como una garantía efectiva de derechos— en una democracia sin adjetivos, exigente consigo misma y respetuosa con todos.
Para alcanzar ese horizonte es indispensable empezar por regenerar al propio partido en el Gobierno, atrapado en dinámicas internas más propias de una secta que de un partido político y que lo incapacitan para impulsar cambios profundos. Tampoco es sano para ninguna democracia que no existan alternativas ideológicas reales ni que la ausencia de alternancia en el poder se convierta en una forma de normatividad política que erosiona los contrapesos y asfixia la cultura democrática. Si esta crisis sirve para abrir un nuevo ciclo, será un paso adelante; si solo conduce a reacomodos superficiales, España seguirá atrapada en el mismo bucle de decadencia institucional que tantos han contribuido a construir.
NOTAS DEL EDITOR:
Lo que le ha pasado a García Ortíz es que pensaba que lo que hizo con los catalanes se lo podría hacer al novio de Ayuso. Y ahí ha pinchado.
Es lo que le pasó a Garzón cuando hizo lo que hizo a los abogados del PP, y lo que les hacía a los abogados de Gestoras Pro-Amnistía. Y, claro, era ilegal. El muy sinvergüenza estuvo en la manifestación convocada en apoyo de García Ortíz al lado de su pareja, Lola Delgado.
Por todo lo expuesto por Boye, y tras esta breve reflexión, llegamos a la conclusión de que el fiscal general del Estado bien condenado está.
En 2018, García Ortiz no era Fiscal General del Estado. Lo es desde 2022 y el juicio al proceso fue en 2019. Y Gonzalo Boye tiene su historia… preciosa, por cierto .
ResponderEliminarDiscrepo totalmente con el artículo y con su autor.
Sí, claro, pero la entonces fiscal general, Dolores Delgado (la novia de Baltasar Garzón), le nombró fiscal-jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado y, en 2018, también era miembro del Consejo Fiscal.
EliminarAsí ordenaba directamente la ejecución de instrucciones a la Fiscalía desde el principio hasta el final de la causa conocida como la de "El Procés". Coincido con Landa: Bien condenado está.
Que el procés iba a acabar como el rosario de la aurora lo sabían hasta ellos. Prueba de que Puigdemon se escapó como un cobarde en un maletero. Que el juicio fue una pamema, también, liderada por Marchena, Pérez de los Cobos y con la connivencia del PP que “ controla la sala segunda del supremo por detrás “.
EliminarYo no estoy de acuerdo en eso de que “ pensaba que lo que le hizo a los catalanes se lo podría hacer a Ayuso”. El novio cometió fraude fiscal de más de 120.000 euros y eso lleva directamente, sí o sí, a la fiscalía. Automáticamente, así que no sé qué le iba a hacer a Ayuso. Y discrepo con eso de “hacérselo a los catalanes” , creo que el que se la hizo y mintió primero a los catalanes fue PUigdemon, Junqueras y cía que sabían que la declaración de independencia ( de segundos, por cierto) no iba a ir ningún lado, igual que el poner las urnas. Y no, con esto no quiero decir que esté de acuerdo ni con el resultado del juicio ni con la represión que sufrieron, pero tampoco con la condena al FGE que, como se ha visto, estaba escrita de antemano.
Es mentira Que Puigdemont saliera en un maletero pero, nada, adelante y a seguir comprando el marco del nacionalismo española PSOE-PP.
EliminarNo claro, salió por el Prat.
EliminarSalió en el asiento de un coche, no en el maletero, es falso lo del maletero pero nada, sigue dando a la matraca.......
EliminarLa primera en un maletero ayudado por un mosso de escuadra ( Lluis Escolá) por la ap-7 a Francia. La segunda, ayudado por Turull, está vez sí, en un coche.
EliminarY daré la matraca lo que considere
La segunda en un honda blanco para ser más exactos
EliminarVuelves a mentir, lo del maletero es falso pero ya sabes eso de que cuando un tonto coge un camino, el camino se acaba pero el tonto sigue.....adelante.
EliminarQue sí, que lo que tú digas. Y lo de tonto se lo dices a tu familia, que yo no te he faltado para nada. Y mira que lo pienso.
EliminarDa lo mismo que se fuera en un maletero o en el techo del coche. El caso es que se largó y dejó a los demás en la estacada con el problema que él había creado.
EliminarEl presidente Puigdemont está exiliado por hechos que en un país democrático no deberían ser delito. Pero algunos prefieren comprar el relato del CNI. Mala conciencia supongo.
EliminarTodos sabíamos, él incluido, que no era legal. Que debiera serlo? Sí. Que lo era? No. Se lo advirtió Urkullu y medio mundo. No hay que confundir lo que que quisiéramos que dijera la ley con lo que dice. Eso no es mala conciencia, es ser realista y no montarse películas.
EliminarCobarde es entregarse sl enemigo docilmente esperando su indulto a cambio de renunciar a lo tuyo. Eso es cobardía.
EliminarDignidad es asumir las decisiones y no dejar que los demás lo hagan por tí. Si ha tenido huevos de tirar para adelante con el procés, que tenga los huevos que ha tenido Junqueras y no se haga un emérito en Waterloo.
EliminarDe cobardes es tener la responsabilidad de una decisión, tomarla y salir por patas para que otros paguen por tí creyendo que eres mejor que nadie
EliminarPeluquín incluido
EliminarJjunqueras fue un cobarde, indultado previo escrito pidiendo perdón en la sexta. Entregado docilmente al enemigo español.
EliminarUn cobardía.
Puigdemont puso en evidencia a la justicia española en Europa, humilló internacionalmente al enemigo. Junquera lloriqueo su indulto.
EliminarCoincido con el anterior comentario en lo que respecta a gonzalo boye. Vaya historia tiene el sr boyero!!!! Y no precisamente ejemplar.
ResponderEliminarMi solidaridad con García Ortiz
Pues si es una gran histora la de Gonzalo Boye, magnifico abogado y mejor persona que se gana la vida defendiendo causas justas, no como algunos
EliminarLa tienes e Filmin.
Eliminarhttps://m.filmaffinity.com/es/film919481.html
Perdón boye.
ResponderEliminarMe dan una pena todos! La política manda en la justicia. No hay separación de poderes y, además, siempre ha sido conservadora porque los actuales jueces lo son porque son familias ( eran), de posibles
ResponderEliminarLo del Honorable Puyol es una muestra más. Se ha retrasado pensando que por la edad o habría fallecido o sería incapaz.
EliminarHabrá que dar las gracias a los catalanes de Junts por votar con PP y VOX. Y cuando en breve gobiernen ambos, a los valientes independentistas que quedan catalanes les darán todo lo que pidan. Estrategia que no les puede fallar. Cataluña sólo se preocupa de sí misma, pero es que encima no aciertan nunca. Simepre eran el prototipo del seny, del sentido común y de la elegancia mientras que los vascos éramos brutos y malos. Y en su momento los del seny votaron a CIUDADANOS masivamente. No obstante estoy de acuerdo con el argumento principal. El manejo sucio de la justicia siempre ha existido.
ResponderEliminarJunts engañó a todos con la farsa que hizo con el process. No tenían ninguna posibilidad, cosa que entendió perfectamente nuestro último Lehendakari de verdad, que fue Ibarretxe. Ibarretxe fue apartado al ostracismo por intentarlo a las buenas ( solo por proponerlo) en su casa, y los otros, han mareado a todo el mundo con una amnistía que se la metía yo por algún orificio.
EliminarYa, ya , los Junts unos juramentados y nosotros unos pagafantas . Menos mal que el trile de Sanchez era una ventana de oportunidad.
EliminarEuskadi no puede permitirse " amigos " como Sanchez y su fiscal . Para nosotros Marlaska , Garzon o Garcia Ortiz son la misma calaña.
Esos y los otros. De Madrid no van a soltar la cadena
EliminarA Ayuso nadie le ha hecho nada, sólo su novio que ha falsificado facturas y lo hizo por propia voluntad.
ResponderEliminarEstupendo analisis y conclusion de Gonzalo Boye, mi solidaridad con Gonzalo y todos los procesados por el proces y los perseguidos por Baltasar Garzon.
ResponderEliminar+ 1000
EliminarLa mía con todos excepto con Puigdemon. Que es el emérito catalán, vive a cuerpo de rey en Waterloo pagado por no se sabe quién.
ResponderEliminarAnónimo de las 7,37 entre los que tu llamas perseguidos por el juez Garzón, esta pinochet y algunos etarrás...también para ellos, tu solidaridad. ? ..bueno por lo menos eres coherente. Uno y otros asesinaron.,
ResponderEliminarNo viene a cuento este análisis tan parcial cuando la caspa del TS es tan evidente.
ResponderEliminarA algunos de aquí veo que les gusta más la historia de los franquistas camuflados en el partido y con mando en plaza . Baajj que asco dais
ResponderEliminarComienza la temporada de cambio de chaquetas.
ResponderEliminarPedro Sánchez Esteban Feijo Urkullu Pradales… a los políticos si les quitas la mentira no queda nada. Que les den
ResponderEliminarLo que no sé es esa querencia por los catalanes que nunca se acuerdan de nosotros. Bastante tenemos con los nuestro para dorar la píldora a quien, si ha podido, te ha jodido cada vez que puede. Y la fiscalía siempre estará en contra nuestra, como la sala x , y el tribunal de una constitución que no queríamos ( yo ahora tampoco pero visto a Esteban, Pradales y cía es lo que parece)
ResponderEliminarLa justicia española no es tanto (aunque a veces se pueda escorar a un lado o a otro) de derechas o izquierdas como ESPAÑOLA.
ResponderEliminarComo lo son PSOE, Podemos, Sumar o PP.
Y que aquellos que somo abertzales y miembros (o eso creemos algunos) de otra nación vecina, tomemos parte por un partido u otro, no tanto por cálculo si no por convencimiento, como un Hassan Esteban que parece portavoz del PSOE y primo primero de Sanchez por la pasión que le pone en su defensa (pasión que no muestra por cierto para con los vasquitos que forman su base electoral, pero esto es otro tema) esto, decía es un ERROR.
Un saludo & asteburu ona izan.
Que se joda el PSOE, que se joda Álvaro García Ortiz. Y que se harten de mamar la medicina que han tenido para otros. Que se jodan.
ResponderEliminarESTOY VIENDO LA LLEGADA DEL PRESIDENTE ALEMÁN.NO SE QUE PINTABA ANDER CABALLERO ,COMO SI FUERA EL lEHENDAKARI,RECIBIENDO Y HABLANDO CON EL ALEMÁN. NO SABEN DE PROTOCOLO. DEBERIA HABER SIDO EL lEHENDAKARI PRADALES. ESTE TIPO,ANDER CABALLERO,ME REPUGNA. Y MUCHO Y ES POR TODO EL MAL QUE HA HECHO CARGANDOSE A TODO EL EQUIPO ANTERIOR SIN SER DEL PNV Y CON UNAS ÍNFULAS INDESEABLES. MENUDO TIPEJO.
ResponderEliminarNo sé si sabes pero Tampoco la anterior Secretaria de Acción Exterior era afiliada al
EliminarPNv , ni Jonan Fernández ni otros muchos y muchas del Gobierno Urkullu . No quiero hacer números pero en número de afiliado/as los Gobiernos Urkullu y Pradales andarán a la par
Efectivamente, falta Ezenarro y más, pero se aparta lo válido de casa para poner a gente que es, en ocasiones, más antipnv.
EliminarVoy a permanecer neutral ante asuntos extranjeros. Si acaso, disfrutare de como se matan entre ellos.
ResponderEliminarResulta que la justicia española nos torpedea desde hace decadas y nosotros aqui ocupandonos de una guerra civil entre funcionarios españoles....
ResponderEliminarSi ni siquiera hemos conseguido que al Pais Vasco se le llame Euskadi en los medios, que seguimos siendo una comunidad autónoma más, que cualquier medida incomoda que se adopte en nuestro parlamentillo nos la mandan a tomar por saco con suma facilidad y se acata con mansedumbre, pretender sostener que lo que pasa en el Imperio Espsñol no nos afecta es de una ingenuidad terrible. El PNV se homogeneizó hace mucho y la llamada izquierda abertzale abandonó la independencia en favor de la fusión cultural y social con otras nacionalidades globales y optó por volcarse con el sostenimiento el gobierno socialista, algo que pareció inteligente en su momento. O sea, si vamos a setas, a por setas. Los rolex no los vemos ni de coña.
EliminarNi las setas
EliminarEl de las 11,15 escribe en mayusculas indignado. Acabo de ver las imágenes. Resulta que está la Vicelehendakari Ibone Bengoetxea ,segunda ,despuéss de Pradales y a quien corresponde el saludo,que le hace un saludo protocolario,como debe ,pero va y tras ella y este Ander Caballero que en el ranking no es nadie ,le para al presidente alemán y le suelta una soflama. Me parece que este tipejo como le llama es un tipo que no solo no sabe estar sino es un peligroso egocéntrico. Pero la culpa no es de él,sino de quien le ha puesto ahi. Yo hoy mismo lo cesaba. Ver vosotros la imagen y vereis lo que digo.
ResponderEliminarAnder Caballero es la imagen de su amo: puro ego.
ResponderEliminarUn señorito euskayetano que ha vivido siempre del partido. El y su familia.
No particularmente trabajador tampoco, su equipo está completamente abandonado mientras el vive de dar vueltas y, como Mikel Jauregi, conciliar con su familia. Lo que está muy bien, pero parece que Euskadi esté al servicio de Pradales, Caballero o Jauregi y no al revés.
Votar a estos señoritos de nuevo?????
Acabo de ver las imágenes de la llegada del Pdte alemán a Foronda Protocolo de recepción perfecto y que este Caballero hablando con el Pdte no tiene más explicación que es el en esa línea protocolaria el único que habla en inglés de forma fluida Menos mal que el Lehendakari también habla inglés sino tendría que hacer de traductor Caballero
ResponderEliminarEste Caballero,aunque sepa inglés,no es su papel hablar con el presidente y menos estar ahi si está ya la Vicelehendakari. Y además lo que le haya podido decir en inglés no vale para nada. El ahi,no es nadie,aunque se crea mucho.
ResponderEliminarVeo que le han llevado al alemán al Museo de la Paz en Gernika. Sinceramente es una mierda de Museo. No se como no se les cae la cara de verguenza. Ahi anduvo el historiador Irujo y no hizo nada. Malísimo museo.
Echo en falta el recuerdo a Joseba Elosegi,capitán de gudaris y el de máxima graduación durante el bombardeo Y veo que Gorroño que no se ha visto en una igual y sin merecerleo está de gran anfitrión y le ha ha hecho una faena al superviviente Aperribai con 90 años. Solo ha incluiso a dos amigas. No se puede ser más inhumano con un superviviente que salió siendo un bebé en brazos de su ama. Como si hubiera mil. Solo uno y excluido.
ResponderEliminarPues a mi me parece bien que el rey de España venga a Gernika. Es una manera de pedir perdón. y Bildu como siempre más abertzale que la media haciendo el ridículo. Un poco de por favor.
ResponderEliminarJua, jua qué bueno. El mejor de la temporada.
EliminarCatalanes=Fenicios
ResponderEliminarVamos a tomártelo con un daño colateral de la libertad de expresión.
EliminarLe he visto a Aitor Esteban y a Ansola en un acto con Carlos Torres. Siempre de sarao. No se cuando trabajan. Por eso no pueden recibir a la gente y ni se enteran lo que pasa en el PNV.
ResponderEliminarNo se a que diablos el presidente alemán ha tenido que ir a Ajuria Enea a no ser por el ego de Pradales. Eso ha hecho que todo se retrasara. Y ahi han faltado veteranos que han hecho mucho para que el acto se reallizara. No existen. Todos son meritorios a codazo limpio. Todo hecho por los nuevos abertzales. Yo creo que ni saben que Gernika fue bombardeada.
ResponderEliminarPor qué el Lehendakari es el representante institucional de Euzkadi?
EliminarMuy expresivo de su " no talante " el que dice que se jodan el psoe y García Ortiz..
ResponderEliminarPues sí, lo que le pase al Psoe y a García Ortiz nos debe importar una mier...... . Es salsa rosa política española.
ResponderEliminarSi Gonzalo Boye tiene su historia. La tenéis en Filmin os animo a verla.
ResponderEliminaropto por no contestar al que acaba de decir que lo que le pasa al psoe o al fiscal general,le importa una mierda
ResponderEliminarNo tenéis blog en el PSOE?
EliminarSoy al que le importa una m ...... Vamos a ver ayer se montó el sarao de Gernika , pues bueno la historia se repite . En el 37 el gobierno español ocultó la verdad , gobierno fascista , la semana pasada , asunto Zabalza , el gobierno de Felipe Gonzalez /Barrionuevo, ocultan la verdad . La semana pasada , solicitud levantamiento de la Ley de secretos oficiales, el gobierno de España , socialista, oculta la verdad .
EliminarSi extraemos el comùn denominador , queda que EL GOBIERNO de ESPAŃA oculta siempre la verdad
Ahora sigue interesándote por el pobre fiscal .
Iñaki Gabilondo tiene programa en TVE sobre el español. Es donostiarra ,hijo de gudari pero nada ha hecho nunca por el euskera y encima le encargan dar al boton rojo para iluminar la ciudad en Navidad . Son un poco tontos estos donostiarras de la Euskadi Berria,no?.
ResponderEliminarMuy tontooossss.....
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