PESADILLA EN EL BATZOKI

Año 2045. Tras el matrimonio entre Isabel Ayuso y Carlos Iturgaiz, el Reino de Castilla y León absorbió de común acuerdo la antigua Comunidad rebelde de los Vascones, a la que la pareja real gobierna con mano de hierro y guante de esparto. Anteriormente el PNV había sufrido unos años de confusión mental durante los cuales, y con el objetivo de modernizar el Partido había tomado duras medidas, asesorado por los que saben de esas cosas, que no salieron todo lo bien que se pensaba.

Transformaron la vieja estructura del partido en un HUB de ideas creativas y tendencias endógenas mediante la subcontratación a asesores externos (y Consultoras no tan desconocidas) de los programas de Gobierno encaminados a la Implantación Global del 6G, la estabilidad de los sillones y la paz mundial, éste último TARGET para rellenar más que nada. Se disolvieron las Juntas Municipales y desaparecieron sus tediosas Asambleas siendo sustituidas por PODCASTS MULTITAREAS en los que participaban elementos ajenos a los órganos del Partido como las Casas Regionales de las diferentes y ricas provincias españolas que aportaban su visión cosmopolita carpetovetónica. 

Tras la fusión voluntaria con Castilla y León por aquello de ensanchar pactos, tuvieron lugar grandes cambios aprobados por el Comité de Inter-sensibilidades de Fusiones Ideológicas, que era una fundación dirigida por C. Tangana y que sustituía a la obsoleta Fundación Sabino Arana cuyos integrantes fueron reeducados en granjas de Murcia sin tapias pero con verjas electrificadas por la energía verde de IBERDROLA BERRIA.

El CONCIERTO ECONÓMICO ,que ya había decaído por falta de afición a la música clásica, se sustituyó por el CUPO INVERSO, es decir que aquí se recaudaba toda la pasta que luego se entregaba en Madrid a la Reina IDA que se quedaba con lo que le daba la gana y devolvía lo que estimaba oportuno para el sostenimiento de la guardiacivil global de la colonia norteña.

EíTB y el GRUPO NOTICIAS se habían cerrado, siendo cubierto su vacío por la información coaxial unidireccional sesgada que se administraba una vez al mes por vía rectal a través de la gestión de VOCENTO, TELE 5 y el CSID, inserción que se aprovechaba para inocular la dosis de recuerdo de la vacuna contra  la variante más moderna del COVID en el momento de la dosis.

SABIN ETXEA era un precioso museo arqueológico del extinto nacionalismo vasco y se le había cambiado el nombre por el de ANTIGÜEDADES SABINO, sucursal del MEMORIAL MELITÓN o "Melitóndromo" de Vitoria (Antes Gasteiz). El Aurresku y la Espatadantza se cambiaron por exhibiciones de reguetón cuando venían los reyes al GUGGENHEIM, a IBERDROLA BERRIA o, simplemente, a tomar cañas de la nueva libertad.

El Athletic Club, que había sido obligado a convertirse en Sociedad Anónima Deportiva y sus propietarios eran antiguos testaferros de SERVINABAR, destacaba en la Tercera División regional con oriundos vascos de orígenes exóticos como Sumatra, Islas Solomon, Antártida Oriental (que ya estaba descongelada), y Vallecas. Estaban entrenados otra vez por Marcelino y su presidenta era una tal Paqui que hizo obligatorio el carnet del Real Madrid para acceder a San Mamés.

Tras la fusión con Castilla y León, el euskera era tolerado en la intimidad de los hogares, las elecciones se hacían a través de la DARK WEB y sólo quedaban por asimilar algunas tribus en extinción como los ARNALDIANOS y los tres militantes de EGI de siempre que tenían ya 60 años y que se habían refugiado en la Selva de Irati.

Y así, tanto en el reino de Isabel y Carlos como en el de la Vasconia redimida, la felicidad era completa hasta que resucitó el JAUNGOIKOA ETA LEGE ZARRA versión 7.0 y empezamos a recobrar lo perdido. A mí me habían re-afiliado y vuelto a expulsar 7 veces en el Batzoki de Indautxu. Pero eso ya es otra historia. 

Poco después me desperté en el suelo empapado en sudor y blandiendo en una mano la lámpara de la mesilla (ya sin la tulipa, que estaba en el pasillo) y, en la otra, una botella de plástico roja de Basque Water de ALZOLA (versión Athletic Club) a la que no le quedaba ni medio trago.

Si a Noé no le pueden hablar de lluvias, tras esta pesadilla, que nadie me hable de taquicardias.