El día anterior a ese 1 de agosto fue, lógicamente, el 31 de julio, San Inazio y, entonces, como se celebraba el Aniversario de EAJ-PNV en su día, y no a expensas de si un presidente del EBB se tiene que ir a tomar el sol a Sancti Petri (Euzcádiz), o si otro presidente EBB y un Lehendakari se tienen que ir a cuadrarse en Boise a los sones del Gernikako Arbola.
Sí. Como suena (y bien que sonó), que yo sepa, el himno nacional vasco es el Euzko Abendaren Ereserkia es el himno oficial de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Es el símbolo acústico más solemne de la Comunidad. Es una melodía popular y anónima que antiguamente se solía interpretar en el comienzo de los bailes como saludo a la bandera. Esta melodía cobró popularidad y repercusión cuando Sabino Arana compuso un texto para dicha melodía creando el Gora ta gora. El primer Gobierno Vasco de 1936 (formado por representantes del PNV, PSOE, PCE, Izquierda Republicana y Unión Republicana) adoptó esta melodía, sin letra, como himno de Euzkadi.
Tras la recuperación de la democracia y la aprobación del Estatuto de Autonomía del País Vasco (1979), el 14 de abril de 1983 el Parlamento Vasco adoptó, con los votos del Partido Nacionalista Vasco y del CDS, y la oposición del PSE-PSOE, Euskadiko Ezkerra y Alianza Popular, esta melodía como himno oficial. Los opuestos a esta medida sí la consideraban partidista y apostaban por la adopción de la canción de José María Iparraguirre, Gernikako Arbola, o por la canción de José María de Gárate, Euzko Gudariak.
El caso es que, hasta que se apruebe otra cosa, Euzko Abendaren Ereserkia es el himno oficial que ha de sonar en cualquier acto oficial del Gobierno vasco. Hasta en Idaho.
Pues va a ser que no. Pradales y su séquito se cuadraron ante el Gernikako Arbola en Boise. Un gol de manual al que ni la corte de asesores, ni la representación de la Diputación Foral de Bizkaia pudieron poner ni un solo reparo, imagino, que por total desconocimiento (que para eso son asesores). De toda esa colección de inútiles asesores, ¿Nadie pudo percatarse de algo tan fácil que, otro inútil como yo puede buscar hasta el la Wikipedia?
Pues va a ser que no. Que andan más a salir en todas las fotos, a la pose y al postureo ,que a estas "nimias cositas". Es el nivel: Dónde no hay mata, no hay patata.
Allí no solo habló el presidente del EBB (como hizo Esteban Bravo el pasado lunes, 28 de julio). Hablaron Uzturre, el Lehendakari Ardanza, Iñigo Urkullu (de EGI). y alguno más.
En los día previos hubo una rueda de prensa, animaron y movilizaron al personal.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues algo tan sencillo que con Uzturre hubo 20.000 personas en el nada a mano Parque de Atracciones de Bilbao mientras que Esteban Bravo llegó a congregar a 200 personas en los bien comunicados Jardines de Albia y, ello, en su primera vez como presidente del EBB.
Y todo parece estar ponderado: Si de sus ficticias "22.000 almas" inscritas en no sé dónde, le ratifica un 9%, ni sus electores internos fueron a escuchar las señales de humo indias en nada menos que en un 130º Aniversario. Un fracaso de convocatoria realizada el día que no correspondía y a la hora que no correspondía porque sus "almas" deben ceñirse a la agenda de alguien que ya tenía programado ir a ver a los descendientes de Toro Sentado. Todo un cuadro.
Ya sé que hablo de hace 40 años. Yo estuve en el Parque de atracciones con 18 años. Muchos de los que hoy están de excursión en Boise (Idaho) a nuestra chepa, y muchas gentes que ha aterrizado por diferentes Juntas Municipales de EAJ-PNV, no tienen ni repajolera idea de lo que era el Parque de Atracciones y, posiblemente, sigan sin tener ni idea de lo que es Euzko Alderdi Jeltzalea.
Por cierto, a uno le pueden expedientar y expulsar del Partido nuevas gentes con otros fines más trepadores que el mío, pero lo que me imagino que les puede llegar a joder (y bastante) es que yo estuve en el Parque de Atracciones y ellos no y, de postre, yo he estado en el Jaialdi en Boise antes de los que abren expedientes estuvieran ni tan siquiera afiliadas o afiliados a EAJ. Ni los que han ido en esa gran comitiva, ni los que se han quedado con las ganas en la cola del overbooking pueden decir lo mismo que digo yo. En cierta forma, se llama pedigrí.