ESCAPISMO DE MANUAL: CORREDOR Y JAUREGI

Lógicamente, no estoy ni formado ni cualificado como para poder opinar de una forma profesional acerca del famoso "apagón". Por eso, les voy a participar de un escrito elaborado por gentes que controlan sobre el asunto:

El mandato de Beatriz Corredor como Presidenta de Redeia (anteriormente Red Eléctrica Española) ha estado marcado por importantes desafíos y escrutinios.

Nombrada en febrero de 2020 tras la victoria electoral del PSOE, su liderazgo ha sido criticado por carecer de experiencia directa en la gestión de operaciones energéticas a gran escala. Su trayectoria profesional ha suscitado preocupaciones sobre su preparación para dirigir una empresa estratégica responsable de la red eléctrica nacional del Estado español.

Un puesto al que llegó aupada por Pedro Sánchez, a quien le une una amistad desde que ambos fueron concejales en el Ayuntamiento de Madrid, en sustitución del también exministro socialista Jordi Sevilla. Un cargo muy preciado por su elevada remuneración, que en el año 2024 fue de 546.000 euros (530.000 correspondieron a retribución fija y 16.000 fueron dietas por su asistencia a las reuniones del consejo). Actualmente, también ostenta la vicepresidencia del patronato del museo Reina Sofía y a lo largo de su trayectoria profesional ha ocupado otros cargos como el de presidenta de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SPES) y el de consejera de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS).

Durante los últimos cinco años, su gestión ha sido cuestionada por su manejo de cuestiones críticas, incluidas las advertencias sobre los riesgos de una excesiva dependencia de las renovables y el reciente apagón que afectó a millones de personas. A continuación, exponemos nada menos que 21 deficiencias alarmantes de liderazgo y gestión observadas durante su nombramiento y mandato:

1. Falta de Experiencia en el sector energético. La trayectoria profesional de Corredor no incluye formación o experiencia especializada en el sector energético, lo que limita su capacidad para abordar eficazmente los desafíos técnicos.

2. Nombramiento político. Su selección fue percibida como motivada políticamente en lugar de basada en méritos o cualificaciones técnicas, socavando la confianza en su liderazgo.

3. Ignorar las advertencias de expertos. A pesar de repetidas advertencias sobre los riesgos de una dependencia excesiva de las renovables, Corredor no implementó medidas para mitigar la inestabilidad de la red.

4. Respuesta retrasada a la crisis. Durante el día del reciente "apagón", su ausencia en la comunicación pública y la falta de explicaciones técnicas agravaron la frustración ciudadana.

5. Inversión insuficiente en la modernización de redes. Redeia ha sido criticada por no priorizar inversiones en infraestructuras de red, creando cuellos de botella que amenazan la transición energética española.

6. Enfoque excesivo en objetivos ideológicos. Su énfasis en alinear las operaciones de Redeia en falsos discursos progres con valores  difícil de asumir  ha sido criticado por eclipsar la gestión práctica de la energía.

7. Falta de experiencia en gestión directa. Los roles previos de Corredor en el ámbito académico y la administración pública no la prepararon para las demandas operativas de dirigir un operador eléctrico a nivel del Estado.

8. Gestión ineficaz de interesados. Su liderazgo ha tenido dificultades para fomentar la colaboración entre sectores públicos y privados, esencial para abordar los desafíos energéticos.

9. Comunicación deficiente en crisis. El "apagón" destacó las brechas en la capacidad de Redeia para comunicarse eficazmente con el público y las partes interesadas durante emergencias.

10. Falta de visión estratégica. Los críticos sostienen que su liderazgo carece de una estrategia clara a largo plazo para garantizar la seguridad y resiliencia energética.

11. Incapacidad para diversificar las fuentes de energía. La dependencia de las renovables sin integrar fuentes estables como la energía nuclear, tras un necesario debate, ha sido un punto de controversia.

12. Negligencia en la planificación de peores escenarios. El reciente "apagón" reveló una falta de preparación ante interrupciones a gran escala, a pesar de las advertencias de expertos.

13. Asignación ineficiente de recursos. Los recursos financieros de Redeia no se han dirigido eficazmente a abordar las necesidades críticas de infraestructura.

14. Mala gestión de activos estratégicos. La gestión de Hispasat, operador de satélites propiedad de Redeia, ha sido criticada por carecer de una dirección y propósito claros.

15. Liderazgo débil en gestión de crisis. El liderazgo de Beatriz Corredor durante el "apagón" no inspiró confianza, ni proporcionó soluciones.

16. Falta de responsabilidad. Su tendencia a culpar a operadores privados ha sido vista como una evasión de la responsabilidad por problemas sistémicos.

17. Compromiso público inadecuado. Los esfuerzos de Redeia por involucrar a los ciudadanos en discusiones sobre políticas energéticas han sido mínimos, limitando la transparencia y confianza.

18. Dependencia excesiva del apoyo político. Su liderazgo ha estado estrechamente vinculado al PSOE, generando preocupaciones sobre su independencia y objetividad.

19. Escasa innovación en soluciones energéticas. Redeia no ha demostrado avances significativos en la adopción de tecnologías avanzadas para mejorar la estabilidad de la red.

20. Incapacidad para abordar cuellos de botella. La falta de inversión en infraestructuras de red ha creado cuellos de botella que dificultan los objetivos energéticos renovables del Estado español.

21. Oportunidades perdidas para la colaboración internacional. Redeia no ha aprovechado efectivamente las asociaciones con países vecinos para fortalecer la seguridad energética.

Conclusión: El liderazgo de Beatriz Corredor en Redeia ha enfrentado importantes desafíos, desde su nombramiento hasta la gestión de cuestiones críticas en los últimos cinco años. Abordar estas deficiencias requiere un cambio hacia un liderazgo basado en méritos, una planificación estratégica y una gestión de crisis proactiva para garantizar que la infraestructura energética del Estado pueda satisfacer las demandas futuras.

Bueno, hasta ahí lo expuesto por personas que disponen de suficientes conocimientos hasta el punto de elaborar un listado con 21 deficiencias observadas. Por mi parte, simplemente puedo decir que nuestro consejero de Industria a tiempo parcial, Mikel Jáuregi, por no estar, al parecer ni estuvo en la primera reunión del LABI pese a estar confirmada su presencia en la convocatoria, tal y como podemos observar en la misma.

Hoy ya es domingo, 2 de mayo y, la verdad, es que el consejero sigue missing. Como se podía leer en los comentarios al artículo de ayer, "A ver qué nos cuenta Mikel Jauregi eso día que vuelva de sus larguísimas oporrak.", o "El 'no show' del Consejerito Mikel Jauregi en Vidrala en una empresa que está pasando las de Caín además fue vergonzoso. Que esta semana, con la que ha caído y los problemas que han padecido tantas empresas vascas con el apagón haya decidido seguir de vacaciones es de exigir su dimisión."

Y no podía faltar los memes el las redes sociales, como éste en el que alguien preguntaba "¿Dónde está Jauregi?" 👇🏻👇🏻👇🏻👇🏻