ODS (OBJETIVOS PARA UN DESASTRE SEGURO)

Dice la página web de la puerta giratoria y sempiterno acomodador Iñigo Iturrate (por “sensibilidad”, director general del Palacio Euskalduna de Bilbao) que han recibido el premio ODS a la Paz por su proyecto Bake Soinuak. Dicen que la gala conmemorativa por el 25º aniversario fue mucho más que cultura: Que fue un altavoz de paz, memoria y compromiso social y que, “a través de la música, el teatro y la palabra, lanzamos un mensaje colectivo por la convivencia y la dignidad de todas las personas”. Termina la "noticia" diciendo que el flamante y sobradamente preparado director general, Iñigo Iturrate Ibarra, recogió el premio. El asunto sería si sabría decir a pelo a qué ODS correspondía la mención. ¿Sabría que era el Objetivo 16º de los 17 en esa ruletita de colores? Lo dejaremos en una más que razonable duda.

Como diría Jack El Destripador, vayamos por partes: De saque, debemos tener en cuenta que Iturrate no sabía ni de lejos lo que era un ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y nunca podría decir, bien por desconocimiento o por interés) quién implantó la formación con el Pacto Mundial y el Global Reporting de Naciones Unidas y la Agenda 20-30. Pero claro, decirlo, significaría reconocer que relevaron a una profesional como la copa de un pino por un personaje sin la menor formación, cualificación ni experiencia (salvo que “sirva” la de monitor de Gaztetxus). Y todo ha sido por hacer favores a los amigos, a esos amigos que han estado toda la vida de lo público y que no saben –ni sabrán- jubilarse e irse con cierta dignidad a sus casas. Y lo que ya resulta sorprendente es que le acomodan en el buque insignia de la cultura en Bizkaia con el cutre argumento de que su mérito radica en “su sensibilidad por la cultura”. Qué quieren que les diga: Me sigue pareciendo una columpiada en toda regla y a la cara de la Ciudadanía,  llevada a su fin sin el menor rubor. Si a mí me hubiese tocado defender semejante dislate, probablemente me hubiese negado, pero claro, estamos hablando de un clan de ésos de que, por interés, hacen lo que les digan y, además, deben ir mega-maquilladas o maquillados para que no se les note el natural sonrojo.

Creo recordar que la anterior gestora del Palacio Euskalduna, además de poder acreditar una demostrada solvencia, llegó a tener problemas para cumplimentar las ODS y tuvo muchas pegas y malas caras. Pero eso, como en otro tipo de concesiones a Iturrate han cambiado el escenario, las reglas, las licencias municipales, las más que opacas concesiones y, ahora, hasta reciben premios de pago (como vemos en la fotografía de portada que, perfectamente, podría titularse “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”).

Y es que resulta flipante la desfachatez pero por aquello de que "donde no hay mata no hay patata", no han percibido (o no quieren percibir) que el nombramiento trifásico de Iturrate no solo produce un manifiesto rechazo interno entre no pocas y pocos alderdikides de EAJ-PNV, sino que, también, ya es percibido por ciudadanas y ciudadanas más allá de las paredes de Sabin Etxea o de las de un Batzoki concreto. Sí: Hablo de electoras y electores externos al Partido. 

Pero si es alucinante la gestión de la Cultura en la Diputación Foral de Bizkaia, ya de paso, hacemos un aparte con la del propio Gobierno vasco, un Gobierno que, cuando no sabe por dónde tirar, encarga “planes” a terceros. Del consejero a tiempo parcial, Mikel Jauregi, hemos hablado muchas veces. Le hacen consejero de Industria por ser kolegi de Pradales y, nada más acceder al cargo, dice que va a encargar un Plan Industrial a un año vista.

Pero, al parecer, en Cultura andamos parecido. Así, la responsable del ramo (y vice lehendakari), Ibone Bengoetxea, no ha tenido mejor ocurrencia que encargar a una empresa MADRLEÑA el proyecto de la Ley del Sistema Cultural de Euskadi. Lógicamente, con 80.000 euritos por delante. Yo reconozco que ya me he perdido: ¿No hay ninguna empresa vasca que pueda hacer el “Informe Inicial”, el “Diagnóstico de la Situación”, la “Propuesta Final del Proyecto de Ley” y, ¿la “Asistencia en su Tramitación”?

Un nuevo insulto a la inteligencia del Cuerpo Electoral vasco porque, si no lo han leído bien, les pantalleo lo que hoy publica GARA (algo que, evidentemente, no lo iba a hacer El Correo Español, ni su segundón, DEIA). Pero sí: La Ley del Sistema Cultural vasco la va a hacer un despacho profesional español: En concreto, el madrileño Gabeiras y Asociados, SLP.

¿De locos, no? ¿De dónde sacan a estas gentes? Un consejero de Industria que tiene que encargar un Plan de Industria, una consejera de Cultura (y vice lehendakari) que tiene que encargar un informe sobre el Sistema Cultural de Euskadi, una responsable de las Euskal Etxeak (Colectividad de Centros Vascos en la Diáspora) sin vínculo ni conocimiento sobre ellas, pero, al parecer debe a ser un cargo al que se accede porque tu marido se preste a reunirse con una persona en Mundaka y meterse un micro entre el Lacoste y los gayumbos.

¿Cuál va a ser la próxima? ¿Encargar un nuevo himno vasco a Melody? Tampoco me extrañaría, ya que el primero de los citados es un reconocido “Eurofán” y el sueño del “animador sociocultural", tal y como declaró, sería traer algún evento relacionado con la cutrez de Eurovisión al Palacio Euskalduna. ¿Y que no se pudiesen exhibir ikurriñas? Pues no pasaría nada... ¡Qué más da que una bandera “filo terrorista” no pudiera mostrarse en Bilbao! Lo importante es lo importante y, en tal caso, lo más importante sería el brilli-brilli.

Lo dicho. El jaleo ya no es que yo “aluflipe” (mezcla kalimotxera entre alucine y flipe). El problema va a ser cuando nos pongan una urna delante, una urna de las de verdad... con garantías, censo, y actas con resultados. Seguro que algunas y algunos fliparían más que yo cuando les enseñasen los escrutinios y, con ellos, la puerta de salida en dirección a sus respectivos domicilios.

Perfectamente sé que podría ser un serio trauma para muchas familias pero, quienes rigen los designios de Sabin Etxea (y los de Ajuria Enea) parece que han optado "tirar" por ese camino.