domingo, 6 de julio de 2025

"COSICAS" QUE PASAN EN NAFARROA (3ª PARTE) ¿QUÉ ES ALEGURE?

No es ninguna maldad lo de este primer plano (la foto es del mismísimo DEIA cuando anunciaban en el mes de mayo de 2020 que Alzaga iba a presidir, también, Nortegas).

Alegure nace en agosto de 2017. Un mes después que el Gobierno de Navarra anuncie la construcción del colegio de Arbizu.

Pero lo que se crea es una empresa fantasma: sin empleados, y sin facturación hasta el pelotazo de ArbizuNo hacen falta audios de Koldo para evidenciar la sinuosa urdimbre de la caza de este contrato. Y la decisiva complacencia del Gobierno de Uxue Barkos.

Aceptó y fichó una empresa que incumplía sus requisitos de solvencia económica. El licitador “deberá declarar en al menos dos ejercicios una cuantía global anual, igual o superior al presupuesto de licitación, es decir a 2.887.462,55 euros, IVA excluido. En caso de participaciones conjuntas la solvencia económica y financiera podrá ser justificada indistintamente por cualquiera de las empresas que concurren conjuntamente, así como de forma acumulativa entre los integrantes de dicha participación”. Convengamos en que supone abrir la puerta a un posible fraude pedir solvencia y aceptar que un socio de una UTE no lo sea.

Tampoco cumplía la solvencia técnica exigida por el gobierno de Barkos: “El requisito mínimo es la ejecución de una obra de edificación terminada de un importe mínimo de 1.500.000 euros, IVA excluido. Relación del personal propio del licitador que se adscribe a la obra, indicando qué profesionales van a ser los responsables de cada función. En esta relación obligatoriamente figurarán como mínimo: Jefe de Obra, Encargado de Obra, Responsable de Seguridad y Salud, Responsable de Calidad, y el Responsable de Instalaciones”.

La firma de Alonso y Alzaga no tenía mano de obra cualificada, ni no cualificada. Sencillamente, Alegure tenía cero personalY aquí el pliego no permitía delegarla en el socio. Alegure no había hecho una obra en su vida. Ni poseía solvencia ni experiencia. En 2017 tuvo cero ingresos y en 2018 los 2.200 euros señalados. Y ésta es la firma que escoge el editor vasco Iñaki Alzaga para hacerse accionista y Acciona para concurrir en UTE a un contrato de 3,1 millones.

Hay medios que aseveran que Alzaga es un editor que realiza vídeos para el Gobierno vasco como el 112 o la Ertzaintza, posee productoras de televisión, negocios de publicidad exterior, sociedades inversoras y ha asumido cargos en firmas estratégicas como Euskaltel y NortegasIncluso tiene vínculos con empresas que han facturado producciones a Radio Televisión Española (RTVE). Alguna con coste récord.

Su relación societaria con "el guiputxi" (Antxon Alonso) es tan estridente como la de Cerdán. Y extiende las sospechas del terreno del PSOE al del PNV. Quede bien claro que aquí no son socios políticos, sino de negocios. Sus empresarios afines comparten contratos dudosos. Comparten trama.

Y mañana, más.
Asteburu On! 

sábado, 5 de julio de 2025

"COSICAS" QUE PASAN EN NAFARROA (2ª PARTE)

Comentábamos ayer como u
n editor vinculado al PNV se alió con el presunto socio de Cerdán en Nafarroa. Iñaki Alzaga y Antxon Alonso lograron 3,1 millones de Uxue Barkos con una firma sin empleados que facturaba 2.200 euros al año, que incumplía los requisitos de solvencia económica y técnica.

Según expone, entre otras fuentes, el periodista Francisco Mercado, el empresario Antxon Alonso mantuvo cuatro reuniones con el Gobierno navarro poco después de constituirse en 2023. Fue como representante de Acciona y de Forestalia, no de Servinabar 2000, y estuvo con el vicepresidente socialista Félix Taberna y con José María Aierdi, de Geroa Bai.

En septiembre de 2023, muy pocos días después de que a mediados de agosto se constituyera después de una procelosa negociación entre el PSN, Geroa Bai y Contigo/Zurekin el nuevo Gobierno de la socialista María Chivite, el segundo, el empresario guipuzcoano residente en Bizkaia Antxon Alonso, ahora investigado por corrupción en la trama de Santos Cerdán y Koldo García, se reunió hasta cuatro veces con miembros del nuevo Ejecutivo. Los encuentros tuvieron lugar los días 6, 13, 20 y 29 de septiembre y Alonso no acudía en nombre de Servinabar 2000, su empresa aparentemente compartida con Cerdán, o su 'alter ego' Alegure, donde está asociado con Iñaki Alzaga, sino “como representante de Acciona”.

Estos datos constan en peticiones de información que hizo la principal fuerza de la oposición en Navarra, UPN, al Gobierno de Chivite hace justamente un año, en junio de 2024. En concreto, el consejero de Medio Ambiente, José María Aierdi, de la parte de Geroa Bai (una coalición del PNV con Socialverdes), estuvo dos semanas consecutivas con Alonso para tratar sobre Mina Muga, una explotación minera impulsada por Geoalcali, Acciona, Servinabar 2000 o Noran Coop (otra firma compartida por Alonso con García) entre Nafarroa y Aragón y que, según la UCO, fue el primero de los negocios de esta presunta red corrupta. Fuentes de ese proyecto han indicado que Alonso estaba contratado allí como “engrasador”.

El 20 de septiembre se celebró en el Baluarte, un palacio de congresos del centro de Pamplona, un congreso llamado Edifica. Acciona era el “patrocinador” del evento y se organizó una comida. Además de otros empresarios próximos, estuvieron Aierdi y el vicepresidente socialista Félix Taberna, así como un alto cargo del Ministerio que fue de José Luis Ábalos hasta 2021. Unos días después, el 29 de septiembre, Taberna recibió a Alonso en su despacho para, “a petición del señor Alonso, intercambiar reflexiones en el contexto del nuevo Gobierno conformado en la comunidad foral”.

Significativamente, se produjo otra reunión el 6 de noviembre. En este caso se sentaron representantes de Forestalia con los consejeros Taberna y Aierdi, no de Acciona. La información facilitada por el Gobierno a UPN sitúa a Alonso como representante también de Forestalia en un proyecto de líneas de alta tensión que cruzaba Nafarroa pero que iba desde Bizkaia hasta Zaragoza pasando por Álava-Araba también.

Antes, en la legislatura 2019/2023, Alonso estuvo cuatro veces con la presidenta Chivite. En el ejercicio habitual de sus funciones y dentro de la normal relación con personas vinculadas a proyectos empresariales de especial relevancia para la comunidad foral, la presidenta recibió al señor Alonso Egurrola el 24 de julio y el 20 de octubre de 2020 y el 21 de abril y el 17 de septiembre de 2021. Estos encuentros, a iniciativa del señor Alonso, trataron sobre las obras de reforma efectuadas en el Archivo del Palacio de Navarra y el proyecto constructivo de Mina Muga en Sangüesa, indica la información oficial facilitada por el Ejecutivo.

En el pasado, hay también fotografías de Alonso con su socio Alzaga, presidente del Grupo Noticias, en eventos públicos en los que también asistían Aierdi, su mano derecha, Ana Bretaña, Isabel Elizalde o Manu Ayerdi, todos ellos de Geroa Bai. Alonso ha sido citado ya a declarar como imputado en la causa. Comparecerá el 7 de julio, día grande en Pamplona por ser la festividad de San Fermín.

Servinabar 2000, en UTE con Acciona, ha recibido seis adjudicaciones en Nafarroa. Alegure, también con Acciona, ha logrado una séptima, un centro escolar (del que hablábamos ayer). El valor total supera los 100 millones de euros con IVA y la más relevante es la de los túneles de Belate. Todo ello está siendo revisado, según ha explicado la presidenta Chivite.

Alonso difundió este jueves un comunicado en el que rechaza ser socio de Cerdán en Servinabar 2000. En su casa de Elorrio, además de más de 16.000 euros en efectivo, tenía un documento privado firmado con el exdirigente del PSOE por el que éste pasaría a controlar el 45% de la mercantil. Él alega que nunca fue elevado a escritura pública.

En otra nota, Servinabar 2000 responde a Acciona, que rescindió sus acuerdos con esta compañía a la luz de las revelaciones de la investigación. Asegura la empresa de Alonso que “no concurre ningún motivo legal” para ello. “De hecho, a quien se está investigando por haber entregado supuestamente dinero para adjudicarse obras públicas es precisamente a Acciona”, lanza esta firma que llegó a compartir edificio con Acciona hasta que se mudó al centro de Iruñea de la que también actuaba Alonso como representante ante el Gobierno navarro.

En resumidas cuentas, Servinabar 2000, la empresa de Santos Cerdán y Antxon Alonso, se llevó 8,6 millones en contratos de Nafarroa. Actualmente, solamente está “en ejecución” una de las contrataciones con el Ejecutivo foral, si bien el mismo día de los registros (10 de junio) recibió una nueva adjudicación. Se refiere Servinabar 2000 a los túneles de Belate. Cree que “no ha sido puesta en duda” por la UCO y que, antes, otros órganos de control concluyeron que “fue conforme a la legalidad” el controvertido proceso de formalización del contrato, que incluyó votos particulares de tres de los ocho miembros de la Mesa.

Volviendo con Iñaki Alzaga (y, de paso con
su director en Iruñea, Joseba Santamaría), el Grupo Noticias debe responder inmediatamente a estas informaciones (en la fotografía, página completa del ABC-Vocento) para defender su reputación, frente a las actuaciones del presidente de su Consejo de Administración, cuya actividad empresarial en las compañías en las que está presente, pese a no tener nada que ver con la del Grupo de Comunicación, parece perjudicar gravemente tanto a su reputación como a su imagen de marca.

Y es que procede recordar que Alzaga es presidente del Grupo Noticias, que edita Deia, Diario de Noticias, Noticias de Gipuzkoa y Noticias de Álava. Además controla la Editorial Iparaguirre, que recibió 770.000 euros en 2021 del Gobierno vasco.

También es relevante recordar que la anterior directora de Deia, Marta Martín fue nombrada, de la noche a la mañana, directora del Gobierno vasco y es en la actualidad la responsable de "repartir" ese tipo de ayudas. Puertas giratorias al margen, que también, en este caso procedería hablar de ética (ninguna) y de estética (tampoco ninguna).

Hay Medios que en 2021 cifraban en 7,5 millones el dinero recibido de administraciones controladas por el Partido desde 2011 por su flota editorial. Esto incluía subvenciones, diarios municipales, contrataciones para vídeos institucionales, suscripciones de sus diarios (233 euros anuales en plena era digital, cuando, por ejemplo, en EL PAÍS se ofrece por un tercio) y publicidad institucional, incluidos publirreportajes.

Conociendo a Alzaga la respuesta será meter la cabeza debajo de dónde sea (como el avestruz) hasta que escampe.

Nos consta que ha habido diferentes Medios que han insistido s Sabin Etxea interesándose en si Alzaga es o no es afiliado de EAJ-PNV. Y les responden que no lo es. ¿No lo es? ¿Seguro?

¿Qué es lo que no han entendido de la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal en Sabin Etxea? Si es o no es afiliado sería, en cualquier caso, una información privada que solo puede responderse más que con un "no podemos facilitar esa información", así que responder con un no es igual que responder con un sí.

Es como si me preguntan por su teléfono. Lógicamente no iba a facilitar aquél inicial 656 XXX X08 de Euskaltel, ni el posterior 688 XXX X77, o aquél otro corporativo cuando se fue de Euskaltel 615 XXX X80 que, creo, lo tenía correlativo con Manu Salaberria (conocidos en la empresa de telefonía como "Pin y Pon").

viernes, 4 de julio de 2025

"COSICAS" QUE PASAN EN NAFARROA (1ª PARTE)

En un artículo publicado por Noticias de Navarra (Grupo Noticias) firmado por Pablo Lorente Zapatería y Mikel Saralegi Otsakar (miembros de la fundación Sustrai Erakuntza), podemos leer que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra tumba la concesión de explotación de Mina Muga promovida por Geoalcali.

Así dio la razón a la demanda de Ecologistas en Acción y la Fundación Sustrai Erakuntza, y apoyada por la Plataforma Unitaria contra las Minas de Potasa en la Bal d’Onsella y la Sierra del Perdón.

A la sentencia le siguió el comportamiento bochornoso de la presidenta Chivite, del consejero Irujo y de alcaldes para expresar a Geoalcali, por enésima vez “todo su compromiso con el proyecto, subrayando su potencial como motor de desarrollo económico y social”. Y en eso, llegaron Cerdán, Servinabar y Acciona.

El fondo del asunto siempre es el mismo: el territorio y sus recursos son una mercancía más, codiciada por quienes buscan el beneficio privado, directo o indirecto, bajo la cobertura de una estructura legal y administrativa que lo ampara. La gestión de proyectos con fuerte impacto ecológico y social está plagada de sombras. La fachada legal de estudio, análisis, participación, informes, alegaciones y recursos… oculta multitud de ángulos ciegos en todos los niveles administrativos. Son muchas las manos que sostienen el velo que encubre los tejemanejes del favoritismo, el soborno, la corrupción, las puertas giratorias, los sobrecostes...

Si alguien piensa que Geoalcali es una empresa con experiencia minera, se equivoca. No han metido el pico y la pala en ningún lugar. Se fundó en Salamanca en 2011, con un capital social de 3.000€ y en 2015 amplía su capital en 1,5 millón de euros. Su única habilidad ha sido hacerse con derechos mineros de la potasa, introducirse en la bolsa australiana a través de Highfield Resources y cotizar en base a expectativas, anuncios y autorizaciones para Mina Muga para incrementar el valor del proyecto. Las compras y ventas de acciones de sus promotores dan pista de ello. Todo un ejemplo de economía real y productiva.

Con estos mimbres tan endebles, ¿Cómo es posible que diferentes representantes públicos afirmen que el proyecto es estratégico? Ahí están las declaraciones de Manu Ayerdi, Chivite… Hablar de estratégico o utilizar la figura del interés foral o de utilidad pública en otros proyectos resulta problemático. ¿Cómo, quién y porqué se determina que un proyecto goza de esta consideración? ¿Qué ocurre en el camino hasta su publicación en el BON? ¿Quién empuja, participa y se beneficia? De esta forma, a nuestras espaldas se mueven intereses políticos, empresas, figuras intermediarias, asesorías y personal técnico de la administración de alta confianza y responsabilidad...

Las cartas están marcadas. Si quien considera que un proyecto es estratégico y, al mismo tiempo, tiene que elaborar los distintos informes técnicos preceptivos y aprobar las autorizaciones ¿Qué garantías existen de que este proceso se lleve con total independencia? Ninguna. En la práctica supone proteger los proyectos con un escudo frente al control popular y poner las herramientas del interés general al servicio de intereses privados, sean económicos o políticos.

Podemos extraer estos ingredientes de las profundidades de Mina Muga. Las deficiencias en la tramitación del proyecto han sido tantas y de tal calibre que tan solo pueden provocar la desconfianza hacia la actuación de los responsables políticos y administrativos. Los motivos para detener el proyecto han sido innumerables. Sin embargo, el viento siempre ha soplado en favor de la empresa. Y toda demanda popular despreciada.

Ante la solicitud de evaluación conjunta del proyecto y la elaboración de una evaluación ambiental estratégica del conjunto, la respuesta ha sido inaudita. Una Declaración de Impacto habitual para resolver en pocos meses se fue alargando durante tres años por las múltiples oportunidades que la Administración daba al proyecto para subsanar sus graves deficiencias técnicas. De nada valían los informes desfavorables de la Confederación Hidrográfica del Ebro, del Instituto Geológico y Minero de España o del Instituto Geográfico Nacional al no evaluar las interacciones que podría tener la explotación minera sobre el embalse de Yesa.

¿Cómo pudo haber autorización a un proyecto que no ha sido capaz de resolver el problema para 4 millones de toneladas anuales de residuos? O, ¿Cómo es posible que Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra llegara a autorizar en 2022 el uso industrial a Mina Muga, en zonas clasificadas como suelo no urbanizable forestal de Sangüesa? Y aquí no pasa nada.

En esta trama, el papel de los ayuntamientos ha resultado cuestionable. Absolutamente rendidos a los cantos de sirena de la empresa, han llegado a pedir el incumplimiento de la sentencia judicial de paralización. Han demostrado su desprecio a las afecciones medioambientales, contaminantes y peligros para sus habitantes por sismicidad y hundimientos. También han legitimado la actividad “altruista” de Geolcali en forma de reparto de mascarillas, programas de salud, parques infantiles, promesas de puestos de trabajo… Pero los ángulos ciegos nos impiden ver más allá, y escuchar el contenido de sus contactos con la empresa y lobbystas.

Eso sí, la beligerancia de algún alcalde en la defensa del proyecto, en la negación a informar y debatir públicamente y en trato a favor en el uso del comunal quedarán en el recuerdo bajo el manto de la sospecha. Y por si fuera poco, la empresa y el sindicato UGT presionaron al ayuntamiento de Sangüesa en 2023 para conseguir una Licencia de obras en unos terrenos que no pertenecían a Geoalcali, haciéndoles responsables del fracaso del proyecto.

Ahora se ha hecho público que Santos Cerdán y compañía han estado enredados con este proyecto. Para la gente de la zona y las organizaciones medioambientales no ha sido una sorpresa. Lo visto en la tramitación de este proyecto insostenible hacía sospechar que nada era lo que aparentaba. Las actuaciones y mordidas en favor de empresas son la bocamina de un sistema corruptor, que defiende el interés superior privado sobre el de las mayorías sociales.

Eso sí, lo de Muga Mina valdría para un complejo urbanístico, una macrogranja, un macropolígono eólico, una cantera, una planta de tratamiento de residuos o para el Tren de Alta Velocidad. Y en esto no se puede decir que Navarra sea tierra de contrastes.

Y todo se va hilando: A la sentencia le siguió el comportamiento bochornoso de la presidenta Chivite, del consejero Irujo y de alcaldes para expresar a Geoalcali, por enésima vez “todo su compromiso con el proyecto, subrayando su potencial como motor de desarrollo económico y social”. Y en eso, llegaron Cerdán, Servinabar, Acciona y otros.

Con estos mimbres tan endebles, ¿Cómo es posible que diferentes representantes públicos afirmen que el proyecto es estratégico? Ahí están las declaraciones de Manu Ayerdi, Chivite… Hablar de estratégico o utilizar la figura del interés foral o de utilidad pública en otros proyectos resulta problemático. ¿Cómo, quién y porqué se determina que un proyecto goza de esta consideración? ¿Qué ocurre en el camino hasta su publicación en el BON? ¿Quién empuja, participa y se beneficia? De esta forma, a nuestras espaldas se mueven intereses políticos, empresas, figuras intermediarias, asesorías y personal técnico de la Administración de alta confianza y responsabilidad.

Las cartas están marcadas. Si quien considera que un proyecto es estratégico y, al mismo tiempo, tiene que elaborar los distintos informes técnicos preceptivos y aprobar las autorizaciones ¿Qué garantías existen de que este proceso se lleve con total independencia? Ninguna.

En esta trama, el papel de los ayuntamientos ha resultado cuestionable. Absolutamente rendidos a los cantos de sirena de la empresa, han llegado a pedir el incumplimiento de la sentencia judicial de paralización. Eso sí, lo de Muga Mina valdría para un complejo urbanístico, una macrogranja, un macropolígono eólico, una cantera, una planta de tratamiento de residuos o para el Tren de Alta Velocidad.

Para no alargarnos mucho, mañana seguimos hilando cositas con Cerdán, Servinabar, y el resto de la banda, pero, ciertamente, este tipo de gentes son las que no vivieron la escisión y no saben (o no quieren saber) el rechazo que tienen entre la afiliación jeltzale. Lamentable.

Adelanto del artículo de mañana
:

Un editor vinculado al PNV se alió con el presunto socio de Cerdán en Nafarroa. Iñaki Alzaga y Antxon Alonso lograron 3,1 millones de Uxue Barkos con una firma sin empleados que facturaba 2.200 euros al año, que incumplía los requisitos de solvencia económica y técnica.

El empresario Antxon Alonso mantuvo cuatro reuniones con el Gobierno navarro poco después de constituirse en 2023. Fue como representante de Acciona y de Forestalia, no de Servinabar 2000, y estuvo con el vicepresidente socialista Félix Taberna y con José María Aierdi, de Geroa Bai.

Y la pregunta no puede ser otra: ¿Qué coño sigue haciendo el PNV -con la sigla que sea- en el Gobierno de Nafarroa? A ver si voy a ser el único que no tiene una pinza en la nariz para poder detectar un Gobierno que huele más a corrupción que a cualquier otra cosa.