EL ACOMODADOR, EL PROMOTOR, EL CORREDOR, Y EL DEL TRACTOR

Nos encontramos ante una fauna humana silvestre de lo más variopinta que merece ser conocida, como en uno de esos zoos. 

“EL ACOMODADOR”, más conocido como Iñigo Iturrate. Sacó su título de gran  monitor de gaztetxus en una de esas estancias en Artea por espacio de quince días. Ese es el título que tiene y que, además, parece haberle cundido. De haber sabido más de una amatxu que Artea era la verdadera rampa de lanzamiento de cohetes funcionariales del PNV, hubiera habido cola para enviar a sus vástagos a tan eficaz lugar. 

Y quiero aclarar que no le critico por su orientación sexual, que respeto, y mucho, como no pudiera ser de otra manera, pero algún palmero, arteramente, me lo ha llegado a achacar como un cutre intento para imposibilitar que le afee su conducta. A mí me da absolutamente igual con quién se va cada cuál a la cama. A Iturrate le critico por jeta y por ser parte de un club cerrado de amigos excluyentes que practican el nepotismo y castigan al que no es de la cuerda.

Itxaso Atutxa, sin ni tan siquiera esperar un solo día tras reconocer las carencias que apuntaban las principales conclusiones de aquel “Entzunez Eraiki”… lo de la famosa “Escucha Activa”, le metió en la típica puerta giratoria y le teletransportó (con la ayuda de Leixuri y el bostezo de la Diputada General), de la Mesa del Parlamento Vasco, donde funcionaba de Comisario del Atutxato, a nada menos que Director del Palacio Euskalduna con la gravedad que a la anterior directora, una afiliada al PNV, mujer y con una trayectoria impecable, sin la menor consideración, la mandaron a la cola de Lanbide, donde en la actualidad se encuentra. ¿No se puede criticar eso Sr. Jon Jauregi? ¡Pues claro que se puede! Y lo seguiré haciendo. Es algo que debe ser recordado por su brutalidad. 

Y lo de “EL ACOMODADOR” le viene porque ejercía de acomodador de los VIPS en los mítines del PNV reservando siempre los mejores puestos a sus amigos. Esa era su profesionalidad junto a esa fotografía que se sacó en el despacho de Nerea Lupardo al día siguiente de ser designado a dedo como si Lenin se  hubiera sacado una fotografía en el Palacio del Hermitage después del inicio de la Revolución rusa y del asalto al Palacio de Invierno. Un acto ignominioso. 

“EL PROMOTOR” es Román Berriozabal, jeltzale de Elorrio que tiene una hija llamada Jone a la que ha promovido desde siempre absolutamente para todo. Como aquel chiste de Gila que hablaba de una solterona que iba a todas las  bodas del pueblo, se ponía en el primer banco y cuando el cura le preguntaba a la novia si aceptaba al prometido, ella le gritaba desde el banco. ”Y si no, para mí”. 

No sabemos dónde hubiera llegado su citada umetxu, de no haber sido por tan eficaz padre. Y lo hace en Araba donde en ningún territorio es tan importante ser adscrito a una de esas familias de apellido compuesto. Que un alderdikide bizkaino logre que se le elija a una chica oriunda del pueblo del Santo en lugar de ser una pata negra de la Llanada, tiene su mérito. Y lo reconozco. Mi amigo alavés está que flipa, y quiere proponerle para los premios Emmy de este año. Ni Samuel  Bronston. 

Jone, en eso y en otras cosas, hay que reconocerlo, no le llega al aita ni a la suela del zapato. Desde luego no en insistencia malaya pero tampoco en inquietud  por divulgar el abertzalismo y la historia del PNV  en Araba a lo que se ha dedicado toda su vida, pero yo, ¡que quieren que les diga! Hubiera preferido a Gorka Urtaran, hijo de María Jesús Agirre, mano derecha de José Ángel Cuerda y mujer de carácter, según me dicen quienes la conocieron. 

Pues no. Suso pone su dedo pecador en el nombre de Jone  Berriozabal y de ahí va directamente a la portada de Deia, promovida por Marta Martín, como si en Bizkaia se le eligiera, omitiendo al “otro” candidato bizkaino. Para colmo de falta de neutralidad,  la  señora será la ungida dándose el caso, bastante feo, que el Diputado General de Araba, Ramiro González, apueste públicamente por la hija del gran Promotor, Jone, en lugar por el ex alcalde y diputado de su Gobierno alavés, Gorka Urtaran. Muy feo y poco neutral. Y nada elegante. Le creía más serio  al Ramiro y, sobre todo, más inteligente. 

Y es una lástima pues Urtaran podría haber sido un magnífico presidente del Araba Buru Batzar con personalidad y conocimiento, pero se apuesta, y dicho con perdón, por la hija de su padre, “el Promotor”. Y no es porque sea mujer, que me encantaría tener a una mujer presidenta del ABB, sino porque no vale para un puesto tan importante y de tanto marcar el terreno. Así de claro. Solo vale para ser teledirigida. 

“EL CORREDOR” es Markel Aranburu del que hablé ayer pero vuelvo a hablar hoy porque la decepción es tan grande que hay que seguir comentando el tipo de pelaje que tienen ahora estos meritorios de tres al cuarto.

Su tuit pidiendo excusas a María Eugenia Arrizabalaga por haber sido incluido en una lista, cuando a Joseba Egibar se le llena la boca diciendo que todos pueden optar por el que quieran en la segunda vuelta, no fue solo patético sino demostrativo de una cortedad de miras que  a mí me asusta.

Con esos bueyes no se puede arar nada. 

“EL DEL TRACTOR” ya saben quién es: Luis Aitor, porque se llama así, o al menos así se hacía llamar en las listas electorales publicadas en el BOPV del miércoles, 8 de febrero de 1984. Al ser preguntado sobre su nombre para candidato a suceder a Ortuzar dijo “las caras conocidas están en las quinielas”. Desde luego, humilde no es el candidatable.

En alusión al largo proceso interno de la formación jeltzale, que se prolonga durante seis meses, nos dice que el PNV “tiene un esquema antiguo del siglo XX, muy democrático, con una participación doble de todos los afiliados y eso lleva un tiempo”. 

Tres mentiras en una: La primera es que el sistema es del siglo pasado, sí, como él también es  del siglo pasado y no por eso ha de ser malo. La segunda, sobre que es democrático, no es cierto porque no hay nada más tutelado en esas dos vueltas y no hay un solo resultado público, porque todo se controla desde Sabin Etxea. Por último, la tercera mentira se centra a su afirmación de que es un proceso largo. También, pero lo han hecho largo para controlarlo mejor. En tres meses se podía haber finiquitado todo de haber habido voluntad democrática. No la hay y por eso se cambió de “Proyecto, Organización y Personas” a “Personas, Organización y Proyecto”, algo que él avala para poder acceder por cara conocida gracias a que su señora esposa le puso en la vitrina pública donde está, que es una buena vitrina, y él se beneficia de ese abuso de posición  dominante. 

Y, a todo esto, no piensen que nos hemos olvidado de "EL EMBAUCADOR".

Pues ya tienen ustedes algunas pinceladas de estos cinco modelos de la endogamia que sufre EAJ-PNV: El Acomodador, el Promotor, el Corredor, el del Tractor, y el Embaucador.

Ahora, díganme a dónde se puede ir con estas gentes tan ilustres.