LA PLANCHA

 

 

Conozco un par de presidentes de Organizaciones Municipales de Gipuzkoa que se quedaron estupefactos al conocer el “Equipo 10” que han confeccionado Joseba y Euge, Euge y Joseba, para su ratificación por las bases del Partido, según predican en cada mitin que pronuncian, o en cada entrevista que conceden a los medios de comunicación amigos.

Hay que notar que la mayoría de los burukides actuales cobran sus nóminas como asesores de instituciones públicas, donde los altos cargos, en general, no se dejan asesorar, lo que les produce un sintomático malestar en el cuerpo. Las consecuencias del “síndrome del no-asesoramiento” les ha conducido a asesorar a los alderdikides de base, ilustrándoles sobre los nombres de las personas que pueden conformar el nuevo GBB: El primer GBB de la era post Egibar, y oníricamente, el primero de María Eugenia Arrizabalaga.

Hay quien pone encima de la mesa si el de Andoain ha confeccionado la alineación o, si por el contrario, la de Zumaia ha puesto en circulación su equipo titular de gala. Qué más da si el retrato de familia presenta un cuadro de secta de la USA profunda, al estilo de los Rajuness, espléndidamente presentados en la serie de Netflix, Wild, wild country: Misticismo laico, psicopatía, narcisismo, veneración al líder…, se creen llamados a una misión transcendente, cuando por detrás no hay nada más que el ordeno y mando a lo sargento chusquero de la serie Band of brothers de HBO, y… tráfico de influencias, nepotismo y mediocridad.

Los rasgos de los protagonistas de la foto de la plancha lo dicen todo: En el lado derecho nos encontramos con Idoia Elorza, la eterna secretaria de Egibar, sin cualificación profesional específica, toda su vida laboral en el GBB, va de “jefa de prensa” del líder y de asesora áulica. Está casada con Jaime Peón, botillero del equipo y hermano de Olatz Peón, parlamentaria vasca, ex alcaldesa de Tolosa, ex secretaria de altos cargos de la Diputación de Gipuzkoa. Idoia y Olatz son cuñadas y kuadrillabatekos en los entornos del Batzoki del Antiguo donostiarra. Sesentonas que predican la renovación y la innovación, cuando son ninis de libro.

En el centro de la foto, los representantes del Tercio familiar: Las sagas Egibar y Olano cuentan con tres procuradores; Imanol Goenaga Egibar, por un lado, Jon Olano y Asier Arrese, por el otro. Los historiadores sostienen que siempre ha habido un Egibar en la estructura interna del Partido, sin solución de continuidad. Ahora Imanol Goenaga Egibar quiere coger el testigo, tras presentarse de candidato a la alcaldía de Andoain en la última convocatoria y recabar los resultados más penosos del Partido en esa localidad. Arantxa Tapia lo nombró asesor de infraestructuras de su Departamento, y ahora, Mikel Jauregi lo ha renombrado asesor de Medio Ambiente. Poner un Egibar en tu vida es meritorio.

Se necesitan dos Olano Arrese del clan de Beasain para equilibrar el peso del núcleo duro egibarriano: Batzoki del Antiguo + Andoain + Tolosa. Asier Arrese, uno de los prototípicos primos en altos cargos institucionales de Markel Olano, ahora en retiro parlamentario. Cumple también con una función primordial en los equipos de Egibar: la representación de la finca agrícola-ganadera gipuzkoana, sector relevante en la economía del Territorio, más que por su peso, por el ingente número de subvenciones que se destinan a los agentes de este ámbito, diga lo que diga en sus sorprendentes columnas “Kanpolibrean” de DEIA, Xabier Iraola. En el centro de la foto también aparece José Ramón Baztarrika, colega sin galones de Idoia Elorza, “funcionario” de la casa, como les gusta decir, aunque jamás hayan superado una oposición y entraron de administrativos hace ya treinta años, obedientes cuando toca, e hipercríticos con todo lo que sucede extramuros de la secta.

Con la inclusión de Baztarrika en su plancha, Euge se garantiza el apoyo de los grupos LGTBIQ+, aportando su sensibilidad hacia este Colectivo. En la foto aparece también, medio escondido, Imanol Lasa, aunque muchos se preguntan qué pinta ahí el eterno candidato a cada plaza vacante, ninguneado y relegado, cuando puede exhibir valores muy estimados en la actual coyuntura: la sociología y la política de Deusto, sus largos años de servicio allí donde se le ha solicitado, sus buenas maneras y disponibilidad…

Maria Eugenia Arrizabalaga se presenta con una plancha incandescente: los ingredientes con los que se compone esta propuesta, queman. Pretende que el búnker del Paseo de los Pinos esté custodiado en los próximos años en los que el Partido va a celebrar su Asamblea General, por familiares de Joseba Egibar, de Markel Olano, de la cuadrilla de Idoia Elorza y de Olatz Peón, y de miembros del equipo de secretarias de toda la vida. A la vista de la plancha, han saltado muchas alarmas. Hay hasta una foto de significados egibarristas bajo un friso oteiziano en alegre camaradería apostando por “Goia, bai!”.

Nadie se puede creer que esa plancha del bunker del Paseo de los Pinos, la esté repartiendo bajo manga, la portugaluja-jarrillera, Leire Caridad. (Con C, por cierto).