GURE HASSAN

En la foto (vamos a casi una foto similar diaria en Bilbao, cuando no dos), tienen a quién pudiera ser el “Hassan” de turno celebrando que Aitor Esteban le citó en la tribuna del Aberri Eguna. Ciertamente, me temo que se pasó con los txakolís para celebrar que algún día pudiera a ser presidente del EBB... O hasta Lehendakari, ¡Quién sabe!

Vamos... que, si resucitase Jabier Arzalluz, tira por la ventana de la quinta planta de Sabin Etxea -sin pestañear- a ése aficionado a las tribus al que le trataba de "usted", lógicamente, con toda la coña del mundo.

En efecto, a cuenta de eso de Hassan, la cuadri de palmeros me están llamando de todo. A mí, con una niña saharaui adoptada y ahora apadrinada es imposible llamarme racista o xenófobo. Es imposible con un montón de amigos magrebíes que tienen sus negocios, en los que consumo y, muchas veces, tomo algo con ellos... Trabajadores al fin y a la postre que han venido a Euzkadi a labrarse un mejor futuro, cosa que apoyo y aplaudo.

Otra cosa son los delincuentes. Esos “casos aislados” que dice el Departamento de Seguridad se han convertido en “casos diarios” (a veces, cada 8 horas, como si fuera un “turno de trabajo”). Cuando no son peleas con cuchillos lo son con machetes. Eso de que Bilbao es una “ciudad segura” solo se lo puede creer un incompetente alcalde que no sufre esa lacra porque viaja escoltado por policías municipales y en coche oficial. Si, encima, le hace la ola una concejala de “Inseguridad Ciudadana” que, sin pestañear, puede llegar a manifestar que “salvo los hurtos, Bilbao es una ciudad segura” Pero, en serio, ¿En qué manos estamos? ¿Son incompetentes o mentirosos? Ni idea. La pregunta la resolverá el Cuerpo Electoral. Si les creen, seguirán y, si no les creen, les mandarán a casa (o les meterán en la habitual "puerta giratoria").

¿Podría una o un solo policía municipal ratificar esas palabras de sus responsables políticos? ¿Lo podrían hacer una o un solo ertzaina? Pues va a ser que no. Yo, entre unos y otros puedo conocer a más de un par de centenares, tengo trato con ellas y con ellos y les garantizo que nadie da fe de lo que dicen desde el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, o desde la Alcaldía y el Área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Bilbao. Y estos uniformados son los que conviven a diario con lo que ya se ha convertido en un grave problema, de esos de los que ya es imposible meter debajo de la alfombra. 

Desde los despachos enmoquetados “cocinan” las encuestas-calzador de Gizaker sobre seguridad ciudadana. En una ocasión les pedí los datos “crudos” de la encuesta y la respuesta fue no volverme a encuestar. Es el problema de tener opinadores en lugar de encuestadores. En definitiva, trampas al solitario que arrojan unos resultados que nadie comparte en la calle con o sin uniforme. Una especie de “Arcadia Feliz” para quienes se dedican (por un tan falso como supuesto rédito electoral) a intentar mentir a la misma Ciudadanía que paga con sus impuestos esas encuestas teledirigidas.

En resumidas cuentas, una tomadura de pelo en toda regla que, sin la menor duda, tendrá el debido reflejo en las siguientes elecciones. Al tiempo... porque creo que mucho más fiable que una encuesta de encargo a Gizaker es el resultado de unas elecciones, con un censo conocido y unos resultados reflejados en unas actas públicas.

Vamos, exactamente lo contrario a lo que hace el Partido Nacionalista Vasco en sus más que cuestionables procesos electorales internos, en los que se podría asimilar a una Junta Electoral, a la que preside la cuñada del candidato. Y no, no hablo de Venezuela o de Nicaragua. No, hablo de Euzkadi y de EAJ-PNV, dónde tampoco han hecho públicas las actas. Simplemente son actos de fe. Para quién tenga una fe ciega... más ciega que en la ONCE, claro.