SIETE RAZONES POR LAS QUE ANDONI ORTUZAR NO DEBERIA SER PRESIDENTE DEL EBB POR CUARTA VEZ

El próximo 20 de enero, Andoni Ortuzar, cacique de Sanfuentes nos dirá Urbi et Orbi, como si fuera un Papa, si decide continuar o no al frente del EBB. Nótese que  es lo que nos ha ido diciendo cuando en el Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV) no está contemplada la cuarta reelección sin que antes, en Asamblea se le levante la incompatibilidad, cosa que da por hecho. Y en eso tiene razón. El PNV ya no es un Partido d.0e debate sino un grupo sumiso, con una participación mínima. En el caso de Ansola fue elegido por el 15% de la afiliación de Bizkaia. Algo patético que al parecer no le perturba ni a Ortuzar ni a su grupo. 

El PNV soporta, en 2025, un  sistema electoral opaco, sectario y corrupto  que permite estas cosas. Pero la forma teatral de anunciar que está escuchando al 50% para decidir si continúa o no va con su personalidad folklórica de disfraz en los Carnavales. Lo más parecido al Campechano de Abu Dabi en cuanto a sus caprichos, mujeres y gusto por el poder y el vil metal. 

Y no debería ser, de nuevo, presidente del Euzkadi Buru Batzar de EAJ-PNV por estas evidentes taras: 

0.- Previo  a todo...  

Un partido de 130 años ha de tener en sus autoridades un exquisito respeto a los mayores. Escucharles es una obligación. Lejos de esto, Juanjo Baños, director del Grupo Noticias, consultó con Ortuzar si podía publicar el artículo en el que tres ex secretarios del EBB, Bergara, Greaves y Ansotegi pedían debates en la campaña electoral interna. Baños le dijo a Bergara que consultaría. Lo hizo a Ortuzar  y éste  le dijo que NO. Algo muy grave. El trabajo no lo pudo leer la afiliación jeltzale en DEIA aunque si lo pudo hacer en GARA.

Para colmo, Ortuzar no ha dejado de insultar a los que llama críticos y a los más veteranos les ha dicho que, estando tan cerca de su fallecimiento, no incordien. Una falta de respeto de tal sideral categoría no se había dado nunca jamás en el PNV. Solo por esto debería estar invalidado. 

 1.- Mintió de manera descarada. 

Tanto la noche electoral de las Elecciones Europeas, como el 31 de julio, cuando dijo que el proceso se ceñiría, en primer lugar, en hacer un análisis sobre el proyecto de Partido tras tres derrotas seguidas. En segundo lugar, que procedería a revisar la Organización y, en tercer lugar, que se abordaría la renovación de las personas que deberían llevar a cabo el proceso. Mintió. 

En el Alderdi Eguna cambió de manera flagrante para que fueran, en primer lugar las personas elegidas por él quienes llevaran a cabo y tutelaran todo el proceso. Y así lo ha hecho en los cinco Consejos Territoriales (ABB, BBB, GBB, IBB y NBB) poniendo solo a personas de su entera confianza sin darse cuenta de que dirigir un Partido requiere sumar, integrar y formar un frente muy unido. Puede ahora decir que el proceso ha sido sumamente satisfactorio. Para él, seguramente pero NO para el PNV.  

2.- Descartó  de muy mala manera al Lehendakari Urkullu. 

Cuando este era el  candidato más conocido y mejor  valorado con el argumento de que tenía 62 años y se requería un cambio de ciclo y de personas. Curiosamente Ortuzar tiene  62 años, Aitor Esteban otros 62 años, y Joseba Aurrekoetxea cumple este año 65. Luego no era la edad el hándicap y menos el argumento  de cambio de ciclo. Mintió descaradamente e hizo sufrir a mucha gente.  

3.- Autoritario y con malas pulgas. 

A pesar de sus chistes tipo Arévalo es persona autoritaria y de muy malas pulgas lo contrario que ha de ser un presidente de una ejecutiva de un Partido de 130 años. Solo se reúne con su camarilla. Con nadie más. Y, en cuanto se le replica como en el caso de Urkullu, prescinde de él, aunque su pareja le entregará el premio de la Fundación Sabino Arana como un premio consolación. Total, no cuesta nada. Para colmo se jacta de ser de ELA, cuando ELA ha sido el azote más feroz que ha tenido el Gobierno del Lehendakari Urkullu.  

4.- Su entrega acrítica y servicial al Gobierno de Sánchez. 

A través de su alter ego, Aitor Repsol Esteban, ha dejado sin perfil propio al EAJ-PNV. 

 5.- No es un buen político para un momento de crisis. 

En el fondo, una reelección es un reconocimiento a la buena labor política y humana realizada, algo que no ocurre en  el caso de Ortuzar. 

Tres elecciones perdidas, 64 batzokis cerrados, solo un 15 % de participación, Asambleas sin debate, Alderdi Eguna sin gente, las iniciativas en manos de un Sr. de Ataun recién afiliado al Partido, poco trabajo, mucho viaje, incapacidad de integrar, sumar y escuchar de verdad a quien discrepa; DEIA muriendo y EiTB en manos de la IA y sin haber creado un foro de debate interno. Esta no es la persona a reelegir sino a darle la jubilación. El balance es desolador.  

6.- Nepotismo llevado a la máxima expresión. 

Su pareja, secretaria del EBB y, entre otras cosas, presidenta de la Fundación Sabino Arana. 

La hija, en Iberdrola en plena negociación con la compañía a cuenta de sus impuestos energéticos. 

El primo Sagredo, presidente de  Kutxabank.  

Otros primos y ex-parejas colocadas. Lo mismo que ocurre con Luis Repsol Esteban e Itxaso Atutxa, y su hermana Amaia.  

En la encuesta que hizo el Gurú de Ataun salió que al PNV se le veía como un partido que practica el  amiguismo. ¡Es tan evidente!. 

 7.- Ronda de conversaciones para disimular. 

Para justificar su reiterada Presidencia la argumenta sacándose de la chistera el conejo de una  ronda de conversaciones que de manera estratégica se ha inventado para hablar del nuevo estatus. 

Si hubiera decidido dejarlo no lo haría y dejaría este trabajo a su posible sucesor/a, porque además, y reitero, Ortuzar no es un político serio. Trabaja poco, carece de visión de la jugada, es muy superficial. Lo suyo es esa falsa campechanía adobada por chistes malos, uso del Teleprompter, pues carece  de capacidad oratoria para hablar sin papeles como vimos el Alderdi Eguna cuando, sin esas pantallitas no podía iniciar el discurso y, sobre todo, es incapaz de liderar un proyecto incluyente en momentos de crisis (como la actual) ya que le pueden sus filias y fobias. 

Por todo esto, se trata de un pésimo candidato a liderar el EAJ-PNV los próximos cuatro años. Tampoco lo es Aitor Esteban, ni ninguna tercera “caballito blanco”. Con otro sistema electoral (como, por ejemplo, lo hay en ERC, en el que Junqueras tuvo que dimitir antes para ser candidato, intervino el 88% de la militancia y se ejerció el voto telemático)… Con unas Primarias abiertas y en igualdad de condiciones… Ortuzar no ganaría ni de lejos. Pero de esto ya se ha encargado él con su escudero Aurrekoetxea: de cerrar cualquier posibilidad de regeneración ya que lo único que hace bien es el control por el control. Esto lo hemos podido ver en las recientes elecciones internas para la designación de candidatos y candidatos a las Territoriales. 

SOLO QUEDA ABSTENERSE.

Ante esta situación, y salvo la aparición repentina o espontánea de una o un candidato alternativo, solo queda practicar la abstención… Tal y como hizo el PNV con la Constitución. Que la no participación muestre en el PNV el rechazo a una forma de actuar triste, sectaria, endogámica, nepotista, y maligna para un Partido con 130 años de historia.

Quede claro que señalar a Ortuzar y a su cuadrilla NO es señalar al Partido. Que optar por la abstención perjudica a Ortuzar y a las y los palmeros interesados directa o indirectamente, pero NO perjudica al Partido. Tenemos muy claro que ejercer la crítica hacia las personas que han llevado al Partido a la actual situación no significa en absoluto una crítica a la sigla histórica. De hecho, esas gentes interesadas dicen que este mismo Blog genera un perjuicio al Partido. Y nada más lejos de la realidad ya que estamos convencidos de que este Blog, lo que hace, es un servicio al Partido.

Dicho de otra manera, Ortuzar & Cía. NO son el Partido sino que forman parte de él. Otra cosa es que se hayan creído los dueños de la sigla, algo del todo ajeno a la verdad y a la realidad porque la sigla es de todas y todos los militantes. Quede bien clarito esto último.