lunes, 8 de septiembre de 2025

NO HAY EL MENOR SENTIDO HISTÓRICO

Para que el poder en el PNV sea, no un lugar celestial (como algunos miembros del Club de Tobi querrían), pero sí el espacio de intersección de legítimas ambiciones personales con proyectos de carácter político para Euzkadi y social, para beneficio de la Comunidad, se requiere -por lo menos- un cierto sentido histórico.

Es la noción según la cual el poder coincidiría con el futuro, con una dimensión de grandeza, con los sueños, de la militancia jeltzale, con lo que se ha imaginado que se puede ser el País, en fin, con tantas cosas.Y ese espacio no pasa por decir a la militancia en el Atano III, como hizo Aitor Esteban, que nos preparemos a tener un Lehendakari de nombre Hassan.

Que Aitor Esteban e Itxaso Atutxa tengan un nieto y le pongan el nombre de Hassan, está al parecer en su derecho y en su ideario. No en el de la mayoría de los abertzales. Los estadistas, también los puede haber en los partidos, en este sentido, no poseen ninguna santidad especial, solo que su garra política y su interés parcial, toca, roza o se engancha con procesos más complejos y con fuerzas sociales activas de alguna transcendencia.

Ajuriaguerra, Arzalluz, Irujo, Landaburu, Uzturre, Aguirre, Leizaola, lo tenían y lo tuvieron claro. La prueba está en que el PNV ha cumplido 130 años. Pero al lado de éstos hay otra especie de políticos de cercanías: aquellos cuyo sentido del poder es absolutamente pequeño y continuo tipo Aitor Esteban, Aburto, Leixuri Arrizabalaga, Iñigo Iturrate, Itxaso Atutxa y el propio Imanol Pradales. Son los que le falta grandeza y algunos de éstos, les sobra capacidad de odio, porque ayunos de proyectos reales de construcción de algo interno novedoso que de vida e interés a los batzokis y pictóricos de resentimientos contra los que se le han enfrentado, criticado o que simplemente se han permitido la licencia del disentimiento, no proponen mirar al horizonte sino a la punta de sus babuchas.

Los que viven por y para el poder pequeño, abundan y se reproducen como conejos. Son la carne de cañón de los de más arriba: no tienen idea del país ni de sus problemas, pero están prestos a cualquier agresión, a cualquier ruindad contra el "enemigo" interno que se han construido o que han escogido sin mayores miramientos. El problema surge cuando estos especímenes, normalmente habituados a merodear detrás de las cortinas o en los sótanos, comienzan a tener influencia por los requerimientos de los jefes y por la "ayuda" que pueden prestarles. Aquí sí comienza una verdadera tragedia.

Efectivamente, muchos líderes llenos de merecimientos, pasado digno, presente esforzado, haberes de realizaciones múltiples, pueden llegar a un momento en que se dejen ganar por la pequeñez, por el odio gratuito, por la malsana influencia de alguien, por la ineptitud para admitir e incluso promover la crítica; en fin, se dejen ganar por una visión miserable del poder.

En este momento es cuando estos personajes meritorios bajan de su pedestal, reniegan de sus amigos y se entregan a la confrontación más absoluta con la soldadesca roedora, incapaz de la crítica, pero también incapaz de construir nada bueno útil o duradero. En Euzkadi, en este momento, hay líderes valiosos con una concepción decente del poder y la política, pero no se les tiene en cuenta. Y hay los tirapiedras, gozosos en su encharcamiento tradicional, pero lo malo digo yo, -por decir- es que algunos de los generales de varias estrellas y ahítos de condecoraciones, se están deslizando por la peligrosa pendiente de la incapacidad para el disentimiento, la hipersensibilidad, la ausencia de diálogo, la distancia con los amigos, el cohabitamiento con los sargentos y la pérdida de grandeza.

Decir que todo son malos y solo yo soy bueno (como dijo Aitor Esteban en Zarautz), es muy grave. Y decir que ya tiene las listas hechas para las próximas elecciones (en dónde sean) es algo muy grave. No sería tan catastrófico si fuera un problema personal, inherente exclusivamente a los actores referidos, pero cuando se está en una posición institucional, presidiendo un Partido de 130 años, estas mutaciones tienen efectos políticos, y el antiguo poder magnífico y jelkide en nombre del País, se convierte en el poder pequeño, para la pequeña venganza y la pequeña factura. Así pasa, sobre todo en las crisis.

Y sigue pasando ahora, pues estamos en crisis. Tenemos un Partido que tras lo aprobado en el Atano III sigue sin hacer nada, sin abrir y dinamizar Batzokis y Asambleas, sin incluir a los lideres veteranos y experimentados en la gestión a los que no se les pide opinión sobre nada, ni mucho menos a reconocibles "sectores críticos" con el actual aparato (a los que les denominó despectivamente como "60 gatos"), quedando solo en aplaudir a un Gobierno vasco sin solidez que cuenta con 18 asesores, sin saber que hacen, con un consejero a tiempo parcial, con un viceconsejero que, tras cargarse toda la estructura anterior de política exterior, vive en Boston, y con una Vice Lehendakari que avala la reelección indefinida de un tal Mardones (colaborador del condenado Rubiales) como presidente de la Federación Bizkaina de Fútbol, y con un Lehendakari que se ha pasado todo agosto de vacaciones como si fuera un rico millonario sin obligaciones institucionales.

Definitivamente este equipo es el del poder pequeño y con estos bueyes no hay quien pueda arar nada para hacer algo serio en una Euzkadi necesitada de gente mucho mejor.

4 comentarios:

  1. Muy buenas reflexiones y buen análisis.

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  2. Bueno.

    El PNV actual tiene a PwC. Es el legado de Andoni Ortuzar de la mano de Asier Atutxa.

    Esteban, Utxaso Atutxa y sus chicas, Pradales y sus Euskayetanos… se frotan las manos con lo que le tocará a ellos. Tienen todos ellos un sentido histórico de su momento vital.

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  3. La pequeñez del que se cree el ombligo del partido topa con la a realidad de perder la a vergüenza para asegurarse un retiro dorado

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  4. Refundación o el partido está muerto.Esteban y todo el EBB dimisión.No hay poder legítimo con 1980 votos de 22 mil.No existe democracia interna.Un afiliado un voto y telemático,quórum mínimo.

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