EN NESTLÉ LES HUBIERAN DADO SUELA A ORTUZAR Y A ESTEBAN

Nada menos que el gigante suizo de alimentación Nestlé Global anunció el pasado lunes el cese inmediato de su consejero delegado, Laurent Freixe, tras desvelarse su relación sentimental con una subordinada directa.

Es lo que se hace en las empresas serias, no en el PNV de Ortuzar y Esteban. Andoni Ortuzar nombró a su pareja, Mireia Zarate, secretaria del Euzkadi Buru Batzar y Presidenta de la Fundación Sabino Arana en un increíble acto de impunidad y nepotismo sin precedentes y solo con una leve crítica en la ejecutiva nacional (EBB) por parte de Koldo Mediavilla. Un escándalo.

Y Aitor Esteban ha sido aupado a ese mismo EBB por la campaña de su mujer, Itxaso Atutxa, y su cuñada, presidenta de la Comisión de Garantías y Control. Y, en su día siendo Itxaso presidenta del BBB, nominó a Esteban como cabeza de lista al Congreso por Bizkaia, centrando la campaña en su marido y, posteriormente, portavoz del Grupo Vasco en Madrid. Y ya no hablemos del affaire Iturrate. En Nestlé todas y todos los citados estarían comiendo chocolate en una choza.

Nosotros hemos venido denunciando insistentemente todo esto y nos han dicho de todo, y menos guapos, nos han llamado de todo: Resentidos, irrelevantes, traidores, interesados... Siempre con el soniquete de que perjudicábamos al Partido. Y nosotros siempre hemos dicho que quiénes hacen daño al Partido eran (y son) los actuales y los inmediatamente anteriores dirigentes. Son, exactamente iguales... igual de perjudiciales. Pero, con todo, la realidad es terca y el tiempo pone las cosas en su sitio. Nos quedamos con Nestlé, y no con esta nefasta pareja de soberbios burukides, que, como presidentes del EBB. han hecho y deshecho todo a su antojo.

Un ciudadano común puede imaginarse el poder político como una cosa magnificente llena de encantos, misterios y responsabilidades muy importantes y definitivas. El poder se muestra como el lugar desde donde todo es posible, hacia el cual todo converge, y desde el que se irradian beneficios personales, grupales y sociales. De este modo, el poder se constituye en un centro en el cual se reúne la voluntad colectiva para, precisamente, lograr aquellas aspiraciones promedio de eso que se llama -a estas alturas no se sabe si por convención- el Pueblo.

Sin embargo, el Sr. Aitor Esteban, no cree en la democracia. En su mitin con Teleprompter en Zarautz del pasado viernes dijo que el PNV, su chiringuito, está preparado para las elecciones con las listas asimismo preparadas. ¡Toma ya! Este es uno de los mayores ninguneos a la Militancia que hemos podido presenciar en vivo, en directo, y sin anestesia 

Y es que el actual presidente del EBB, elegido con un 9% de la Militancia por el sistema antidemocrático existente, dijo en público que ya tiene hechas las listas electorales sin abrir un proceso interno de elección, tipo Itxaso Atutxa, anterior presidenta del BBB que, repito, eligió a su marido como primero en la lista al Congreso por Bizkaia. Y quién debe velar por el estricto cumplimiento de cualquier proceso electoral interno, la Comisión de Garantías y Control de EAJ-PNV es su hermana Amaia Atutxa, instalada como presidenta y fiel leona defensora de los intereses familiares. Al margen de estar estrictamente prohibidas las "planchas" por los Estatutos, y que queda claro que, por esa declaración pública debería abrir un expediente a su cuñado desde esa misma Comisión (que de esto solo tiene asumido lo del Control sin la mínima garantía), Volvemos a lo de siempre: Es como jugar un partido de fútbol y el árbitro es familiar del presidente del equipo rival.

Pero es que Aitor Esteban se siente como un cuatrero absoluto ungido de tal manera que cree que puede decir y hacer lo que quiera. Y luego se queja de Feijóo y Abascal.

Sabiendo estas cosas y con el altruismo característico, se puede pensar que los políticos son aquellos ciudadanos esforzados, llenos de proyectos y de ilusiones, capaces de renunciar a placeres y comodidades en obsequio de esa cosa insólita que se llama la "vocación de servicio público". Los políticos son, pues, aquellos personajes que buscan esforzadamente el poder para servir a la colectividad.

No es este el caso. Ante tanto dislate (que se está haciendo costumbre diaria) podemos estar de acuerdo en que esa idílica visión del poder y de los políticos requiere ser matizada. El ejercicio del poder puede tener -y en general tiene- una dimensión social, real, e incontrovertible; aunque también posee esa porción de ambiciones, placeres, deseos, contigüidades, ambigüedades, desplazamientos, elusiones y alusiones, que caracterizan a los seres humanos en todas sus actividades.

La clave para analizar ese poder estriba en si es controlable o no, si los que le eligen pueden discrepar de él y, si lo hacen, no tener consecuencias por su disentimiento, y si ese poder no es el propio de una cuadrilla que hábilmente se va perpetuando utilizando atajos y una falsa democracia avalado por una Comisión de falta de Garantías y absoluto Control presidido por la precitada cuñada del actual presidente del EBB. Visto lo visto, el viernes pasado, en Zarautz y con ese desfile de autoridades, con el uso del Teleprompter por parte del supuesto líder, por ese interés en acusar a todos los partidos, y en renunciar explícitamente a hablar de la crisis interna del PNV, deducimos que estamos ante un pequeño e insignificante poder que nunca estará al servicio del conjunto.

Aitor Esteban en la actualidad, tras más de cien días ausente de todo, es un mal líder para el PNV. No suma. En realidad, es más disolvente que pegamento. Todo poder es un tanto pecaminoso, aderezado con ciertas sordideces, pero sin que estas características le impidan ser también generoso, creativo, audaz y capaz de converger con demandas y aspiraciones del común. Pero no lo hace. Aitor Esteban, un tipo colérico y falto de empatía, fue el responsable (junto con su mujer, Itxaso Atutxa), del dislate del Palacio Euskalduna depurando a una más que eficiente y óptima profesional (Nerea Lupardo) y la colocación dactilar de un perfecto incompetente no cualificado como lo es Iñigo Iturrate. La misma irresponsabilidad se les puede atribuir en, entre otros fiascos, los de Mundaka, Plentzia, Bilbao, Lemoiz, Markina, Santurtzi, Getxo, o Gernika.

Y seguimos pagando la factura, y siguen cometiendo las desmesuras de siempre ante una Afiliación dormida. Lo dicho, en Nestlé, como poco, estarían en Cuba cortando caña.