LA INMENSA INMORALIDAD DE ANDONI ORTUZAR

Confirmado. Andoni Ortuzar, presidente del EBB durante doce años, tras su fracaso por perpetuarse, ha buscado acomodo con su amigo Asier Atutxa, conseguidor clientelar, que gracias a su apellido pasó del Guggenheim al Puerto de Bilbao, nada menos y, de ahí, sin red y de extraña manera, a la consultora PriceWaterhouseCoopers (PWC), con importantes presiones para conseguir espacios en la Torre de la Diputación (La Torre Bizkaia, o BAT (B-Accelerator Tower) y negocios adláteres. A nadie le extrañe que la sigla PWC se convierta en Partido Water Closet, no PNV. Y, claro... todo esto "canta" (huele) a kilómetros.

Lo curioso observar que la página de la Consultora (https://www.pwc.es/es/carrera-profesional/student-job-search.html) diga que "Buscamos a graduados en Ingeniería (Industrial, Telecomunicaciones, Informática, Aeroespacial, etc.), Arquitectos, ADE, Derecho, Matemáticos, Estadísticos, Físicos y cualquier Doble Grado, así como también másteres habilitantes de Ingenierías, Big Data y/o Business Intelligence, Matemáticas… Necesitamos personas con talento en diferentes ámbitos de la vida que, además de un buen nivel académico, tengan ganas de crecer, trabajar en equipo, aprender constantemente y aportar una perspectiva diversa a nuestra firma."

Pues ahí tienen: Dicen buscar unos perfiles que no se ajustan ni de lejos al de Andoni Ortuzar. Entonces, ¿Contratan un perfil que no buscan? ¿Por qué?

Forman parte Ortuzar y Atutxa de ese grupo que, alrededor de los llamados "Jobubis", se hicieron con el mando del PNV, se graparon en las sillas, prescindieron de todos aquellos que podían hacerles sombra, maltrataron a la sigla, y ahora reciben el pago de sus favores. Algo extraordinariamente grave que hemos venido denunciando y el tiempo nos ha ido dando la razón.

Una persona sin moral alguna que, como Ortuzar, coloca a su pareja como su número dos oficial en el Euzkadi Buru Batzar de EAJ-PNV (como secretaria) y como Presidenta de la Fundación Sabino Arana sin la menor trayectoria y todavía sin dimitir, nos habla de su catadura moral, hecho que junto a cobrar favores en Iberdrola incluyendo a su hija y a dedo limpio nombrar a su primo Sagredo, presidente de Kutxabank, a quien dicen que le cobra su “impuesto ortuziano”, nos describe a un personaje harto cuestionable al que con el tiempo se le ha ido calando. Ya no es presidente del EBB pero mucha culpa de todo esto la tiene su adláter Aitor Esteban que facilitó todo lo que vamos a contar.

Estamos pues ante una situación muy grave para la imagen del Partido Nacionalista Vasco. No, no se ha ido a cobrar 23.000 euros anuales Deia del cual es excedente y es un medio en la UCI que necesita una buena dirección, no se ha ido al Grupo Noticias, donde tiene al conseguidor Alzaga, no se ha ido a ELA, sindicato del que sigue siendo afiliado, algo de lo que se jactaba, sino que se ha ido a cobrar para intermediar con las empresas e instituciones donde manda el PNV, rompiendo el tracto histórico de un partido de 130 años al que irrespeta por su frivolidad de manera flagrante porque el EBB actual (gran culpable), se lo permite.

Recordamos a Andoni Ortuzar disfrazado con toda su corte de Leixuris, Itxasos, Elixabetes, Iturrates, u Otaduis frente a Sabin Etxea; lo que ya daba el tono del personaje y más cuando ha reconocido públicamente que su aspiración era jubilarse como trabajador de una bodega de vinos, una de sus pasiones. Sin embargo, de momento, el hombre que ha dirigido el Euzkadi Buru Batzar (EBB) durante los últimos doce años ha optado por un puesto de más renombre e infinitamente mejor remunerado. Y es que Ortuzar ha fichado por PwC, la firma internacional de auditoría/consultoría, a la que el PNV ayudó con un cambio legislativo muy relevante. Ortuzar ha firmado un contrato como asesor de PwC, una de las cuatro consultoras y auditoras conocidas como 'big four' (junto con Deloitte, EY y KPMG), según estas fuentes, para colaborar en asuntos públicos y relacionados con la comunicación. El PNV, junto con el PDeCAT, ha tenido un papel importante en el negocio de las cuatro grandes auditoras internacionales. El portavoz que ha hecho este trabajo sucio ha sido Aitor Esteban. En 2022, vascos y catalanes impulsaron una enmienda transaccional para que las 'big four' no tuvieran que rotar a los diez años desde que empiezan a trabajar con un cliente. 

De esta forma, el Congreso modificó la Norma aprobada por el Ministerio de Economía en 2015, bajo el mandato de Luis de Guindos, para garantizar la independencia de estas firmas a la hora de analizar los balances y las cuentas de las empresas cotizadas. Una medida que perseguía adaptar el marco legal español a la nueva legislación europea para evitar conflictos de interés y que generó entonces una gran polémica entre estas cuatro grandes compañías (Deloitte, PwC, KPMG y EY). Sobre todo la primera, que perdió grandes auditorías como consecuencia de la modificada ley.

Uno de las principales beneficiadas de esta reforma fue PwC, ya que en aquel momento se exponía a perder dos de las mayores auditorías del Ibex: la de Banco Santander, que en 2021 le permitió ingresar casi 113 millones, y la de Telefónica. Extrapolados esos importes a diez años, estamos hablando de contratos por más de 1.300 millones de euros. La firma presidida por Gonzalo Sánchez llevaba ya siete años trabajando con el banco presidido por Ana Botín y seis años con la operadora dirigida entonces por José María Álvarez-Pallete. En 2024, PwC logró retener el contrato con el Santander al renovar sus servicios hasta 2035.

Recientemente, la firma ha conseguido ganar de nuevo el contrato para fiscalizar las cuentas de Telefónica, ya bajo el mandato de Marc Murtra, por los próximos tres años, hasta comienzos de 2029, a cambio de 20 millones de euros por ejercicio. Por tanto, gracias a aquella modificación impulsada por Aitor Esteban-Ortuzar .se mantiene el contrato con la operadora al menos durante trece años consecutivos. De toda esta continua inmoralidad es de la que venimos hablando.

¡Ah! Que no se nos olvide mencionar que en el Teleberri (ETB) de ayer se les "olvidó" un detalle sobre PriceWaterhouseCooper, la empresa en la que se ha colocado Ortuzar: El detalle es que tiene una fuerte implantación en Israel donde promociona proyectos de ciberseguridad. Ya ven... un "detallito" sin apenas importancia, ¿A que sí?