De hecho su candidato preferido,
Manu Tejada, saldrá elegido pero con fórceps y gracias a que hay planchas,
aunque él hipócritamente lo niegue. Manu Tejada y, a cuidar la empanada y
la pernada.
Y viene Esteban Bravo, que nos ha
resultado ambicioso el mozo. ¿O es élla la ambiciosa? Ya que no puedo ser yo,
que lo sea Aitor, que en el dormitorio arreglaremos las cosas.
Esteban Bravo va de riguroso, de
reglamentista, de tipo serio y duro, de amigo de sus amigos, y de no sacar los
trapos sucios fuera. Y lo dice, poniendo cara de Robert de Niro. Normal: Juega
con ventaja. Tiene a su cuñada de presidenta de todo el Proceso y sale en TV un
día sí y otro también. A eso se le llama ventajismo. Pero él critica esta
página y a quienes decir que las cosas no pueden seguir funcionando así. ”Eso
daña al Partido” dice, pero no lo que él hace. Puro fariseísmo de baja estofa.
Yo destacaría de esta Segunda Vuelta
este decálogo que publico, hecho con la cuadrilla y dando buena razón de un
delicioso bacalao al Pil-Pil (Desde ahora, “a la jeringuilla”) pre carnavalesco
en un Txoko de la Margen Derecha del Nervión. Por cierto, Ortuzar, Esteban, Itxaso
y Leixuri ya no se van a disfrazar. Si lo va a hacer Iturrate y su trouppe del “Tardeo”.
Las gracias les han salido caras y les han quitado imagen de seriedad al
Ortutxato.
El decálogo que hemos hecho al analizar la Segunda Vuelta, que también ha tenido sus sorpresas la Primera, comienza por la deserción de Ortuzar, que se las veía muy felices pero esta página, en seis meses de gota fina, le ha desnudado.
2.- Esteban Bravo ha sido un
candidato del que se ignora su programa. No sabemos qué quiere hacer. Así
como David Salinas-Armendariz tenía un programa, lo presentó y defendió en las
pocas visitas a Batzokis a las que pudo ir, Esteban, en su indisimulada chulería
se ha presentado sin programa y con las manos en los bolsillos, como
diciendo, ”no os merecéis que os diga nada. Vosotros votad”.
3.- Al no haber programa no ha
habido debate ni contraste. Eso no ocurre en ninguna elección democrática
salvo en el PNV. Y no se les cae la cara de vergüenza.
Y, lógicamente, nadie de ese
mundo ha criticado lo dicho por Ortuzar… aquella frase redonda en su
despedida de que, si hubiera más candidatos y debates, “el PNV corría el
riesgo de dividirse” y por eso anunciaba su retirada. No se puede ser más
antidemocrático y más cursi.
4.- Nos han dicho que no había
planchas y resulta que luego DEIA nos informaba que habían consensuado una
Ortuzar y Esteban y esa es la que ha ido saliendo. Matemáticamente. Nos mienten
hipócritamente y nos toman por idiotas de baba. Y a callar. ¿Quién le conoce al
tal Ion Gambra?, y sin embargo el tal fantasma ha salido en casi todas
las Organizaciones Municipales. Se vota a un fantasma y tan contentos. La orden
viene de arriba, y como EGI no existe, no hay el menor espíritu crítico, y la
gente no va ni a votar, sale el tal Gambra como podía haber salido una ficus en
su maceta, un perchero, o un cenicero. Es igual… “es que viene de arriba”.
5.- Existe una guillotina
hábilmente manejada por Amaia Atutxa, hermana de Itxaso Atutxa y cuñada de Luis
Aitor Esteban Bravo que ha vuelto a hacer de las suyas permitiéndolo todo a la
planchísima oficial y persiguiendo cualquier mota de polvo en los otros pobres
candidatos. Mírese lo que hizo con Olatz Jauregi, mujer joven y preparada. Se
la cargó mandándole un correo, ni le llamó por teléfono, como si la joven
viviera en Corea del Norte. Gran presidenta esta Atutxa de un otrora Partido
humanista.
6.- La carta de las mujeres
pidiendo paridad en las asambleas ha sido votada en contra por orden de la
superioridad que decía que las mujeres se habían retirado voluntariamente.
Mucho Emakunde, mucho Día de la Mujer, mucho feminismo de Cocó Chanel de
garrafa y, al final, han sido elegidas dos mujeres. Esos son los datos pelados
y ante eso, a callar y a celebrar de morado el 8 de marzo la igualdad femenina
con los hombres que lo copan todo. Consejos vendo que para mí no tengo y la
directora de Emakunde, Miren Elgarresta, sermoneándonos sobre lo que hay que
hacer pero absolutamente incapaz de decir nada ante semejante abuso
de su Partido. Feminismo de nómina.
7.- Manu Tejada, el hombre de
la tajada, el hombre de Joseba Aurrekoetxea, lo ha pasado mal. No le ha
votado casi nadie aunque en una de esas incursiones tipo “Salvar al soldado
Ryan” lo tendremos en el EBB a punta de bayoneta porque el negocio es el
negocio y la bodeguilla de Portu no puede quedarse fuera de circuito sin que
Tachenko cuente con nadie en el EBB al que dar órdenes. Increíble, pero cierto.
8.- Txema Montero, censurado
como lo fueron Bergara, Greaves y Ansotegi y aquí no pasa nada. Y Esteban
aplaudiendo la medida.
10.- Finalmente, Luis Aitor
Esteban Bravo es elegido gracias al favoritismo del sistema pero solo por
un escaso 10% de la hastiada afiliación. Un partido desmotivado, muerto, en
declive, gracias a los manejos de la cúpula pero a él, a Esteban Bravo, en su sectarismo, no le importa nada porque,
carente de inteligencia emocional, es incapaz de sumar, de tener una política
clara, de presidir un Partido de 130 años que no merece presidir y que solo
quiere hacerlo con su cuadrilla. Segundos, terceros y náufragos, todos fuera...
Yo me quedo con la sigla.
Estaremos muy atentos a lo que
hace, cómo lo hace, y lo que deja por hacer. Seremos la gota malaya que le va a
acompañar en su mandato, que ya comienza mal, gracias a este decálogo que hemos
expuesto y que nadie nos puede refutar, y a la cálida felicitación de un Pedro
Sánchez que le debe, gracias a su pusilanimidad y su falta de columna
vertebral, su diaria presidencia. Si un español con tanto poder te
agradece algo, mala cosa. A Puigdemont no solo no le agradecen nada sino le
llaman delincuente. Que todavía hay clases.
Quede claro que es el primer portavoz del Grupo Vasco, de EAJ-PNV, al que le aplauden con tanto fervor en la cámara de la soberanía española. Quizá a quiénes precedieron a Esteban Bravo no les aplaudieron con la orejas porque les veían como peligrosos nacionalistas vascos y a éste le aplaude toda la izquierda española porque no deja de ser más que un colaborador necesario sin el menor peligro en cuanto a aspiraciones “secesionistas”.