PROFUNDA DECEPCIÓN CON EL LEHENDAKARI URKULLU

El Lehendakari Urkullu sabe perfectamente que me indignó la manera primaria como se le desbancó de una cuarta oportunidad, máxime, siendo el candidato mejor valorado en aquel momento para volver a ser Lehendakari y pudiendo haberse gestionado  una sucesión no traumática. Se lo dije personalmente.

También sabe que nuestro candidato a la presidencia del EBB en estos momentos de emergencia, era él. Tenía toda la auctoritas y la potestas. Conocido y antiguo presidente del BBB y del  EBB, hubiera concitado la adhesión automática de la afiliación y no hubiera hecho falta haber dado ninguna explicación. También se lo dije personalmente.

De ahí que ha extrañado esa prescindible carta de, ayer, domingo para no decir nada salvo que quiera enviar un mensaje a quienes le han echado. Igual termino por pensar que padece una especie de “Síndrome de Estocolmo”. Ni idea.

Pero callarse ante esas letras de pensamiento antidemocrático de Ortuzar cuando en su despedida nos dice que, si hubiera habido dos candidaturas el PNV corre el riesgo de dividirse, y él no decir nada, clama al cielo. ¿Qué PNV han hecho él desde el Gobierno y Ortuzar desde el Partido para quedarse callado ante semejante majadería y que pase sin que nadie le diga nada a un Ortuzar frustrado  y que ha recibido la medicina que él le dio al Lehendakari?

Desgraciadamente tras la miserable patada que le dieron (porque fue una miserable patada) no tuvo el suficiente valor para haber luchado por lo que nos dijo creía: Un PNV fuerte y unido. Todo lo hizo con opacidad y rodeándose de una serie de fieles, algunos de muy dudosa catadura, sin haber pactado con quienes le podían haber aceptado su natural liderazgo. Demostró con ello que su percepción de la realidad era muy débil, por no decir inexistente. Doce años de gobierno sin debate alguno, con la piel muy fina, sin tomar él nunca la iniciativa de hablar con nadie, lo fueron colocando como esas imágenes del Sagrado Corazón con una lucecita que  tenían nuestras amamas en casa. Te bendicen pero no hacen milagros. Si te alejas de la gente y la gente se aleja de ti. 

El caso es que su fracaso fue sonado y la conclusión evidente, aunque se verbalice por lo bajo, “a lo bajini” que dría Iñaki Williams. Muy a nuestro pesar, debemos constatar que Urkullu ya no pinta nada en el PNV… como para condicionar la menor conducta. Duro, pero real. Quizás se lo ha ganado a pulso eligiendo colaboradores alfombra o de fuera del PNV, huyendo de los veteranos, que existen, y sobre todo sin tomarse el trabajo de cultivar la amistad de la gente que le defiende (como es el caso) o que ejercita su crítica no para herirle sino para corregir algo que no va bien. Urkullu se equivocó gravemente y ahora nos sale con una hoja plañidera que no va a tener ningún efecto y que tiene el valor de decepcionar a los que siempre le han (hemos) defendido. 

No ha sido, estos años y estos meses, una persona cercana ni mucho menos dialogante. Y la imagen que proyecta es la de un gran aislamiento y solo de mucha preocupación para que su nueva Fundación no sufra los avatares de una política cainita, aunque ya de hecho hay un Foro Atlántico programado por Mikel Antón y no le veo a él. 

El escrito del Lehendakari no tiene el menor fuste. Cuando uno se reserva la verdad y lo que dice es anodino, es mejor no hacerlo. Y sobre todo si no vas a contar esa realidad que él conoce mejor que nadie. Porque el “sentido común” y la fidelidad tienen el límite de esa realidad, incluso cuando es incómoda. 

Urkulllu, mejor que nadie, sabe que Ortuzar y Esteban le quieren y nos quieren callados. Y no decir la verdad, como hace en esta carta, no ayuda, ni a los jeltzales ni tampoco a nuestro querido Partido. El buenismo y el interés personal no son la mejor guía para defenderlo. El Lehendakari José Antonio Ardanza, cuando dejó el Gobierno, fue más valiente e hizo en DEIA interesantes declaraciones, sin arrugarse y dando a entender cosas que no iban bien. En cambio, el Lehendakari Iñigo Urkullu solo nos habla de una cadena enmohecida y que está a punto de romperse. 

Respeto mucho al Lehendakari y me entristece que no marque un rumbo ético y de debate en su Partido. Y que conste que no me siento especialmente a gusto con que las personalidades que nos han mandado y representado no tengan una autoridad moral para corregir el rumbo y, por ejemplo, pedir en la actualidad unas elecciones democráticas con debates e igualdad de oportunidades como hicieron secretarios del EBB que él conoce perfectamente porque han trabajado con él (como Belén Greaves, Josu Bergara y Ricardo Ansotegi). A ellos les prohibieron incluso publicar valientemente esa petición de debates en DEIA y Urkullu calló y no se solidarizó. Fue increíble. Y eso crea  mucha desafección. 

Sobre la comparación que hace el Lehendakari Urkullu con Bulgaria  hablando de EH-Bildu, no debemos dejar de ser complacientes con lo nuestro, como acostumbramos a hacer, obviando una vez más la autocrítica. Urkullu, mejor que nadie, sabe perfectamente los defectos, muy graves, de nuestros procesos internos mientras se olvida que EH-Bildu. antes de elegir a los búlgaros dirigentes, hizo una cosa bien a diferencia del PNV como ha sido aprobar su ponencia política y luego elegir las personas. Lo distinto a lo que nos había ofrecido Ortuzar y luego mintió haciéndolo todo al revés, algo que le ha pasado factura.

Y si un ex Lehendakari, que ha sido presidente del BBB y del EBB, no ayuda a corregirlo ni mejorar algo que él sabe que no funciona y se limita a hablar de pájaros y flores y a repetir tópicos al fácil halago autocomplaciente, ayuda a que esa situación de tanta corrupción política interna se perpetúe. Y ese no debiera ser su papel aunque con esta carta parece que él ha elegido. Hubiera sido preferible no haber hecho nada. 

Desgraciadamente, y por lo que vemos, no podemos esperar de él más que fuegos de artificio (con pólvora mojada) y discursos banales donde se repiten tópicos que no pasarán a la historia. Y esa no fue su postura en la charla que dio en el Batzoki de Algorta. ¿A qué teme?

¿Es su carácter no mojarse ni bajo un diluvio?. Está en su perfecto derecho pero se irá diluyendo en la nada. Y eso de que por haber alcanzado un rango tan honroso se tiene que hablar en sánscrito o en arameo, no lo acabo de ver. Si quieres comunicar algo ten coraje de decir la verdad, con elegancia, pero decirla sin tratar de que te entiendan usando jeroglíficos. 

Y lo lamento muchísimo porque no creo que a pesar de lo que piense él, ni por asomo tiene ni va a tener un papel referente en el Partido. Hasta en eso hemos bajado la calidad de los ex lehendakaris. Ibarretxe con su silencio lo está diciendo todo y por eso se le aprecia tanto. 

Urkullu no ha aprendido, con tantos años viendo de todo que más vale soltar  un “¡coño!” a tiempo que una Ave María mal rezada. Una pena.

Urkullu que podía haber sido la gran referencia moral del EAJ-PNV pero, con esta conducta quedará para el respeto protocolario, pero para nada más. Muy cómodo en su Torre de Marfil, pero sin capacidad alguna para influir ni en el Partido ni en el País. Y sobre todo por si espera a que le llamen en lugar de ponerse  las pilas y llamar él.

Lo siento mucho Lehendakari. Me has defraudado. Ya sé que no te importará lo más mínimo pero, como sabes perfectamente, pese a ser yo quién firma, ni soy el único que escribe por aquí, ni el único que opina.

Se lo dijimos cuando se prestó a que le premiasen en el Arriaga goteando sangre por la espalda. Muchos nos negamos a asistir a semejante paripé. Se lo repetimos tras esa carta en lo que queda de DEIA. Se lo decimos con el mayor respeto y cariño del mundo sabiendo que, a lo mejor, lo hace para favorecer de alguna a quiénes no estamos de acuerdo con el teatrillo que han montado para ningunear a las bases militantes.

Es una posibilidad pero hay que descifrar su jeroglífico.