ANDONI, TE HAN ENSEÑADO LA PUERTA

En entrevista a El Correo Español, recién finalizadas las elecciones internas territoriales, y preguntado por la posición “crítica” en ellas de veteranos excargos y militantes, Andoni Ortuzar habló de que a algunos de ellos en su momento “hubo que enseñarles la puerta”. Y no sólo dijo eso, sino que esos veteranos “están terminando de mala manera no sólo su trayectoria en el partido, sino su vida personal y social”.

Nos quedamos de piedra ante tal desvergüenza en labios del presidente del EBB. No se podía demostrar con semejantes afirmaciones más poco respeto y más poca humanidad con el prójimo y con afiliados destacados de un Partido que él dirige, afortunadamente, hasta el próximo mes de abril… hasta dentro de bien poco. Porque han sido precisamente los alderdikides los que han tenido, en este caso sí, que enseñar la puerta y mandar a casa al capo de Sanfuentes.

Por fin le han puesto donde se merece por su deriva de empacho de poder y de soberbia. Él dirá, y dice, que ha ganado la primera vuelta y que se va por “generosidad” hacia el Partido y para “evitar la división”. Cuando la verdad es que apuntaba mal, muy mal, para él la segunda vuelta. Todo apuntaba a un triunfo, con remontada, de Esteban, sencillamente porque en el Territorio de Gipuzkoa no pueden ni ver a Ortuzar, y era más que previsible, sin conseguir ningún acuerdo de supervivencia, que se decantara por Esteban, que le superó ampliamente en ese Territorio y empató en el de Bizkaia. Ortuzar sabía que iba a perder, y sabía que se le pedía por todos los lados (Josu Jon Imaz incluido, aunque no sabemos qué pinta en esto) que se apartara de una vez del cargo, lo que ya tenía que haber hecho desde el principio, y no agarrarse al cargo como un gato a una cortina.

Todo por su insaciable ambición e interés personal. La vendetta de una arrinconada Itxaso Atutxa ha hecho el resto, habiendo ya proyectado a su cónyuge con la ayudita de su hermana, al frente del “independiente” órgano de control del Partido. Todo queda en casa y en la familia. Ortuzar, ahí tienes la puerta, querido “amigo”, le ha dicho su inseparable jobubi. La puñalada que él dio a Urkullu, se la ha dado a él Esteban. Se acabó el amor en el triángulo amoroso jobubi. 

No sabemos cómo y cuándo, anteriormente, Ortuzar “enseñó la puerta” anteriormente a ese conjunto, importante cuantitativa y cualitativamente, de veteranos jeltzales que Andoni hoy desprecia. Al parecer, con esa soberbia de sátrapa, él mismo debió hacerlo. Y lo dice como si el Partido fuera lo que él ha pretendido: Una dictadura familiar donde el que moleste, el que sobre, se va a la calle.

Hoy, lo único cierto y verdad es que el que se ha ido a la puñetera calle ha acabado siendo él, porque el alderdikide estaba hasta el moño de su crapulismo y autoritarismo. A él sí que se le ha enseñado la salida. Justicia divina, justica poética… justicia jeltzale. 

Lo de irrespetar a los exburukides veteranos tendría que pasarle ahora a él , y no recibir ninguna canonjía como se espera cuando salga del matxito. ¿A dónde irá con su gran “bagaje”? ¿A qué puerta giratoria? Es la pregunta que todos nos hacemos. Yo creo que debiera volver a su modesto origen, al diario DEIA, a arreglar lo que ha estropeado, un periódico muerto, que él ha manipulado desde fuera, con arbitrariedad y nula visión de futuro, priorizando su interés personal, dando de comer a la competencia, al diario El Correo Español, al que ha tratado con preferencia a través de Unai Larrea. Que vuelva a DEIA y que arregle la miseria mediática que él ha propiciado. Justicia mediática, justicia de sopa boba, a falta ya de percebes. 

Le esperaremos en la Junta General de Accionistas. Como siempre, si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Como tenga la ocurrencia de volver a DEIA, lo primero que haremos será solicitar su remoción en su puesto de trabajo por perjuicio manifiesto. Ciertamente, no lo podríamos hacer si “recuperase” su función como delegado sindical de ELA, pero ya se nos ocurrirá alguna cosa. No les quepa la menor duda.