Recibimos por mail una reflexiones que vamos a publicar como un remitido. Y lo vamos a hacer por dos motivos:
En primer lugar, porque aceptamos la crítica con total normalidad y, en segundo lugar, porque nos parece un magnífico escrito de opinión, claro, conciso, perfectamente estructurado y, totalmente razonado. No sin antes agradecer la remisión del mismo a su autor, les dejamos con la lectura del mismo:
"No soy precisamente un defensor de este tipo de blog crítico, sobre todo porque muchas veces las opiniones políticas acaban diluyéndose y el foco se desplaza hacia ataques directos a personas. Precisamente por eso, lo que sigue no va contra nadie en concreto, sino contra un modelo de partido y una forma de hacer las cosas.
Algunas cosas que conviene decir claras.
Después de muchos años de militancia, uno aprende a distinguir cuándo hay debate real y cuándo las decisiones vienen tomadas. Y lo ocurrido con la reforma de los estatutos encaja claramente en lo segundo.
No se trata de una discrepancia puntual ni de una cuestión de formas. Es una suma de hechos que dibujan un cambio evidente de modelo. El PNV ya no funciona como un partido de bases, aunque esa definición siga apareciendo en los textos oficiales. Funciona como una organización de cargos, con una estructura claramente presidencialista. Esto no es algo nuevo: es un proceso que viene produciéndose de forma creciente desde hace años, pero es ahora cuando queda plasmado de manera explícita en la reforma de los estatutos.
Desde la Ejecutiva Nacional se presenta la aprobación de los nuevos Estatutos como un paso para “fortalecer y activar a la militancia”, hacer el partido más ágil, más abierto y más eficaz. Ese es el relato. El problema es que ese relato no encaja con la estructura que finalmente se ha aprobado.
El proceso de enmiendas no fue un debate abierto. Estuvo dirigido desde la Ejecutiva Nacional. Muchas propuestas ni siquiera se discutieron; simplemente no pasaron el filtro. Tampoco hubo una posibilidad real de defenderlas, ni de que distintos territorios pudieran apoyarlas conjuntamente. Sin contraste no hay decisión democrática, por mucho que se cumplan los trámites.
Se insiste en que un alto porcentaje de enmiendas han sido aceptadas o transaccionadas, algo que no se corresponde con los datos. Pero, en cualquier caso, la participación no se mide por el número, sino por si las enmiendas podían alterar el modelo de poder. Y en ese punto, el esquema final es claro: el sistema de cargos sale reforzado y las bases, no.
El resultado se ve sobre el terreno: las juntas municipales quedan relegadas a un papel prácticamente decorativo. Existen, pero no influyen. Y cualquiera que haya pasado años en un batzoki sabe que cuando lo municipal pierde peso, el partido se va alejando de la realidad.
Al mismo tiempo, se refuerzan figuras como Alderdizaleak, presentadas como una ampliación de la participación. En la práctica, son estructuras controladas orgánicamente desde la dirección nacional, con visos de funcionar más como cantera de futuros cargos o apoyos que como espacios de debate político real. De nuevo, más estructura que base.
Resulta especialmente significativo que la propia Asamblea Nacional haya votado en contra de enmiendas que le otorgaban más atribuciones. El órgano que debería ejercer control acepta perder capacidad de control. Cuando eso ocurre, deja de ser un contrapoder y pasa a ratificar.
A esto se suma la sensación de ausencia total de la Comisión de Garantías y Control durante todo el proceso. Para quienes conocimos un partido muy celoso de sus reglas internas, esto no es un detalle menor.
Tampoco parece razonable que unos estatutos que regulan incompatibilidades y obligaciones de los cargos públicos hayan sido elaborados mayoritariamente por cargos públicos, incluso con la participación de personas no afiliadas. Quien se regula a sí mismo rara vez se pone límites reales.
Los estatutos siguen afirmando que el PNV es un partido de bases y que sus ejecutivas son colegiadas. Pero la estructura aprobada y la práctica diaria dicen otra cosa. Hay una ejecutiva nacional fuerte y un presidente que concentra la iniciativa y la decisión. Eso es un modelo presidencialista. No pasa nada por reconocerlo; lo que chirría es negarlo.
También se recoge la posibilidad de realizar consultas a la afiliación. Pero se trata de consultas no vinculantes, activables solo a propuesta del EBB . No hay iniciativa desde abajo ni obligación de consultar sobre cuestiones clave. El instrumento existe, pero el control sigue estando arriba.
Por eso, si se quisiera ser coherente, la primera consulta debería ser muy sencilla: si la afiliación está de acuerdo o no con la estructura de partido que se ha elegido. Todo lo demás es secundario. Preguntar sobre lo accesorio y evitar lo esencial no es participación; es gestionar el relato.
Conviene decirlo claro: si la afiliación quiere este modelo, es perfectamente legítimo. Cada organización decide cómo quiere funcionar. Lo que no es legítimo es hacer pasar este esquema por un partido de bases con ejecutivas colegiadas cuando no lo es.
El modelo aprobado es similar al del PP o al de Vox: presidencialista, con la particularidad de que mantiene una cierta bicefalia, pero limitada exclusivamente a la Ejecutiva Nacional. Hacia abajo, el funcionamiento es vertical: se decide arriba y se ejecuta abajo. Presidentes de ejecutivas que, además, son cargos públicos relevantes, o presidentas que se sostienen con apoyos mínimos —en algunos casos en torno al 25 %— de sus juntas municipales.
En este esquema, las ejecutivas territoriales pasan a funcionar, en la práctica, como delegaciones encargadas de ejecutar decisiones, no como órganos políticos con capacidad de reflexión, iniciativa o corrección. La dinámica de acordarlo todo en despachos entre presidentes sustituye al debate orgánico. Y eso empobrece al partido.
Cuesta creer que una reforma estatutaria de este calado se despache en 45 minutos de Asamblea, y que además que la gran mayoría de organizaciones de los representantes no hayan tratado previamente las enmiendas en sus asambleas municipales, siendo esto de obligado cumplimiento. Eso no es deliberar; es cumplir expediente.
La militancia del PNV siempre ha tenido bagaje político, memoria y criterio. Pensar que no está preparada para decidir, fiscalizar o discrepar es un error. Y cuando una organización deja de confiar en su base, el problema no es la base.
Lo que hoy se ve con claridad es esto: un partido que funciona como una organización presidencialista y de cargos no puede seguir presentándose como un partido de bases con ejecutivas colegiadas.
Eso no es evolución. Es falta de honestidad.
Y cuando se pierde la honestidad interna, lo que suele venir después no es ruido. Suele ser silencio, distancia y retirada."
Que bueno!!
ResponderEliminarTe honra publicar un artículo que empieza: "No soy precisamente un defensor de este tipo de blog crítico, sobre todo porque muchas veces las opiniones políticas acaban diluyéndose y el foco se desplaza hacia ataques directos a personas".
ResponderEliminarYa venía observando que lo tuyo con la libertad de expresión y con comentarios "poco palmeros" hacia tu blog no es un slogan sino que lo llevas a la práctica.
Al margen de todo lo anterior, me parece esta una reflexión del todo acertada.
Zorionak por tu blog y zorionak a quién haya escrito ese texto.
Yo también estoy en parte de acuerdo con el artículo y los primeros comentarios. Nadie va a discutir que Landa nos brinda un espacio de opinión libre, que nos respeta escrupulosamente el anonimato.
EliminarTampoco nadie va a discutir que, ideológicamente es un Jeltzale de teta, luego, abertzale.
Ni nadie va a discutir que hace un verdadero esfuerzo mantener esta bitácora diaria contra viento y marea pese a que le suponga que le piten los oídos todos los días.
Supongo que dispondrá de buenos tapones o, simplemente, se ha acostumbrado a ese ruido y ya ni le afecta.
Pero, como parte negativa, veo que tiene enfiladas a ciertas personas y tampoco lo disimula. A veces cansa ese pim-pam-pum contra las mismas caras. No digo que no lo merezcan pero, a veces, resulta repetitivo.
No creo que haya muy buenos ni muy malos, pero digo yo, que algo bueno harán sus "dianas" y, si hay que ponerlo en valor, debería reconocerlo.
Sin más. Zorion Gabonetako Jaiak eta Urte Barri On!
Ona
ResponderEliminarErabat ados! Gabon Zoriontsuak eta Urte Berri on, guztioi!
ResponderEliminarAtinado análisis, y yo si soy partidario de blogs como este que dan la posibilidad de criticar desde el anonimato en un mundo en el que algunos quieren controlarlo todo eliminando el concepto de libertad
ResponderEliminarAurrera landa eta Urte Berri zoriontzua
ResponderEliminarBuen artículo.Si al menos el sistema lo deciden sus afiliados no tan mal.Pero no es el caso y tampoco es aceptable que solo un 9% elija a la dirección nacional.Y que no hay un sistema libre de un afiliado un voto.Todos sabemos cómo se dirige este invento del voto ponderado.
ResponderEliminarEso de no dar nombres, desde mi punto de vista no es correcto. Las nuevas bases no se hacen por la IA, alguien ordena que deban ser asi y otros las elaboran y unos pocos más, las aprueban. Todos esos y esas tienen nombres y apellidos y son corresponsables de todo lo que se ponen en la cabecera. Sí queremos que queden impunes, y hasta unos cracks, vale, pero todos estarán muy bien colocados y lo han hecho por ellos y no pir el partido. Y hay una persona que ha aparecido poco y mal, un tal Aitor Esteban, que por supuesto es el padre de estos estatutos, como se dice, muy presidencialistas. Y teniéndole a el como presidente, y sabiendo como actúa, estarán aprobados a su imagen Y semejanza y hacia la derrota final. Muy engreido pero todo pasa como decía Heraclito de Éfeso
ResponderEliminar"La progresiva degeneración de la especie humana se percibe claramente en que cada vez nos engañan personas con menos talento". Atribuida sin pruebas a Charles Darwin, pero clarificadora del mundo actual y del partido en estos momentos
ResponderEliminarNo se puede fotografiar mejor la situación actual del PNV en menos letras y con una conclusión. Falta de honestidad presentar al Partido como una organización de bases. Quien ha escrito esto,deberia estar en Garantias y Control no la hermana de Atutxa ni Paco Allende ni los actuales que nadie conoce . Una lástima que personas que piensan tan claramente y de forma tan positiva tengan que escribir desde el anonimato. Zorionak al que sea. Tendrías mi voto para lo que fuera.
ResponderEliminarLa imagen más grotesca de la Asamblea del sábado en Gasteiz fue verle a Aitor Esteban con los Estatutos que teóricamente se iban a aprobar democráticamente con el libro de esos estatutos ya impreso.
ResponderEliminarEfectivamente es más que una imagen , un hecho que acredita lo que ha sido el proceso de modificación de Estatutos. Un bluf!!! Estos si están impresos desde el minuto - 30 y las ponencias sin imprimir . Se lo pedí a la Secretaria del EBB y me contestó que ya estaban colgadas en la web .
EliminarExterminio, Franco y Millán Astrai siguen vivos y el Partido recogiendo setas. Que pena, da asco
ResponderEliminarUn muerto soy que deambula / no inscrito ya en parte alguna..." ( en algún partido que me represente), poema de Ingeborg Bachmann
ResponderEliminarNo soy precisamente un defensor de este tipo de blog crítico, sobre todo porque muchas veces las opiniones políticas acaban diluyéndose y el foco se desplaza hacia ataques directos a personas
ResponderEliminarEsta es una frase del encabezamiento de hoy. A Iturrate ni le puso la Duvuna Providencia nivel Espíritu Santo, ni a la anterior directora ningún dios del Olimpio le mandó al paro. Tampoco por designio divino se han colocado todos los familiares Y amigos de unos y de otros. Todo esto tiene nombres y apellidos. Y esta bien hablar como si lo digiera Gila “ alguien ha matado a alguien “. No. No criticar a las personas concretas culpables, responsables de todo esto y ponerlo en genérico es una barbaridad y así estamos como estamos. Es la negación y se parece mucho a lo que dice Vox del cambio climático, que no existe, que es así. Jode! Criticar a nombres concretos no le gusta al escribiente, anda y que os den por donde os quepa, cómplices!
Un partido presidencialista,sin que el presidente sea empático,sume y tenga visión estratégica ,con una mujer,la suya, resentida y cargándose a quien no le gusta y como resultado una afiliación que al no verse implicada en nada,pasa olímpicamente en todo. Ese es el resultado como colofón de un análisis fino y positivo de este post.
ResponderEliminarCorrecto y acertado lo apuntado por nuestro protestòn, como casi siempre ....lo lamentable de esta situaciòn es que no se ven los menires,signos de rectificaciòn y el nivel de kakita nos va a llegar a la boca....lo ultimo de la gestiòn portuaria...Nuestro èxito ha sido equipararnos definitivamente a la fetida clase politica española.Lo hemos conseguidooo hip, hip..hurea!!!
ResponderEliminarArgi eta garbi azalduta. Amildegirako bidetik goaz...
ResponderEliminarConsuelo. Los demás son peores aún.
ResponderEliminarMas que consuelo, eso es un problema, porque permite al PNV hacer lo que le da gana ya que saben que la percepcion de gran parte de la sociedad es que hagan lo que hagan son los menos malos.
EliminarEl problema es nuestro, para ellos es una bicoca
EliminarNo se puede estar más de acuerdo con el análisis de esta persona. Todo consiste en poner bozal a las personas y un control total de las ejecutivas. Modelo estalinista. Quo vadis, PNV? Quién te ha visto y quién te ve!
ResponderEliminarAgradezco al autor de esta reflexión el publicao ,éste su equilibrado trabajo y le informo que he sacado copias y repartido y le pido que siga colaborando con este blog y con su estilo constructivo e inteligente.
ResponderEliminarEn la pagina web del Partido aparece Oihane Agirregoitia ,eurodiputada,sonriendo en el Parlamento Europeo. Es la misma que se felicita de haber apoyado en el Parlamento Europeo un aborto abierto y accesible. Si ella hubiera abortado no tendría los hijos que tiene. La filosofía del PNV era la bendición de los hijos continuadoers de la familia,de la especie y de Euzkadi,no su eliminación. Pero ella aparece encantada con su voto. No existe mayor contradicción. No me identifico con éste PNV.
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