martes, 13 de agosto de 2024

COMER SOPAS Y SORBER...

 


En una moderna Villa de Bilbao ya no gusta esa “fiesta nacional” a todas luces carente de relevo generacional y que, 
sin ayudas públicas del tipo que sean,
está destinada a morir por simple inanición.

Uno de los mayores peligros que puede tener un político profesional es ser percibido por el electorado como alguien superfluo que pretende quedar bien con todo el mundo (el famoso “bienquedismo”) y dar la sensación de nadar entre dos aguas.

En la fotografía de finales del mes de agosto de 2023 aparecen, de izquierda a derecha, y posando en el interior de la plaza de torturas de Vistalegre-Bilbao, el concejal socialista Jon Bilbao, el alcalde de nuestra Villa, Juanmari Aburto, y la concejala del PNV Amaia Arregi Romarate, y el concejal del PNV Kepa Odriozola. He rastreado de arriba abajo las redes sociales del alcalde intentando buscar esa imagen (o una similar) pero no ha habido manera. El pasado año las tenía en el concurso de tortilla de patata, en la entrega de varios premios, en el tren chú-chú, en los autos de choque, en la txosna Gogorregi, con Marijaia, con el Servicio Municipal de Limpieza, en recepciones, viendo los fuegos artificiales… Las hay de todo tipo, pero, curiosamente, ninguna en los toros. Quizá (y sin quizás) sea de los que piensa que si escondes algo lo haces desaparecer. Y nada más lejos de la realidad ya que esa foto en el antro de Vistalegre, está viralizada en internet y cualquier persona puede visionarla tan solo con “googlear” “Aburto en la plaza de toros”.

Como hemos podido observar quienes hemos visionado la fotografía descrita, si la primera autoridad de la villa va a los toros y no va a una manifestación antitaurina, a bote pronto, la primera conclusión que se puede extraer es que es más taurino que antitaurino. Solo su mera presencia en cualquiera de esos dos lugares haría que se posicionase hacia una de las dos opciones. En este caso, podría adoptar una posición neutra (no ir a una concentración antitaurina ni ir a los toros) y, merecidamente con tanto trajín en Aste Nagusia, quedarse tranquilamente descansando un rato en casa o haciendo, lógicamente, lo que le apetezca… Lo que quiera, pero, a ser posible, sin que mare al personal. El hecho es que, ante cualquiera de las dos posturas, eligió ir a los toros y deslizar el mensaje de que no es taurino ni antitaurino. Toda una estrategia de comunicación más simple que el mecanismo de un sonajero. Pero, viendo el percal que le rodea, pues tampoco es nada de extrañar.

También podemos fijarnos en una entrevista para tratar de dilucidar si el alcalde de Bilbao es taurino o antitaurino (él seguía con el mantra de no ser ni una ni la otra cosa) ya que, en este debate, aunque se pretenda, no se puede ser muy neutro. Habría infinidad de ejemplos, pero por no alargarnos diremos que, esto es como si eres del Athletic o no eres del Athletic, o como lo de ser creyente o no serlo. Para entendernos, ni se puede ser un poco creyente, ni ser un poco athleticzale: Se es o no se es. Así de claro.

En la misma le preguntaron si había ido a los toros y contestó que iría “hoy” (por el pasado sábado, día 26 de agosto de 2023). A renglón seguido dijo que creía irrelevante que el alcalde fuese o no a los toros. Decía que ese año los toros no han estado en el programa de fiestas, una decisión que habían adoptado por entender que es una actividad privada y que ya tenía una campaña publicitaria muy intensa tanto en el tranvía como en las farolas de Bilbao, en un ejercicio legítimo de comunicación y de propaganda. Proseguía declarando que habían dejado de comprar el palco de los toros, como ya lo hizo el Gobierno vasco y la Diputación; pero que el Ayuntamiento tampoco tiene ningún palco en San Mamés y no pasa nada.

A ver con qué nos sorprende este año, ya que, tras una propuesta del Partido Popular, los toros vuelven al Programa de Fiestas. Poco dura la alegría en la casa del pobre, pero, como se observa, Aburto sigue mareando la perdiz. Este año sí, el pasado no… Y si la salvajada taurina vuelve al Programa Oficial de Aste Nagusia lo ha sido con la indispensable aquiescencia del PNV, máxime en un annus horribilis en el que a la formación jeltzale (que ya había perdido dos escaños municipales) se le han esfumado nada menos que 31.000 votos en la Villa de Don Diego de la noche a la mañana... ¡En menos de tres meses! ¡Casi nada!


Y, al final, ¿No será que es taurino pero, por el motivo que sea, juega a vacilar a la Ciudadanía? Mal camino lleva, ya que esos 31.000 votos perdidos en Bilbao hubiesen supuesto, de forma extrapolada, la pérdida de otros 3 concejales (e irían a los menos cinco). También es cierto cómo se quiera hacer esa lectura y con qué grado de extrapolación. Solo hace falta ver la anterior infografía para observar cómo, por ejemplo, el diario Deia, cuando interesa (abril de 2024) extrapola resultados electorales entre diferentes tipos de Elecciones y, cuando los números no son favorables (junio de 2024) desaparecen ese tipo de análisis y pasan a hablarnos acerca de las nuevas flores silvestres que están saliendo en las laderas del Pagasarri. Muy serio todo.

Volviendo a la entrevista del pasado año, y a la espera de la que conceda este, cabe resaltar que fue preguntado sobre si el Ayuntamiento se estaba replanteando su apoyo a los toros, a lo que contestó que no, que el Ayuntamiento no apoya las corridas de toros ni deja de apoyarlas y que, hasta ahora, tenían un flujo económico, que era la compra del palco, y habían decidido no comprarlo. Finalizaba aseverando que en Bilbao hay toros porque el Ayuntamiento licitó un concurso público, que posibilita que haya una empresa privada que gestione la plaza de toros.

Bien… Ahora vamos a “destripar” un poco el contenido de esa entrevista ya que hay aspectos que no acaban de cuadrar o piezas que no acaban de encajar: De entrada, no es en absoluto irrelevante que el alcalde vaya o no vaya a los toros. Que vaya es relevante ya que su presencia institucional (que no a título personal) denota un apoyo implícito a semejante anacrónica y siniestra actividad. De igual manera, si hubiese optado por participar en una manifestación antitaurina, hubiese sido igual de relevante. Y si hubiese ido un día a la plaza y otro a la manifestación, hubiese terminado por descuadrarme del todo el esquema, aunque eso de quedar bien con todo el mundo, si no imposible, es realmente muy difícil… Pero que muy, muy, muy difícil.

Que el pasado año los toros no estuviesen en el Programa Oficial de fiestas fue una decisión aplaudida por este autor, pero, claro, porque parece una columpiada en toda regla, este año debo pasar del aplauso al abucheo. Veremos si este año tiene agendada su presencia en esas tétricas instalaciones, porque esas cosas se programan y no son decisiones espontáneas de ésas de “mira, tengo un hueco en la agenda así que me voy a los toros”. Para nada… Eso, no cuela. 

Nadie va a cuestionar que en Bilbao se pueda elegir dónde ir y que, tanto unos como otros, actuemos con respeto, pero eso de dar una de cal y una de arena ya no vale de cara a una sociedad debidamente informada y, muchas veces, hasta sobreinformada en tiempo real. ¿Acaso pretendió con su asistencia a “Vistamuerte” desagraviar a quiénes el año pasado le habían puesto -literalmente- a parir desde una denominada “Federación taurina”? A saber…

Tampoco acertó el alcalde Aburto poniendo el ejemplo de “la tienda”, que tuvo a bien desarrollar en un concurrido medio de televisión local cuando dijo que los toros son una actividad, que está ahí, que es legal y, por lo tanto, desde ese punto de vista nada que decir. Dijo tener la sensación de que “la tauromaquia en Bilbao está en un momento delicado. Y puso un ejemplo en el que comentaba que él solía decir que es como una tienda de cualquiera de nuestros barrios. Si nosotros entramos a comprar, esa tienda se mantiene alegre y dando servicio. Si la gente deja de ir a comprar, esa tienda se ve obligada a cerrar. Pues, en opinión del alcalde con los toros ocurre un poco lo mismo: si la gente acude a la plaza a ver los toros, pues seguirán estando y en la medida que la gente deje de acudir… Según Aburto la tauromaquia en nuestra villa se encuentra en un momento en el que hay que ver hacia dónde va ese espectáculo “.

Vamos a ver… (y lo voy a explicar con cierto sarcasmo por lo que, simplemente, entiéndase como tal): la Teoría de la Tienda, actualizada, puede suponer al alcalde una candidatura al Premio Nobel de Economía Circular. Es cierto que sería bastante similar a la de Jon Kenneth Galbraith, que elaboró su famosa Teoría de las Casas de Citas y su proyección de negocio según que hubiera muchas o pocas trabajadoras sexuales y muchos o pocos cabrones. Aburto perfecciona todo ello y le da su personal toque de humildad “txirene”, como diría el difunto alcalde Azkuna.

Pero todo esto no es nada nuevo ni viene de hoy, ni de ayer. Ya en 2016 Aburto “denunció” en una entrevista en un medio radiofónico que se estaba creando un “debate artificial” sobre los toros porque “hay algunos componentes de índole política”. Pues nada, si hablamos de la “fiesta nacional” española y de componentes de índole política, pues hablemos de política: Siete años después de aquellas declaraciones se encontró de frente con 17.433 votos menos que en su anterior mandato y con un buen puñado de votos nulos (más a su nombre que al resto de la Candidatura o a la sigla) que, como hemos apuntado anteriormente, conllevó la pérdida de dos ediles jeltzales. Y esas elecciones no estaban “bipolarizadas”. Igual algunos (repito, algunos) de esos votos perdidos o nulos tuvieran algo que ver con todo esto. En realidad, ni yo ni nadie puede saberlo, pero es una hipótesis tan válida como cualquier otra... Como la de la tienda de mi barrio.

Así que, tirando de refranero, esa indeterminación viene a ser percibida como eso de comer sopas y sorber… No. No puede ser. Ahora... Vaya usted a saber. De la misma solo va a darse una vuelta... O un paseíllo... Y es que es tan imprevisible como mal regidor. (yo diría que el peor con diferencia desde Jon Castañares hasta Ibon Areso). Poco se le quedó de los valores de Acción Católica, salvo la soberbia. Y, porque es un personaje de esos que restan en vez de sumar, imagino que, al final del mandato, le mandarán a su casa. Y se le puede mandar por partida doble: No va a obtener el apoyo de la Ciudadanía porque aquéllo de que si el PNV presentaba a una maceta, salía elegida; y porque, a la hora de repetir , más que posiblemente no estén mandando sus actuales valedores y valedoras  salvo que subsista alguna o algún Ente pensante que decida hacerle "Asesor" de vaya usted a saber qué. De entrada, de Seguridad Ciudadana sería del todo descartable. Yo le mandaría de presidente de la siniestra plaza de toros y, como propongo en la foto de cierre, le dejaría hasta desfilar. Si así fuese feliz, pues yo también. En serio.


3 comentarios:

  1. Puff, todos los años el mismo modelo de fiestas. Bares, txoznas, barracas, toros, fuegos, pavoneo pijo, basura, orines, ruido....La modernidad no llega en este asunto.

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  2. Un empresario dispondrá de 55.000 m2 de terreno público de Bilbao en Artxanda por la ridicula cantidad de 10.000 Euros anuales. Además el Ayuntamiento incentivará con dinero al mismo empresario para que construya un "parque de aventuras" . Dado que en el consistorio bilbaino no existe la oposición pues hala, a disfrutar.

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  3. Yo no soy afiliado del PNV pero sí un votante de toda la vida. En las Municipales/Juntas Generales voté al PNV en las segundas. Pero voté nulo a Aburto por varios motivos pero su apoyo a lo que tú bien llamas "salvajada taurina", fue uno de esos motivos. Y mi esposa igual. 2 votos menos.

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