lunes, 12 de agosto de 2024

ROCES SIN IMPORTANCIA


Ayer, día tórrido donde los haya, me llamó un amigo de toda la vida queriendo quedar hacia el mediodía para tomar unas cañas y hablar un rato. Llegué un poco tarde. Es un maldito defecto que no soy capaz de corregir… Siempre me pasa algo. ¡En serio! La vi venir porque, claro, además de conocerle hace 40 años y haber compartido tienda de campaña durante muchos Alderdi Eguna, ya venía “riñéndome” por Whatsapp por escribir cosas “malas” que “perjudicaban al Partido”. Es de los típicos que, sí Javier Arzalluz le hubiese tirado por un puente, se hubiese tirado. En cambio, no tengo yo tan claro que lo hiciese si se lo dice cualquiera de las y los actuales dirigentes.

Dicho y hecho. No tardó el tiempo en darle un sorbo a la cerveza con unas aceitunas (no tenemos para percebes) para decirme que, escribiendo estas líneas (en este caso, quedamos en que lo podía relatar, pero sin mencionarle) estaba perjudicando gravemente al Partido. La verdad es que podía avanzar en su previsible guión ya que sé de memoria ese tipo de argumentarios. Así, le tuve que ir rebatiendo punto por punto:

En primer lugar, detecto que se ha instalado en parte de la militancia el argumento justificativo utilizado por los actuales burukides, cosa que, elevado a nivel mantra, viene a ser que criticarles, significa criticar al Partido. Y, lógicamente, eso no deja de ser otra cosa más que un cuento chino que utilizan como una especie de armadura templaria completa (full equipe) para, con la coraza defenderse de las criticas personales y, con la espada, atizar a quiénes osen hacerlo. No está mal pensado, pero, afortunadamente, las personas vienen y van y el Partido ahí sigue tras 129 años de historia. Y hablando de ir y venir, no me cabe la menor duda que las personas que, actualmente, se encuentran dirigiendo la formación, son de los que se tienen que ir. Y lo tienen que hacer, fundamentalmente, por ser los responsables directos del fiasco electoral y perdida de confianza social que padece EAJ-PNV.

En segundo lugar y, así las cosas, en absoluto es cierto que criticar a las y los responsables de la deriva sin frenos y cuesta abajo, sea perjudicar al Partido. Muy al contrario, honestamente creo que es hacer un servicio al mismo. De hecho, son muchas y muchos los que me dicen en un ámbito privado que están del todo de acuerdo con lo que escribo pero que ellos no pueden hacerlo. Tienen miedo a las consecuencias. Ya lo anunció Miren Sacristán con poner en marcha sus dirigidos tribunales. Como en El Jardín Prohibido de Giacobbe, la vida es así, no la he inventado yo, aunque soy del todo comprensivo pese a que ya estamos con la misma: Pavor. Y me pregunto, ¿Hay que tener miedo a un alderdikide que, circunstancialmente, disponga de un cargo de dirección en el Partido? ¿Miedo a qué? ¿A quién? ¿Por qué? Y ahí nos encontramos con una de las principales conclusiones a las que llega ese proceso de supuesta “escucha activa”: La imagen de clientelismo. Por ello, a nada que les debas, parece que se les ha de rendir servilismo, pleitesía y agradecimiento ad aeternum. Y, aunque creas que lo hacen mal, pues a callar y, si hay alguien que decide decirlo públicamente, se lo agradeces en la intimidad y listo. Y no me quejo. ¡No es poco! ¿Quien decidió excluir a Nerea Lupardo de la dirección del Palacio Euskalduna y meter a dedo, vía Leixuri Arrizabalaga, a Iñigo Iturrate solo porque es amigo de la pareja Itxaso Atutxa-Aitor Esteban, se puede quedar sin sanción? ¿Estamos en Chicago ?

E insisto que lo comprendo perfectamente que pique lo que escribo, pero yo, ni soy el responsable de perder más de 200.000 votos, ni tengo la jeta de intentar compartir esa responsabilidad con la militancia, ni me vengo arriba y, cometiendo un error descomunal, andar por la vida llamando “blandos” a una buena parte del Cuerpo electoral, es decir, pensar que todo lo hago bien pero que mucha gente vota mal, o ya ni vota.  Posiblemente yo no es que esté haciendo muchos amigos, pero fijo que muchos más que quién llama blandengues a sus potenciales electores. Y para colmo, me voy de vacaciones a Sancti Petri a tomar el sol y ralentizo todo el proceso. De juzgado de guardia.

En tercer lugar, se intenta expandir la imagen de que soy un rebotado o un resentido. ¿Alguien en su sano juicio cree que me tomaría esta molestia por simple rebote? Poco o nada me conoce quién piense eso. De hecho, y ya por la segunda cerveza, mi amigo me reconoció que él no opinaba eso de mí porque nunca he sido así y, tampoco, me he dado un golpe en el coco. Eso sí, me reconoció que eso se iba diciendo, aunque, a decir verdad, tampoco me descubrió la pólvora. Así que, de rebote, nada de nada. Sí reconozco que, no el Partido, sino sus dirigentes no me han tratado bien y que puede haber mucho de desilusión y algo de pena, pero nada de resentimiento. Quizá me duela más el partido por encima de carguitos y remuneraciones. Quizá siempre haya escuchado a mis mayores cómo se ha de actuar de una forma coherente y, siempre, de frente.

Le dije en confianza lo que creo: Éstos no sueltan el poder ni con agua hirviendo. y yo solo denuncio sus corruptelas. Lo avalé enseñándole el titular del Correo Español de ese mismo domingo en el que dice que "El PNV sopesa mantener a Ortuzar y renovar las territoriales y el EBB". Se trata del típico globo sonda, del que nada será comentado en el mudo Deia del compañero de pelota de Ortuzar, Juanjo Baños, debiendo haber sido el titular algo más preciso como "Ortuzar y compañía sopesan mantener a Ortuzar y compañía". ¿Es ésta la autocrítica del Gurú de Ataun? ¿Acaso no es responsabilidad de toda la ejecutiva del EBB y sus correas de transmisión, las Territoriales, la actual situación del Partido?

También me reconoció que las asambleas están tan muertas como unos batzokis que tienen la camisa de fuerza de Bai Batzokia, un instrumento de control presidido por Joseba Aurrekoetxea (y en cuyo Consejo de Administración se sientan, entre otras y otros,  Mireia Zarate, compañera de Ortuzar, o Jon Jauregi). Mientras, se cierran batzokis porque -me exponía- se exprime a sus gestores hasta unos niveles insoportables que impiden la correcta gestión del negocio en cada Batzoki. Y se preguntaba dónde se podía denunciar esta situación tan absurda y tan letal para una organización como la del PNV, que tiene un gran número de Batzokis cerrados y no se puede decir absolutamente nada.

En cuarto lugar, considero conveniente dejar bien claro y sin la menor duda que mi Expediente Disciplinario tiene su origen en la no aceptación de la crítica. Critiqué utilizando mi libertad de expresión, y me expulsaron, pero no del jeltzalismo. Ante eso, siempre te dicen que los trapos sucios hay que lavarlos en casa, pero yo, como expuso Txema Montero en un reconocido artículo, no estoy de acuerdo. Al menos en política no hay por qué lavarlos en casa. Y más si presumimos de unas supuestas transparencia y democracia interna. De hecho, nadie sabe dónde está la lavadora de esa casa y, personalmente, pienso que ni existe, ni quieren que exista. Ahí le tienes a la Miren Sacristán y a Amaia Atutxa, “miembro” de la Comisión de Garantías y Control. Por ello, digo que, mientras se resuelva judicialmente por vía externa dicha resolución de la Santa Inquisición corporativa, conviene repetir que se origina por opinar, es decir, yo no he malversado, ni prevaricado, ni robado, ni, lógicamente, he sido juzgado o condenado por ningún tipo de conducta delictiva relacionada con el desempeño de un cargo público. Por ello, tampoco he acabado de asesor en ninguna parte.

Por ello, me veo perfectamente legitimado para opinar lo que considere conveniente y, más, cuando nada de lo que vengo diciendo puede tacharse de falso o incierto, si bien, sí de incómodo. Y que no lo haga en los medios de comunicación del ámbito de influencia de los dirigentes que señalo (más que personalmente a ellas y ellos, a sus conductas o actitudes), no significa que no pueda hacerlo. De hecho, lo hago y lo voy a seguir haciendo porque estoy convencido que hago un servicio a la sigla que, por el momento, rigen y dicen gestionar, pero, que no es de su propiedad.

Ya terminando, por contratar, hice estas preguntas a mi amigo y le dije que no era necesario ni que las contestase. Simplemente, que le diera una vuelta:

¿Consideras adecuado que Andoni Ortuzar designe a Mireia Zarate burukide del EBB (y Secretaria del mismo) y presidenta de la Fundación Sabino Arana? ¿Te parece adecuado que en plena relación con Iberdrola ésta le contrate a su hija Garazi con un sueldazo  que para si quisieran todos los jóvenes vascos con siete masters? ¿Te parece adecuado que nombre a su primo, Xabier Sagredo, presidente de la BBK y a su otro primo, Polentzi Urkijo Sagredo, director de Infrastructuras del Gobierno vasco, cargándose al exburukide del GBB, Fernando Uriona? ¿Estás de acuerdo que su prima, Itziar Epalza, sea la directora de los Parques Tegnológicos y su sobrino Igor Caamaño goce de una estupenda canongía y deje al agónico Deia, que necesita de profesionales que curren? ¿Estás de acuerdo que la presidenta del BBB le nombre a su marido candidato a diputado y éste, con todo su rostro de pedernal, critique a Begoña Gómez por gestión antiestética? ¿Te parece bien que la hija de Koldo Mediavilla haya sido la cuestionada jefa de comunicación de Gotzone Sagardui y nadie responda del  nefasto trabajo realizado y, ahora, a su marido Aitor le hagan coordinador del Grupo Vasco en el Parlamento? ¿Te parece bien que la hija de Aurrekoetxea entre a dedo a trabajar en el Puerto de Bilbao?

Me dijo "¡Para… para!… me parece horrible lo que enumeras". Yo le contesté: “Ya, pero ¿En qué sitio puedes denunciar este nepotismo impune y como consecuencia de él, que el malo, al que tu riñes, sea yo?

Lo cierto es que el Partido Nacionalista Vasco está muy por encima de ellas y ellos y, lógicamente, de mí. Y la sigla nos sobrevivirá a todos. De lo que se trata de es de hacer lo que dice ese cartelito tan de moda en los WC de las playas: “Esto es de todos. Déjalo como te lo has encontrado”. Pues nada… Que apaguen la luz al salir.

Si a una Asamblea municipal no asiste el 30% de la afiliación sus acuerdos deberían ser nulos. Y si el afiliado no acude es porque nadie les motiva y nadie les respeta porque, si hubiera debate en las asambleas, los familiares directos de los burukides no podrían ser propuestos por el órgano en el que participa su familiar. Se tiene que redactar una especie de Código Ético del Burukide del PNV para soslayar y perseguir el nepotismo

Ah… No crean que me había olvidado del amigo el que me riñe. Terminé diciéndole: “Ten la seguridad que yo seguiré, aunque me caigan chuzos de punta. No saben lo que han hecho. Y es que cada vez tengo más y más precisa información. Estos burukides actuales del EBB carecen de ideología, no son válidos para la gestión, se cargaron sin consideración alguna al Lehendakari Urkullu, no están en sintonía con alderdikides de toda la vida, a quienes desprecian, y gozan de muy poca simpatía y empatía con el electorado propio del EAJ-PNV”. Así, tras dos roces sin importancia, cayó una tercera cerveza, nos dimos un abrazo y nos despedimos como lo hemos hecho siempre: Con un Gora Euzkadi Askatuta!

4 comentarios:

  1. Una vez más, CLARINETE. Lo que si podemos hacer es: reenviar tus comentarios a propios y ajenos. Se tiene más credibilidad, cuando cuestionas los que supuestamente son de tu cuerda.Aurrera Íñigo !!!!!!

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    1. En teoría son de mi cuerda ideológica. Pero yo no ando por una cuerda repleta de grasa, enchufismo, amiguismo y clientelismo. Técnicamente, creo que ando por una cuerda mucho más ética, más limpia, y más aséptica que ésa cuerda en la que pululan cuatro o cinco familias. Eso no es EAJ-PNV. Eso es un negocio en toda regla. ¿Qué lo quieren desmentir? Trabajar de forma altruista sería una señal. Pero, claro, eso no da para percebes. Eskerrik asko.

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  2. Hola, Iñigo. Soy José Ramón Blázquez. Comparto muchas de las cosas que escribes, otras no, naturalmente. Estoy de acuerdo en que la autocomplacencia, la falta de renovación y el nepotismo son problemas básicos del EAJ-PNV. Estamos ante una crisis electoral por desafección social. Es evidente. Pero no comparto para nada que, en el marco de una opinión libre, se obvien las buenas cosas del partido y su acción institucional y política. Porque son hechos reales que hay que poner en valor y en público. Tantas cosas negativas, aunque sean veraces, deben ser compensadas por las muchas cosas positivas, entre ellas, la necesidad del liderazgo del partido en Euskadi. Sin ese liderazgo, Euskadi será un territorio más de España. O el campo de experimentación socialista y populista de la banda de EH Bildu, enemigos de la libertad y la democracia. ¿Criticar lo malo? Por supuesto. Pero también alabar lo bueno, que son muchas cosas. En tiempo de crisis como los actuales difundir todo lo bueno es más necesario que nunca. En fin, un abrazo.

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    1. Aúpa Joserra. Tiempo sin hablar contigo. me alegra que estés bien.
      Bueno, lógicamente, es hasta normal coincidir con unos aspectos y discrepar en otros. Es lo que entendemos por diálogo. pero, al margen de que yo haya sido vetado por opinar, por discrepar, tengo meridianamente claro que esa imagen de toda la vida (las cosas como son) relativo un clientelismo que, también, dicen percibir en ese supuesto proceso de "Escucha Activa", ha pasado a generalizarse. Y de ahí la desafección y la falta de confianza en la sigla histórica. Los resultados lo corroboran.
      Quizá, ésas cosas buenas se deberían amplificar pero, me encuentro con la paradoja que, quiénes deberían hacerlo, no lo hacen.
      Que lo hagan. ¿Han hablado de Educación, de la Ertzaintza o de Osakidetza?
      No. Hicieron de menos a la consejera Sagardui, han hecho desaparecer al de Educación y, al principal escollo en Seguridad, en la Ertzaintza, le han hecho asesor foral de su pupila. A eso se le llama regenerar sin regenerarse. Por supuesto que hay cosas positivas pero yo no soy un palmero a sueldo para destacarlas porque no es mi función. Para eso tienen enchufadas a docenas de personas en absurdos gabinetes de prensa multiplicados "a la ene". La vida es la vida y, a mí, me ha tocado poner en conocimiento ésas deplorables prácticas endogámicas y nepotistas. Alguien lo tenía que hacer, ¿No crees? Cuídate mucho, Joserra. Sabes que se te quiere. Al menos yo sí te tengo aprecio y cariño.

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