DEFINITIVAMENTE, O SE RÍEN A LA CARA DE LA MILITANCIA, O VIVEN EN MORDOR.

Ayer pudimos leer dos entrevistas alfombra y cargadas de tópicos, una a María Eugenia Arrizabalaga y otra a Jone Berriozabal. No tardará en salir en Deia la de Iñigo Ansola, aunque, en medios de comunicación, no por afines objetivos, no estaría mal que saliesen otras como las de David Salinas-Armendariz, o Gorka Urtaran, en las que nos contasen cómo han visto la campaña y sus déficits. Eso sería periodismo pero lo que leemos en Noticias de Gipuzkoa y en el Diario Vasco solo es obsequiosidad y total ausencia de profesionalidad.

He llegado a esta conclusión porque, cualquiera, con dos dedos de frente (salvo quién tenga algún interés personal o laboral, que también lo verá pero callará) puede percibir perfectamente que éstos nuevos dirigentes jeltzales, inmersos en una suerte de sucesión lo más parecida a cómo se sucede la Jefatura del Estado español, o viven en Mordor, o en Mátrix, o en La Tierra Media o, sencillamente, han decidido  columpiarse sin el menor rubor con la militancia de EAJ-PNV en sus respectivos Territorios.

Me explico: Yo no digo que la sucesión sea en plan borbónica (tampoco es cuestión de darles ideas) pero, sin ser por rango de sangre, sí lo es por designación dedocrática como si Egibar, Suso o Itxaso Atutxa nombrasen sucesoras o sucesores a Arrizabalaga, Berriozabal o Ansola a título de presidentes territoriales.

Y, claro, con ese fiasco de participación (15%), ahora toca legitimarlos para lo que utilizan los medios afines a su alcance para que nos cuenten historias, milongas  y relatos de lo más curiosos que, en todos los casos, denotan que, o se creen las trolas que sueltan sin anestesia o, en efecto, tratan a las y los afiliados como idiotas de baba.

Lo de Arrizabalaga puede parecer un enigma ya que, además que cuenta que “hay que tener un contacto directo con la militancia” (lo dice alguien que no tiene contacto ni con su propia sombra), y reconoce que “hay que dar una vuelta” al mismo sistema de elección que le ha beneficiado, el que benefició durante más de tres décadas a su designador, y el que puede beneficiar a quién sea, cuando sea, su sucesora o sucesor. Porque es la pescadilla que se muerde la cola y de nada sirve reconocer que no es un sistema acorde a nuestros tiempos (no hablamos de otra cosa más que de la de una o un afiliado = un voto), sin que aporte una modificación estatutaria para modificar dicho sistema. ¿Va a defender desde el GBB, y de facto desde el EBB, algo parecido? Si lo hiciese, me tragaría estas líneas con patatas pero mucho me temo que no me las voy a comer dado que  ese tipo de entrevistas “masaje” sólo sirven para legitimar lo ilegitimable. Es como si le hiciesen una entrevista a Felipe Borbón y, para quedar bien, dijese que no estaría mal un referéndum sobre la monarquía aunque llegado ese caso, ya les digo yo que no se iba a quedar en casa el 85% de los electores, como ha ocurrido en el proceso interno de EAJ-PNV.

En cuanto al “masaje” a Jone Berriozabal se puede extraer lo siguiente:

En cuanto al relevo generacional nos dice que no existe que es un “Sambenito” que oye desde sus tiempos de Instituto. Es decir, desde que comenzó a desencajar su particular puerta giratoria de cargo público en cargo público.

Pero lo curioso es como no se pone roja cuando dice que “El proceso electoral ha sido enriquecedor y que el Partido sale fuerte, unido y con las cosas claras”. No tengo ni idea sobre a que llama Berriozabal “cosas claras” pero, si de saque, llama “minoría” a un 47% del electorado jeltzale alavés, no parece que discierna muy bien entre cosas claras o cosas menos claras. No tener en cuenta a ese 47% tampoco denota que el Partido haya salido “fuerte y unido”. No dejar intervenir en Asamblea territorial a tu contrincante interno con ese porcentual de voto, tampoco parece  ser un ejemplo de “democracia interna”.

O esta mujer (como decía al principio) vive en Mordor, en Matrix o, simplemente percibe una realidad paralela en Araba. Ya me dirán ustedes si un 53% del voto interno la cualifica para hablar en semejantes términos.

Y el siguiente “masaje” lo será a Iñigo Ansola en Deia. Sobre el particular, comprendo que la anterior directora de Deia pueda haber sido más servil y parcial que profesional. Pero los favores se pagan, así que ha dejado la Dirección -de nuevo- a Iñaki González Torre porque ella ha sido “gratificada” con un cargo de designación dedocrática en el Gobierno Vasco. Como se observa, siguen premiando la obediencia y la sumisión ciega en lugar del mérito. Como accionista de Deia seguía de cerca los desaguisados de esa nefasta empleada y, ahora, como contribuyente, seguiré de cerca los previsibles desaguisados de Marta Martín desde el momento en el que perciba un solo euro de dinero público. Ya veremos en qué termina esa “inversión”.

Ciertamente, el repuesto director de Deia, González Torre, fue quién vetó a David Salinas-Armendariz así que este último, para seguir hablando de deporte, buscó un hueco en el otro medio oficial de comunicación de EAJ-PNV: El Correo Español. Incluso por eso, la deficiente Jefatura de Prensa de EAJ-PNV comenzó a correr el bulo (fake news) de que Salinas-Armendariz “era el candidato de El Correo”. Antes de pegarse el segundo batacazo cuando volvieron a meter las narices en el Athletic Club, utilizaron la misma táctica con Iñaki Arachavaleta. Como se ve (como ha ocurrido ahora con motivo de las Elecciones al Rectorado de la UPV-EHU), no espabilan. Ahí también se han dado de bruces. Ni quiero pensar en unas Elecciones adelantadas.

González Torre, al menos conmigo, ha demostrado tener más cintura que la incompetente Marta Martín pero, ciertamente, tampoco tenía entonces unas “órdenes” tan precisas por parte de Juanjo Baños, vía Unai Larrea. Por ello, se dedicaba a meterme unas temporadas en “la nevera” y hoy, paz, y mañana gloria.

¿Saben cómo podría haber “limpiado” la imagen de Deia (y, de paso, recuperar docenas de lectoras y lectores? Pues habiendo organizado un debate entre los candidatos al BBB Ansola y Salinas-Armendariz. Y hasta puede que le hubiese parecido una buena idea pero, cuando por encima del Consejo de Administración de EISA (Deia) está la Comisión de Control y Garantías de EAJ-PNV, poco o nada podría haber hecho el bueno de Iñaki González contra quién, conste donde tenga que constar, nada tengo contra él en un plano personal. Digamos que nos conocemos y yo sé para quién trabaja como él conoce cómo soy y cómo actúo.

Imagino que ya habrá encargado a Miriam el “masaje” a Iñigo Ansola. Ya verán cómo hasta nos habla de democracia interna sin ponerse rojo.

La pregunta es pertinente: ¿Arrizabalaga, Berriozabal y Ansola creen en lo que dicen y declaran o, simplemente tratan a sus pares como idiotas? Yo, que ya tengo las suficientes horas de vuelo, me inclino por la “B”.

¿Y ustedes?