¿ES EL PARTIDO NACIONALISTA VASCO UN ACOMPLEJADO PARTIDO WOKE?

Muchos son, incluso los “blandiditos", las y los militantes del Partido Nacionalista Vasco  que no llegan a ver la deriva cuesta abajo del Partido.

Otros han sido militantes, y otros lo volveremos a ser cuando la Justicia ordinaria nos reponga nuestra condición de militantes y, con esto, quiero decir que ser jeltzale no tiene que ser, necesariamente, el fácil hecho de disponer de un trozo de plástico o de cartón con una foto y un sello. Así, por mucho que cuatro advenedizos le “confisquen”  a uno ese trozo de plástico, no pueden sacarle ni de la cabeza ni del corazón las ideas, los sentimientos y la ideología mamada desde la cuna e incrustada en ADN. Otro día hablaré del “pedigrí” y de cómo cuatro recién llegados (algunas y algunos con dudoso origen) se erigen hasta en jueces municipales del Partido y no sé en qué más txorradas. Como diría Don Manuel de Irujo, la cola es el lugar idóneo para conversos y advenedizos pero el jaleo radica en que a muchos dirigentes locales de EAJ-PNV, Irujo solo les suena a uno que fue buen pelotari pero con la cabeza sin amueblar, ni a nivel Ikea.

El caso, es que los que nos sentimos nacionalistas vascos, no lo somos de este nuevo engendro que está generando el Gurú de Ataun, acompañado del "Ortutxato" y de los Susos de turno, recreando políticas norteamericanas de corte woke, que se resumen en: El dinero en el bolsillo derecho y los principios en el lado izquierdo de la mochila, conformando un PNV, de euzkokayetanos, de corte similar al difunto Ciudadanos del neo-falangista Albert Rivera. 

De los escritos y manifestaciones de los Barandiaran, Muñoa y el resto de élite gubernamental de sociólogos de Deusto, se deduce que están convencidos de que el PNV antiguo debe evolucionar hacia esa posición woke para ser atractivo para las nuevas generaciones de la sociedad líquida en la que -dicen- estamos instalados. Un error de principio a fin.

Llama poderosamente la atención la fotografía que proyectan sobre los ciudadanos de esta sociedad vasca en la que nos ha tocado vivir: Insolidaria, egoísta, egocéntrica, exigente en Derechos y poco proclive a la asunción de responsabilidades… Es su verdad líquida, que justifica los planteamientos que nos quieren imponer. 

Los principios woke que pretenden que el Partido asuma acríticamente son: 

1.- La definición absolutista de "todos los derechos para todos", sin definir lo que es un derecho en una sociedad democrática y sin más matizaciones. 

2.- Los derivados de la supremacía ecologista, antes lo telúrico que el ámbito de las personas 

3.- La supremacía del feminismo excluyente, que predica la igualdad para realizar políticas excluyentes. 

4.- Las políticas sobre inmigración sin fronteras, de puertas abiertas, más preocupados por la RGI del recién llegado, que por la pensión de viudedad de la amama, por los 45 años que cotizó el aitite, mientras ella ejercía de etxekoandre con cuatro hijos.  

5.- Las políticas de todo el mundo tiene derecho y a nadie se le exige ninguna responsabilidad  

6.- El buenismo derivado de que a quien delinque le asiste la razón y la Ertzaintza es una policía represiva y antidemocrática 

7.- Las políticas sociales bipolares de políticos que viven en la opulencia y 

se dedican a predicar cómo tienen que vivir los demás… 

8.- Un laicismo intransigente contra los postulados de la Iglesia católica y buenista y tolerante con el Islam y los principios musulmanes.  

9.- El uso de un lenguaje ambiguo, confuso y equívoco que huye de llamar a las cosas por su nombre. 

10.- La bipolaridad entre lo que se predica y el comportamiento 

personal de los prescriptores de la nueva ética social. 

Sin matices. Hasta parece mentira que un grupo de sociólogos educados en la Universidad de Deusto hayan salido de este corte. ¡Menudo santo y seña! ¿Dónde y cuándo se les "olvidaron" los fundamentos de la Ilustración, el espíritu crítico de la visión jesuítica de la vida, y el compromiso social de la misión ignaciana? 

Esta foto-robot que nos presentan en sus documentos de los procesos-patxangas de “escuchas activas” contrasta fuertemente con la realidad de la sociedad vasca que encabeza los rankings de solidaridad, compromiso, militancia en ONGs varias, aportaciones y donativos a causas justas… Por ser, hasta somos los mayores donantes de sangre y de órganos en Europa.

Probablemente el abismo entre las dos visiones contrapuestas radica, en que los procesos de la patotxada de la “escucha activa” de los sociólogos tomateros se realizan con personas del ámbito político-institucional instalados en la cima del entramado socio-económico que bastante curro tienen en mantener su status, sin meter mucho ruido. 

A este universo de ciudadanos euskokayetanos les va lo de los despachos suntuosos en jornada laboral plagada de reuniones, videoconferencias, y teletrabajo… para oír y recibir a gente, y el jatorrismo de sidrería para la afari-merienda y el running callejero urbanita para los fines de semana, acompañados por su mascota. 

Probablemente, tan atareados que están estos pluriempleados altos cargos que no han tomado el tiempo suficiente para actualizar la bibliografía de los cursos y másteres universitarios que imparten. Harían bien en incluir en su bibliografía las obras de la filósofa estadounidense, Susan Neiman, “Izquierda no es woke” (2024). 

Lo woke se ha convertido en postureo para generar humo que tape las políticas públicas plagadas de nepotismo y amiguismo existente en EAJ-PNV, con base en subvenciones a gogó para los amigos y exenciones de impuestos a las grandes empresas. 

Ya saben que en los tiempos de postureo que corren, el tripudo Olentzero baja de los montes acompañando de Mari Domingi, eso sí los dos vestidos correctamente de pobres,  como estipula el manual woke de protocolo y comportamiento, a anunciar a los vascos no que llega la Navidad sino que el crudo invierno… ¡Como si no nos hubiéramos enterado!  Pero doctores tiene la Universidad de Deusto que se lo sabrán explicar con un extenso manuela de gilipolleces. Y, mientras, Barandiaran, Muñoa & Company haciendo caja. 

O nos rebelamos o nos pasan por la piedra esta cuadrilla de impresentables que anteponen sus intereses particulares, académicos y económicos a los del Partido Nacionalista Vasco. Con esa banda no se puede ir, ni a heredar ni, tampoco, a la vuelta de la esquina.