¿CUÁNDO ENTREVISTARÁN A URTARAN Y A SALINAS-ARMENDARIZ COMO LO HAN HECHO CON ANSOLA, BERRIOZABAL Y ARRIZABALAGA?

Sí. ya sé que es como pedir peras al olmo o como pedirle a Iturrate compostura. Algo imposible, pero medios promovidos por EAJ-PNV, como el Grupo Noticias, deberían tratar a la afiliación del PNV con respeto e igualdad de oportunidades,  algo que solicitan para los demás. Pero pedírselo a Juanjo Baños (presidente del Grupo Noticias) o al -de nuevo- director de DEIA, Iñaki González, es tan inútil y produce tanta melancolía como pedirle a María Eugenia Arrizabalaga que sonría… Algo, también, imposible. O que Iñigo Ansola no mienta. O que Jone Berriozabal sea mínimamente empática. Y es que lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible. 

Ayer, domingo, aparecía en DEIA la tercera entrevista a los ganadores "arrasadores" de la segunda vuelta interna de las elecciones a los Consejos Territoriales de EAJ-PNV, gracias a un sistema viciado y poco o nada democrático, dónde la máxima de un afiliado un voto, no existe ni se la espera. En este caso a Iñigo Ansola con portada a lo grande hecha por el nuevo director de Deia en su tercera fase terrestre, González, oriundo de  Portugalete y amigo de bodeguilla del Capo de Portu, Joseba Aurrekoetxea. Que todo queda en casa. 

En portada, decía enfático Ansola: ”Euskadi es una nación y el futuro nuevo estatus tiene que reconocerlo con claridad”. Una afirmación política que nadie contradice. Lo malo de este fuego artificial fue que la Comisión de Garantías y Control le pidió a David Salinas-Armendariz que quitara toda alusión de su Programa a la menor mención política pues, según le dijeron, no era ese su cometido. Un abuso de los muchos habidos. David Salinas-Armendariz les contestó que un presidente del BBB acude semanalmente al EBB, luego opina y actúa en clave de política nacional. Y ante aquel estúpido requerimiento de la Comisión de mucho Control sin Garantías, les dijo que no iba a quitar nada de su Programa en relación a este punto. Y no lo quitó. 

Ustedes lo están sabiendo ahora porque David Salinas-Armendariz se lo comentó a un amigo común y éste me lo dijo escandalizado. DEIA no informó sobre nada de todo de esto y resulta que lo más importante que destacan de la entrevista-masaje de ayer, y como si de las Presidenciales USA se tratara, es un juicio político que suena a consigna, aunque  lo interesante hubiera sido que Ansola nos dijera cómo iba a hacer realidad  esa  boutade de que “no somos un partido presidencialista, sino una partido donde la soberanía reside en las bases”.

Y lo dice un señor cogido a lazo por Aurrekoetxea y Atutxa y que solo ha logrado movilizar al 15 % de la afiliación. Cualquier otra persona con decoro, no hubiera aceptado la designación tras la elección (que son cosas diferentes aunque a veces el subconsciente juega malas pasadas), una vez observado tan escuálido resultado. Pero éste no, al contrario, se jacta de no sabemos qué y, encima, miente sin el menor titubeo. Sin anestesia... mentir, por mentir. Buen discípulo les ha salido.

Por si hubiera alguna duda de la neutralidad del director de DEIA, Iñaki González, he aquí como le  presenta a Ansola al iniciar  la entrevista: ”La militancia eligió a Iñigo Ansola tras un proceso interno en el que el ruido ajeno no se correspondió con el pronunciamiento de los y las afiliadas que le respaldaron en Asamblea Territorial con 162 votos frente a los 15 cosechados por el otro candidato que buscó la confianza de las bases, David Salinas Armendariz”. 

No me digan que no se trata de una manipulación reñida con el periodismo responsable. En primer lugar, si González fuera riguroso, debería decir que, de la afiliación solo ha votado un 15%,  y de ese 15% Ansola, gracias a la ausencia de debates, gracias a la acción de la estructura organizativa de Sabin Etxea dirigida por Unai Andraka (que además era candidato), gracias a la  inestimable ayuda en DEIA por Baños, Vázquez, el mismo González, y la enchufada teletransportada Marta Martín; gracias a ETB, y gracias  a  ignorar al adversario (que ganó en Abando -el batzoki de mayor afiliación en Euzkadi y emblemático de Bizkaia-, en Ondarreta, Galdakao, Usansolo, Etxebarri, Turtzios, Bakio, Forua y varios más quedando, por ejemplo, en Errekalde y en Urduliz a uno o dos votos de ganar). 

Pero el caso no es éste: Lo denunciable en DEIA es el desprecio a esa votación a la que solo les ha faltado decir que es una “mierdita”, porque no le han votado a Ansola y que es una miseria de 15 votos sin derecho alguno. 

Ha sido como la votación de Pradales en Santurtzi, nada menos que en Santurtzi, donde nació David Salinas-Armendariz. Un Lehendakari no puede ni debe votar en unas elecciones internas entre afiliados y menos jactarse de ello. Es una falta de consideración jelkide y política que asusta en este nuevo Lehendakari. Me lo han comentado varios con el añadido de que si sigue así, este hombre cosechará desafección y se va a quedar pegado al discurso de la actual “cuadrilla“ dirigente. 

Ante la pregunta del obsequioso Iñaki González sobre el proceso interno, Ansola dice que eso está muy bien pero que no todos los partidos pueden decir lo mismo. No sé a quién se refiere  este señor tan indocumentado pues tanto Sumar, ERC, Junts, como el PSOE tienen sus Primarias, con debate, voto telemático y más de dos candidaturas. ¿Por qué miente Ansola?

Y para completar su reflexión para  ingenuos y crédulos de garrafa dice que el PNV no es un partido presidencialista cuando Ortuzar lleva doce años, y ahora, con chulería y como en una película de Hitchcock, quiere mantener el suspense hasta el 21 de enero como si de él dependiera su reelección. Es increíble la utilización de la mentira como algo normal en una relación política. 

González insiste y le pregunta por “esa sensación de ruido interno que se ha proyectado durante el proceso de designación” sin darse cuenta de que no ha utilizado la palabra elección sino designación. En esto, como antes se ha mencionado, acierta el subconsciente del director de DEIA porque, en realidad, así ha sido en el caso de Ansola: Designado a dedo por Ortuzar, Aurrekoetxea e Itxaso Atutxa. Y lo más chusco en un periódico democrático es decir que una elección interna produce “ruido” cuando la Comisión de Garantías y Control (presidida por la hermana de la presidenta del BBB, Amaia Atutxa) le ha hecho la vida imposible a David Salinas-Armendariz, amenaza con Tribunales internos y colgada chulesca del teléfono incluidas (al más puro estilo Ortuzar en Sukarrieta). Ansola dice que ese “ruido” se ha creado artificialmente para intentar debilitar al PNV. Y lo dice sin decir de qué manera, cómo, por quién, y en qué lo ha debilitado. 

Pero lo indignante de la entrevista-masaje de Iñaki González es cuando Ansola dice que ”ha actuado escrupulosamente trabajando desde dentro de casa”. González no le ha preguntado por su jefe de campaña, Unai Andraka, que le decía desde la tercera planta de Sabin Etxea a qué Batzokis había de ir, hurtaba toda información a Salinas, aparecía en la mesa de las charlas con Ansola, convocaba a los presidentes de las Juntas Municipales y, encima, tras la charla llena de tópicos, sin proponer nada serio y llenas de  inconcreciones, servían a la audiencia unos pintxos que pagaba la Junta Municipal de turno mientras que a David Salinas-Armendariz ni le recibían como Junta Municipal, ni  le facilitaban ninguna información sobre las Asambleas…  Que a día de hoy no se les haya facilitado las  Actas a quienes las han solicitado formalmente, nos ilustra de la corrupción de este sistema y de la placidez cómplice de una prensa  sorda y muda. Ansola ha ganado, sí, pero subido en el Batmóvil del  anterior BBB. 

Dice Ansola que siempre ha pensado que las cosas de casa se quedan en casa. La vieja frase de los trapos sucios se lavan en casa. En primer lugar ¿De qué ropa sucia se trata? Y, en segundo lugar, ¿Habla de la que no conviene que huela porque “canta” de lejos a endogamia, amiguismo, nepotismo, o de las actuales corruptelas de esas que es mejor que no se entere la afiliación a la que no se le da una simple lavadora para que pueda lavarlas?

El colmo de la desfachatez es cuando Ansola dice sin ponerse rojo que no ha utilizado “ningún medio de comunicación, ni redes sociales para hacer campaña hacia el exterior; no creo  que era necesario ni respetuoso  con los cauces internos”. Tal cual… Ahora, porque no sabemos leer y somos tontos de baba, no nos hemos percatado que no ha utilizado ningún medio de comunicación (salvo el que le realiza la entrevista y ayer le saca en portada a cinco columnas). Hay que tener jeta pero, es lo que dice el entrevistado. El entrevistador quizá no haya reparado en que el medio que dirige lo pueden leer -potencialmente- tanto quiénes han votado a Ansola, quiénes han votado a David Salinas-Armendariz, y quienes (un nada despreciable 85% de la afiliación del PNV en Bizkaia) han optado por quedarse en casa.

Por lo tanto, no es verdad lo que expone Iñigo Ansola: Ha utilizado recurrentemente DEIA, el circuito interno del Partido, ETB, y todo el apoyo del aparato evidenciado en los arrumakos de Itxaso Atutxa quien, con esa exquisita neutralidad tan suya, no paraba de abrazarle y hacer ojitos en la Asamblea Territorial de Bizkaia a su querido candidato ganador, sin haberse dirigido para nada A David Salinas-Armendariz. ¡Que  todavía hay clases, señores¡ 

Para finalizar, dice Ansola que “el debate es enriquecedor” ¿Qué debate? ¿El que solicitó David Salinas-Armendariz y la Comisión presidida por la hermana de Itxaso Atutxa, de una forma del todo arbitraria, no “autorizó”? Fue público que Salinas solicitaba dicho debate como queda claro que Ansola no quiso realizarlo. ¿Algo lo impedía? NO. ¿Iba en contra de la Reglamentación electoral interna de EAJ-PNV? Tampoco. ¿Se vería Ansola en inferioridad de condiciones? Probablemente. Con todo, ¿Por qué renunciar, según él, a algo tan “enriquecedor? Algo no acaba de encajar.

Y, como en la Venezuela de Maduro, las Actas siguen sin aparecer por lo que no se sabe qué numeral de las pocas afiliadas y afiliados que participaron en el proceso de elección (que no proceso de designación) depositaron su confianza en Salinas o en Ansola. O, en el caso alavés, en Gorka Urtaran o en Jone Berriozabal.