AITOR ELORZA: ¿SE HUNDE SOLO O EN COMPAÑÍA DE SU CUADRILLA?

Hay noticias que no aparecen en el Grupo Vocento y menos en el Grupo Noticias. Fue lo que vivimos el  pasado lunes. ElDiario.es lo destacó y, aunque Vocento y el Grupo Noticias intentan silenciar informaciones que afectan el falso discurso ético de Pradales y de Ortuzar, circuló como la pólvora, (sobre todo por los despachos jelkides) la noticia de cómo el entorno de Egibar se beneficia, se ha beneficiado, y quieren seguir beneficiándose de su acceso a ayuntamientos e instituciones dominadas por la gran Famiglia: Los Corleone en su versión de aficionados. 

Me llamó Junkal, mi amiga hondarribitarra, a cuenta de las novedades conocidas en relación a Aitor Elorza y el conglomerado de empresas que dirige: Montai Produkzioak, Estali La Karpa, Denok Zuzeneko Komunikazioa, Kultur Kirol Zerbitzuak… Cuatro montajes en uno. Cuatro CIFs distintos y un solo montaje: Montai. Hondarribia es un polvorín.

Como es comprensible, yo no tengo los datos que expongo, pero ella sí. Y está tan indignada, que me ha pedido encarecidamente denuncie esta inmundicia, ya que la Oposición parlamentaria sigue de vacaciones. 

Me cuenta que este tema lleva coleando en el Ayuntamiento de Hondarribia más de seis años, desde que la interventora municipal decidió poner pie en pared ante los abusos que cometía el alcalde Txomin Sagarzazu (ya desde el 2011) en la contratación de todo tipo de servicios con los montajes de Aitor Elorza, siempre dispuesto a prestar sus servicios bajo las módicas condiciones de un contrato menor, un contrato a dedo. Flexibilidad total, para gusto y satisfacción del cliente. Es lo que conocemos como “contratos calzador”.

Montai accedía a contratos directos sin concurso, y en cuanto se llegaba al tope legal de los 15.000 euros, procedía a presentar el CIF de otra empresa para seguir facturando al Ayuntamiento, creyendo que así burlaba lo estipulado en la Ley de Contratos. Se estima que entre el 2010 y el 2020 con Alcaldía del PNV, las empresas de Aitor Elorza han podido facturar más de 2,5 millones de euros, gestionando de forma privada y en régimen de monopolio las actividades culturales, sociales y deportivas de la localidad, con 187 adjudicaciones a dedo. Es lo que el “Gurú de Ataun”, Xabier Barandiaran, califica como “colaboración público-privada” y el común de los ciudadanos, lo traduce como corrupción en toda regla. 

Hondarribia es un polvorín. Aquí vive la diputada general, Eider Mendoza, azpeitiarra como Aitor Elorza y cuadrillero-colegui-amiguito del alma de redes ocultas de las luchas intestinas del Partido.  

En Hondarribia casó Markel Olano, según me dice Junkal, que pasea por la Marina cuál Marqués de Arresebeitia, y responsable también de múltiples contrataciones con los montajes de Aitor Elorza en sus tres mandatos al cargo de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Los montajes de Aitor Elorza, no son obra y servicio que responden a criterios de profesionalidad, calidad, innovación… y todo tipo de palabros a los que recurren Eider Mendoza y Markel Olano. Son la consecuencia de montajes elaborados a la sombra del Paseo de los Pinos, sede del GBB, donde la hermana de Aitor, Idoia Elorza, burukide con décadas a sus espaldas, ejerce de gobernanta y administradora. ¿Ven la conexión mafiosa?

Aitor Elorza pasa muchas horas en el Barrio del Antiguo, si no está en el Batzoki, está arriba, en las oficinas. Le suele acompañar su cuñado Jaime Peon (casado con Idoia),  botillero de Joseba Egibar en el Club cicloturista de Udalbiltza, y hermano de Olatz Peon, ex alcaldesa de Tolosa y ahora burukide del GBB y parlamentaria vasca por EAJ-PNV. La Famiglia en estado puro… Todo queda en casa. El tal Peon está ahora en la Asamblea Nacional del Partido. 

Las novedades provienen de un juicio celebrado en las últimas semanas a causa del pleito laboral auspiciado por una trabajadora de Montai, familiar directa del Concejal de Cultura del PNV, Juan Luis Silanes, “Kalixa”, que ha sostenido que los cambios que se producían en su contratación eran simplemente “un truco para eludir la legalidad”. Al concejal, ahora también procurador en las Juntas Generales de Gipuzkoa por el PNV, le ha podido más el lazo familiar con su prima, y ha corroborado las tesis de la exempleada de Montai, emitiendo, incluso un certificado con membrete municipal, en el que reconoce las irregularidades que él mismo promovió, ocultando que la beneficiada era prima suya, y que en los períodos inter contractuales pasaba a ser empleada de otras mercantiles del ámbito del PNV, ajenas a Aitor Elorza.  

Se da la circunstancia de que mientras este festín de contrataciones a dedo, ¡187! se producía en el Ayuntamiento de Hondarribia, a propuesta de Juan Luis Silanes y con el refrendo del alcalde Txomin Sagarzazu, la interventora se desvivía emitiendo informes de reparo, que ignoraban los ediles haciendo la vista gorda, mientras que el alcalde estampaba su ilustrada firma para levantar dichos informes y ordenar los pagos a dedo, en la localidad fronteriza, comenzaba a expandirse la onda Abotsanitz, en abierta beligerancia con el PNV, y con el modelo de montajes Elorza que, lejos de amedrentarse, presentó una querella por injurias y calumnias contra los integrantes de esta agrupación que terminaría desbancando a los jeltzales (ensucian el nombre) de la alcaldía hondarribitarra.  

Los montajes de Montai, definida por Aitor Elorza, en una entrevista al Diario Vasco, como una empresa familiar modélica pasarán a los libros de economía empresarial: cuatro empresas, dos sin ningún trabajador, cientos de contratos a dedo, cuatro CIFs de quita y pon… Empresa familiar: la mujer de Aitor Elorza, María Jesús Zelaia Egiguren es la apoderada de la empresa, y Amaiur Elorza Zelaia, el administrador único. La señora de Elorza forma parte también del núcleo duro del egibarrismo del batzoki del Antiguo, ha sido concejal del Ayuntamiento de Donostia, se presentó a la alcaldía de Zizurkil con severa derrota (5, Bildu, 3 PNV, 2 PSOE) y , ahora sigue instalada en el machito. 

Junkal me sigue dando datos todos fidedignos. Me esmero en ello y nadie me ha desmentido nada desde agosto. Me comenta Junkal que el cometa tiene más hilo que el hondarribitarra. Aitor Elorza ha estado incrustado durante más de veinte años en las redes clientelares de bomberos-jeltzales-unidos, sin rubor. Sindicato de apoyos mutuos. Aitor Elorza salió en defensa de los chicos del Txitxo alavés, incluso durante el propio juicio. ¡Es el Partido… Nos atacan… Unidos como una piña…!

Iñigo Urkullu conoció una dura interpelación sobre las contrataciones a gogó de distintos departamentos del Gobierno Vasco en el Parlamento a principios del 2020. Presentó una auditoría que asumía “algún error técnico” suscrita por Javier Losa, director de la Oficina de Control Económico, ex miembro del Araba Buru Batzar.  

El fantasma de Txitxo y sus chicos planeó por la Cámara. El portavoz Josu Erkoreka manifestó que “el informe no registra prácticas irregulares”, y en su estilo habitual, pontificó que “solo se encontraron algunos errores técnicos de carácter procedimental y administrativo, incidencias en la praxis contractual que aparecen con frecuencia y sin que tengan consecuencias de ningún tipo”. Se trataba de un monopolio al que se le adjudicaban todo tipo de servicios sin concurso, a dedo, por contrato menor, acumulándose contratos uno detrás de otro, repartidos entre cuatro montajes fantasma.  

La consigna era clara: “entre bomberos no pisarse la manguera”. La experiencia de Txitxo, abrazo de Joseba Egibar en el Parlamento para decirle que era de los suyos incluido, estaba todavía en la mente y en el subconsciente de Ortuzar y Aurrekoetxea. Aintzane Ezenarro, Directora de Gogora, y sorprendentemente una de las principales adjudicadoras de servicios a los montajes de Aitor Elorza, fue arrollada por el vendaval de las carpas itinerantes.  

La Lehendakaritza de Iñigo Urkullu no estaba libre de pecado: sus servicios generales acostumbraban a contratar servicios de Montai, tanto en Ajuria-Enea, como en actos que se organizaban en distintas ubicaciones. Una cortina de humo y a vivir de discursos llenos de ética y de competitividad. Como el de Pradales.

Lo curioso del caso es que siguen en las mismas. Piel de elefante. Los alcaldes de EH-Bildu tienen las cuentas de las legislaturas anteriores auditadas. Los concejales de EH-Bildu con alcaldía del PNV, sacan fotos a las furgonetas de Montai que siguen cargando y descargando en sus municipios. La vida sigue… La empleada de Montai de Hondarribia pasará a ser personal laboral fijo del Ayuntamiento, al concejal Juan Luis Silanes ya lo han ascendido a juntero, por “méritos en su gestión”, las familias Elorza-Zelaia-Peon, siguen en su doble función: negocios de noche, control del partido de día. Al observador crítico le  brota la pregunta: Aitor Elorza ¿se hunde solo? o ¿en compañía de su cuadrilla?. 

Que Aitor Elorza haya “cantado” ante el juez en el procedimiento que se sigue, que le hayan temblado las piernas, admitiendo ex profeso “que Hondarribia burló la ley para adjudicarle contratos públicos a dedo”, resulta significativo. Primero, porque señala con el dedo al alcalde del PNV (chivato, acusica) y segundo porque admite que él,  Aitor Elorza, era quien llevaba doce años haciendo negocios en la ilegalidad. 

En una democracia sana, esta cloaca, debería propiciar una Comisión de Investigación apoyada por el propio PNV, incluso suscitada por el Partido. Si no lo hacen este será uno de los casos que mancharán la imagen del PNV y Ortuzar seguirá diciendo que los enemigos no están fuera, sino dentro. 

Todo muy asqueroso.  Y nos falta ALAIKI. Llegará una campaña electoral dónde un burukide Nacional y un par de Territoriales sean blanco de razonadas acusaciones. El jaleo es que, sabiendo estos tejemanejes, lleguen a ser burukides de EAJ, sin saber si el objetivo es, meramente, el del lucro personal, pasando olímpicamente de la imagen pública del Partido Nacionalista Vasco.