LA DIFERENCIA SUSTANCIAL ENTRE ORIOL JUNQUERAS Y AITOR ESTEBAN

Antes que nada y cogiendo el hilo de la entrevista del pasado domingo en El Correo Español  a Joseba Díez Antxustegi, joven promesa a punto de malograrse, permítanme recordar que la vicepresidenta de Elkarkidetza es Amaia Aldasoro. Lleva veinte años con un nivel de sueldo estratosférico. Es la hermana de Aitor Aldasoro, Viceconsejero de Política lingüística  del Gobierno Vasco y prima de Xabier Iturbe, presidente de Kutxa. Una de las muchas familias entrelazadas que se convierten en Famiglia tipo Corleone. Una familia muy “Egibarrista”, y muy unida por el bolsillo que, como se sabe, une mucho. Casi como una alianza político-sindical. 

Y ahí está también la sonriente María Ubarretxena, Consejera de Gobernanza que es la presidenta de la EPSV de los funcionarios del Gobierno Vasco. ¿Por qué esta señora tan sabelotodo calla ahora siendo portavoz del Gobierno?. No lo dirá y sería bueno le preguntaran estas cosas periodistas y opositores. 

Dicho esto, estamos a punto de la “entronización”, tras un reducido 10% o menos de participación electoral en la Segunda Vuelta de Luis Aitor Esteban Bravo. Será el día 30 de marzo cuando sea proclamado urbi et orbi presidente del EBB en el Atano III de Donostia, ante la frialdad de una afiliación que no irá y de un grupo irreductible de los suyos que se despellejarán las manos en los aplausos. De hecho está costando (y mucho) llenar los autobuses. 

Seguramente, Esteban, llevará, de aquí a entonces, una semana preparando los abrazos de vaselina, los sinceros, los hipócritas y los innecesarios, que de todo hay. Y como las grandes Famiglias sicilianas, contará con el aplauso enfervorizado de esos suyos que ven en él la continuidad de una cadena herrumbrosa pero muy atractiva para su bienestar. También se verá  la notable ausencia del meollo de ese PNV de toda la vida muy identificable y tan maltratado. 

Igual hasta suelta una perorata, algo que no ha hecho en campaña, una campaña fantasma llevada a cabo  por Iturrate y Andraka, por Jone Berriozabal, Unai Hualde y el propio Ortuzar al retirarse. Pero por sobre todo por su cuñada Amaia Atutxa, presidenta de la Comisión de Garantías y Control o, más bien, de falta absoluta de Garantías así como de un gran Supercontrol irrespirable hacia lo que él considera “oposición crítica  e inadecuada”. Él es el ungido y no necesita medirse con nadie, algo que le va muy bien a su carácter autoritario y de gran prepotencia, incapaz de hablar con quién discrepa de él. De la tablas de la aritmética básica solo conoce dos: La de restar y la de dividir. Las de sumar y multiplicar no van con él. 

Ya estamos, pues, ante la gran diferencia entre Junqueras y Esteban. Oriol  Junqueras habla y pacta, se retiró tres meses antes del cargo de Secretario general para no influir en los resultados y hacer campaña como uno más y lograr la dirección optando como un afiliado de base para hacer campaña así como para presentar un programa. 

¿Programa Esteban? ¿Qué es eso? 

No nos olvidemos que a diferencia del manipulado proceso interno del PNV, en ERC  contendieron nada menos  que  tres candidatos  en absoluta igualdad de condiciones ganando Junqueras por poco. Siendo el voto ejercido de forma -también- telemática, y realizado el mismo día. En el PNV no hay voto telemático, no hay censo, no hay actas y se vota cuando le interesa al presidente de la Organización Municipal de turno adicta a Sabin Etxea y, para remate, no se envían los resultados a los presentes en las votaciones para que no se filtren, sino que se leen. Opacidad total 

Otro dato diferenciador -y eso es preciso recordarlo-  es que Junqueras estuvo encarcelado por el Procés cuatro años y Esteban salió aplaudido del hemiciclo del Congreso con todo el PSOE y Sumar puestos en pie. Como se ve, una pequeña gran diferencia, de compromiso político y de respeto a una sigla. Luego se asombran que las gentes del PNV se abstengan. 

Otra diferencia estriba en que en ERC se debaten los temas llegando, incluso, en un 90% a aprobar la ponencia estatutaria, que recupera la posibilidad  de crear corrientes internas, una figura cuya regulación se concretará en los próximos seis meses. También se establece la paridad como requisito obligatorio a la hora de componer la Ejecutiva de cualquier nivel.

Comparen ustedes esta riqueza en el debate con un PNV que solo tiene la corriente de los apesebrados, los aplaudidores, los palmeros y tiralevitas, la de los de la nómina y los del Partido del Negocio. En el PNV no hay debate sobre absolutamente nada y la única corriente que funciona es la del enchufe. 

Pero es que ni se convocan Asambleas. Ni se discute sobre nada. De la transparencia no voy a volver a hablar y de lo de la paridad, menos. Ya explicó Joseba Díez el domingo que no hay paridad porque la afiliación no quiere. En la vida he leído semejante trola y, curiosamente, de boca de una persona tan joven.

Aitor Esteban, con 62 años, los mismos que el excluido Urkullu por tener 62 años, es del núcleo duro de los joubis hoy convertidos en euzkocayetanos del PNV…los millennians de la Generación. Se unen a los nacidos después de 1975. Su infancia coincidió con la transición  política española. Su juventud con el cénit de las políticas vascas del PNV. Gozaron de todas las oportunidades y se montaron en coche oficial cuando cumplieron 30 años… coche oficial del que no se bajan ni a tiros. Incluso cometen la impudicia de ir a los actos del Partido en su cochecito oficial. No guardan ni las formas. ¡Para qué!

Ni han opositado, ni concursado, ni se han sometido a más valoración que la de su carnet del PNV y de sus amistades del padrinazgo que los han colocado de altos cargos de designación, o de asesores, con la condición de alimentar una extensa red clientelar de adjudicaciones en puestos y en obra pública, concesiones, residencias de la tercera edad, con subvenciones al sector primario… Toda una vida colgados y colocados, conduce a una desideologización evidente donde solo prima el interés y la nómina. Es la ideología del poder. 

Y todo eso... toda esta cutrez que lleva al PNV a su pase a Tercera División, lo representa como nadie Luis Aitor Esteban Bravo y su amada esposa, Itxaso Atutxa. Entre los dos, no nos olvidemos, instalaron a dedo al inútil de Iturrate en el Palacio Euskalduna de Bilbao “porque tenía sensibilidad con la cultura” ¡No te jode! A mí también me gusta ver las estrellas y tengo “sensibilidad por el firmamento" y no por eso me harían director de la NASA. Todo un despropósito de manual, de esos de los que, aunque alguien se proponga hacer adrede algo tan mal, es imposible que le salga peor.

Y Esteban llevará a su amigo Andoni Busquet, el del negocio Alaiki, al EBB, junto con la prima de su mujer, Maitane Ipiñazar Atutxa. Quien espere algún tipo de cambio, que se compre las obras completas de Groucho Marx. 

Todo esto es la gran diferencia entre un partido histórico como ERC, con  Junqueras al frente, y la otro partido (aún más histórico como lo es el PNV), con Esteban Bravo al frente que llevará al Partido, paulatinamente y sin debate alguno,  al desistimiento y al desguace. 

Al tiempo.