ION MUÑOA, EL NUEVO RASPUTIN DE AJURIA ENEA

No es que el Lehendakari Iñigo Urkullu fuera, precisamente, un lince a la hora de rodearse de colaboradores ya que casi nadie entendió los fichajes de Jonan Fernández y de  Aintzane Ezenarro, salvo en la onda de que el cargo se lo debieran a él, típico acto de los inseguros. Habiendo en el PNV tanta gente  válida se apoyó en outsiders, aunque nadie ponía en duda su trayectoria. Hijo único de madre viuda, de familia abertzale, habiendo vivido y nacido en Alonsotegi (el pueblo de la bomba de la extrema derecha en el Bar Aldama), viviendo en Durango y casado con la hija de un gran futbolista, tuvo todas las coordenadas historias y abertzales en la cabeza, habiendo, además, militado desde muy joven en el PNV. 

No es el caso de Imanol Pradales, de familia castellana, con afiliación tardía, sin militancia alguna salvo el de remero y subido desde muy muy joven al coche oficial. Por eso cuando tu accedes a Ajuria Enea con tan ínfimo background tienes que hacer un doble esfuerzo para darte cuenta que tu representación de Lehendakari es algo casi religioso, cuando has tenido de precedentes a Agirre y Leizaola, y has de hacer un esfuerzo de conocimiento y empatía para estar a tono con lo que representas. No es el caso de Pradales. 

Digo esto porque a mí me decepcionó fuertemente el hecho de que falleciera  Miguel Arroyo hace un mes, con cien años, el último Gudari y no hiciera absolutamente nada. Ni esquela, ni llamada a la familia, ni una semblanza en un artículo, ni un detalle cuando Euzko Gudarostea para el nacionalismo vasco es algo sagrado. En su lugar se disfrazó absurdamente  en carnaval, que para eso sí tuvo tiempo, e hizo el gamba en Portu, cerca de la bodeguilla de su mecenas Aurrekoetxea, alias Tachenko. 

Aquel gesto me enajenó totalmente de sentir la menor emoción hacia él y desde el punto de vista del abertzalismo hacia un Lehendakari que ha de mantener unos mínimos y por eso le critico cuando veo que mete la pata de manera tan continua pensando que quitándose la corbata, una chorrada de sus asesores (18 nada menos), le va a acercar a la gente joven. Va de culo. 

Es público y notorio que Pradales ha hecho tabla rasa con todo lo anterior haciendo uso de ese adanismo de garrafa típico de los incultos de la política y ha fichado a uno de sus amigos para que lleve estas cosas. De hecho el viaje a los Estados Unidos, toda un dislate, vino marcado por su asesor, al que José Antonio del Moral describe así, tal y como dije ayer: 

“¿Qué pintaba el Lehendakari en Estados Unidos?. Solo cabe una respuesta, aunque un tanto rebuscada. Su agenda está muy marcada por Jon Muñoa, otro ex investigador de Deusto  que le acompañaba en el viaje y que es quien ha establecido una estrategia de marketing dirigida a la “diferenciación” respecto de otros políticos (y lehendakaris). ”Nuestra apuesta es a largo plazo, a diferencia de las  de otros”, decía Pradales en Washington DC.  

Así que mandarle a EE.UU, cuando ningún otro político del mundo va a visitar este país es una forma de marcar distancias, de presentar al Lehendakari como un estadista valiente que se atreve con cualquier reto, incluso con Trump. Esta teoría que me ha compartido un reconocido analista, es la única que he sido capaz de admitir como razonable. Aunque es rebuscada”. 

Pero como se da el dato de este nuevo Rasputin, Ion Muñoa en Ajuria Enea, por otra parte tan simplón como la mecánica de un sonajero, pregunté a mis amigos gipuzkoanos y me dieron información de  interés. 

Como primer dato me mandan el título de la tesis que presentó: ”La política de comunicación de las instituciones públicas como elemento transformador de la realidad de la construcción social”. Anda ya!!! 

Pues de comunicación Pradales fatal. Comunica arrogancia, cuadrillismo, “sincorbatismo” heavy, y simplezas. Y ahora pasamos a detallar la semblanza sobre quien es nuestro nuevo Rasputín en la Corte del Zar de Mamariga.

Ion (sí, con I, como acostumbra reivindicar, fuera de toda norma), es hijo de la localidad de Zerain en los altos del Goierri gipuzkoano, donde tampoco gobierna el PNV y eso que era feudo de Doroteo Ziaurritz, presidente del EBB y alcalde de Tolosa, y ámbito querido de Karmele Goñi, datos sobre los que este Muñoa no tiene ni idea. 

Nacido en 1985 y Licenciado en Humanidades por la Universidad de Deusto, alumno de Pradales, se podría decir que es el último hijo académico de Xabier Barandiaran, el Gurú de Ataun, el mismo que ha logrado que el PNV pase de ser la fuerza mayoritaria en Ataun a  representar el equivalente a  la tercera parte de EH-Bildu, algo que no le impide engolar la voz y decir a los demás lo que hay que hacer. 

Xabier Barandiaran fue su director de tesis, en varias fases y con prórroga in extremis con los plazos ordinarios caducados. Fue durante años uno de los llamados “negros”, redactores de artículos y discursos del Gurú de Ataun y de María Eugenia Arrizabalaga, quienes necesitan apoyo externo para sus apariciones públicas de forma impresa. Fue recompensado con un nombramiento en el Gabinete de la Diputación Foral de Gipuzkoa, primero con el incompetente Markel Olano, y luego con Eider Mendoza, que le nombró Jefe de Estrategia. ¿Estrategia? Ya la hemos visto en el viaje a USA.

Ion Muñoa terminó mal en el Equipo foral y en sus relaciones con los mandamases del GBB. Y ante esa situación fue rescatado por Imanol Pradales para sustituir a Jonan Fernández de Viceconsejero en Lehendakaritza o más más bien como todo un Rasputín, donde pulula más perdido que un pulpo en garaje, a pesar de cambiar su residencia y fijarla en Zumaia, donde son bastante pulpos los naturales de la villa que saben desde niños como aferrarse a las rocas del Golfo de Bizkaia. 

Del PNV solo conoce su historia por lecturas no porque haya hablado nunca con ningún histórico, que sería lo procedente, pero igual es porque no pisa los pocos batzokis que quedan abiertos en su entorno. 

El grupo lobby de sociología de la Uni de Deusto no da para mucho más, aunque ahora mande mucho pero nada  bien. Mírese en la lista de altos cargos del Gobierno comenzando por Pradales, siguiendo por el Consejero mediopensionista de Industria…Y, sobre todo, mírense con lupa a las y los parlamentarios del PNV encabezados por el Gurú de Ataun. Y es que dónde no hay mata, no hay patata. 

En resumen. El glorioso y vanidoso viaje a USA, la insensibilidad ante los Gudaris, las chorradas de la corbata… son propios de esta factoría. Entre Imanol Pradales y su estratega, solo queda decir la famosa expresión "¡Que Dios nos pille confesados!".