MARCO BRUTO Y CAYO CASIO ESTUVIERON EN DURANGO EN EL HOMENAJE AL LEHENDAKARI URKULLU

Observen la foto: Andoni Ortuzar apretuja a Urkullu, pero éste no abraza a Ortuzar. De esto va el título. Como no tenemos la foto de Judas abrazando a Jesucristo, pues ponemos ésta. 

De muy crío, a veces solía ir con mi tío Andrés a las Misas de doce en San Antón donde oficiaba un cura gigantesco llamado Don Claudio Gallastegi. Era una misa militante y un acto abertzale el hecho de ir a una Misa que se llenaba hasta los topes, hasta con gente fuera. Eran los tiempos en que a los curas beligerantes les ponían multas. Uno comenzó así su sermón dominical: ”Carísimos hermanos. Digo lo de carísimos hermanos porque la última homilía me ha costado quince mil pesetas de multa”. 

El caso  es que pasó el tiempo y a Don Claudio, cuando se jubiló, se le organizó un homenaje promovido por los  parroquianos y amistades, que tenía muchas y en todas partes. Era un cura que ahora llamarían “transversal”. Previamente  le hicieron una entrevista y le preguntaron por el homenaje que le iban a hacer. Y Don Claudio que era un casta le dijo al periodista: ”Estos homenajes son funerales en vida”. Otro casta era Urtain  al que un periodista le pidió excusas por una información que había dado contra él y el boxeador le dijo: ”Esas disculpas son como echarle colonia a la mierda”. 

Me vinieron al recuerdo Don Claudio y Urtain observando el tenso homenaje que le hicieron en su Organización  Municipal, la de Durango, donde está afiliado el Lehendakari Urkullu. Fue el pasado viernes en el Convento de San Agustín. La semana anterior le habían regalado un retoño del Árbol de Gernika que plantó en Alonsotegi. Y, y a finales de enero, en el Teatro Arriaga de Bilbao, en el acto de entrega de Premios anuales de la Fundación Sabino Arana, se podía cortar el aire entre Mireia Zarate y Andoni Ortuzar al final de la velada cuando le entregaron el mismo Premio que no aceptó Arzalluz. Parecía un funeral en vida más que otra cosa y no porque la idea no fuera buena sino, como en Durango, por las ausencias habidas, entre otras las de Egibar, Euge, Markel Olano, Joseba Aurrekoetxea y todos los que tuvieron relación con Urkullu. Las ausencias de Nekane Murga y Ángel Toña estaban justificadas por los ceses que sufrieron. Si fueron todos sus exconsejeros, no sus ex parlamentarios ni sus ex burukides, que ya no existen, ni cuentan para nada. Los ex consejeros, ante tanto homenaje  contratan una furgoneta y van todos juntos cantando el “Resistiré” del otro Dúo Dinámico. 

Desde luego no fue Imanol Pradales, excusado por su viaje a Estados Unidos aunque, curiosamente, sí estuvo Elixabete Etxanobe que también había estado en el mismo viaje a USA. Pero el sucesor de la obra de su antecesor seguramente no estaría muy cómodo pasando de ir descorbatado por la V Avenida al lado de su almidonado ministro de Asuntos Exteriores, Ander Caballero, a tener que estar con el encorbatado Lehendakari Urkullu y su grueso nudo de corbata Windsor. Y no fue. Nadie le echó en falta. 

Sí se le vio al ex presidente cántabro Miguel Ángel Revilla, que tiene querencia por Bilbao ya que estudió en Sarriko. Aunque no las hizo con el Lehendakari Ibarrtexe, sí hizo buenas migas con Urkullu y eso fue bueno para Cantabria y para la CAV.

Igual es mejor tener una buena relación vecinal con Santander que lograr tenerla con el ayudante del tercer secretario de la secretaria de la amiga de un vecino de Trump en Miami  que es, al parecer, el diseño amistoso que buscan Pradales y Caballero. 

También andaban por allí Ortuzar y Esteban en plan Dúo Dinámico (más bien Pimpinela), aunque Esteban  llegó con la pariente de su mujer, Maitane Ipiñazar, a quien él ha elevado nepóticamente al EBB.

Todo eran sonrisas y palmadas en las imágenes más falsas e hipócritas que uno pueda ver en ETB porque la relación Andoni-Aitor echa chispas  y entre los dos y Urkullu es inexistente. Dicen que la hipocresía es el homenaje falso que el vicio hace a la virtud. Puro humo evanescente. Seguramente este año les darán los premios Max que son los galardones a las artes escénicas. Pose y postureo…Puro teatro, pero del malo. 

Y al verles a los dos me acordé de  Marco Bruto y Cayo Casio cuando entrando Julio César al Senado, los dos, junto a otros senadores le dieron 23 puñaladas a César y antes de morir y mirando a Brutus le dijo aquello tan famoso  de: ”Incluso tú, hijo mío!”. En este caso no serían hijos sino casi tirando a aitites (alguno ya lo es) pues los tres, jobubis, Urkullu, Ortuzar y Esteban tienen 62 años, para 63 en breve. 

Y es que esa (la de la edad) fue la argumentación de Ortuzar y Esteban para apuñalar a Urkullu,  Y éstos fueron sus puñales argumentales: 

“CAMBIO DE CICLO, REJUVENECER LA DIRECCIÓN”. 

Ni cambio de ciclo ni gaitas, ni rejuvenecer ni nada de nada porque, si por eso se entiende pasar de uno de 62 a otro de 62, pese a que el sesentón de Sanfuentes pretendía renovar tras doce largos años en el trono pontificio. Pero cometió la percebada de decir que se lo iba a pensar y entre Itxaso y Esteban, tan acostumbrados a las traiciones, le traicionaron como Bruto a su mentor. Aquí no se andan con chuiquitas. Quien resbala, pierde. 

Y éste ha sido el reconocimiento de una Euzkadi sin gipuzkoanos, alaveses, navarros, de Iparralde, ni de la diáspora. Altos cargos exclusivos arropando a un ex Lehendakari. ¿Tiene  cara de depre?. Un poco sí. 

Reconozco que hubiera estado a gusto en ese homenaje porque Urkullu lo merece aunque no haya tenido coraje de enfrentarse a tanta porquería interna. Lo hizo bien con Txitxo, junto con Xabier Agirre, nada bien con Aitor Elorza y su cuadrilla Corleone, ni con Busquet y Gotzon Bilbao, yendo ahora Busquet al EBB y él callado. Y le ha faltado coraje para decir que en este EBB no hay paridad, que las elecciones no han sido limpias, que no hay ni censo, ni actas, y que el sistema electoral es propio de la Nicaragua de Ortega con una Comisión sin Garantías y con mucho Control, eso sí, presidida por la parcial cuñada de Esteban. Y de esos barros, estos lodos. 

Tampoco me ha gustado que dijera que tras la próxima  asunción a los cielos de Aitor Esteban, el próximo 30 de marzo en el frontón Atano III, todos a remar a una, como dijo en su día Pradales desde su trainera monitoreada desde la bodeguilla de Portu por Aurrekoetxea. 

Eso está bien  para Pradales (que en Santurtzi votó por Ansola, no conociendo el ABC de lo que ha de hacer un Lehendakari de todos) pero no para Urkullu, que ha sido burukide, presidente del BBB, presidente del EBB y Lehendakari. Tiene un recorrido y una obligación política y moral de la que carece Pradales, para lograr que su voz no sea una voz tópica más, sino la poderosa voz de alguien preocupado por la deriva de un Partido que él mismo ha liderado. 

Estuvo bien cuando se mostró orgulloso de haber trabajado por “la cohesión social desde un nacionalismo cosmopolita, solidario y abierto”. Es un buen resumen, que corre el riesgo de irse por el sumidero con lo que estamos viendo. Y él ha de reaccionar si no quiere quedarse como Don Claudio, recibiendo y presidiendo funerales en vida mientras otros echan colonia a la mierda. 

Y es que es muy grave que Aitor Esteban vaya a ser presidente del EBB con menos del 10% de participación, sin debate y sin programa, con su mujer e Iturrate haciéndole la campaña, con su cuñada, DEIA y Miriam Vázquez manipulando la  realidad, con ETB a su servicio y despreciando a los afiliados que presentaban una alternativa diferente. Ésos otros candidatos, al parecer, no eran afiliados ni existían. El colmo de la inhumanidad y de la insolidaridad. 

Aitor Esteban, que allí estaba entre el público, no va a ser un presidente de unidad porque no es persona que se caracterice por superar heridas, ni de buscar consensos sino, conocido su carácter colérico y malas pulgas, de tipo arrogante, son características que no anuncian lo mejor para un PNV necesitado de un liderazgo sereno y encorbatado como el de Urkullu que, con todos sus defectos pero también sus virtudes, nadie podrá poner en cuestión su amor al Partido ni su dedicación a él. 

Y lo digo (y termino) porque no me gusta verle recibiendo homenajes como funerales en vida. Me gustaría ver al Lehendakari Urkullu en clave de acción positiva, aunque sea silenciosa, y de crítica argumentada, así como de engrasador de situaciones desde su oficina de Bilbao. Decía Bismark aquello de que es mejor no saber cómo se hacen las leyes y las salchichas. Deberíamos no saber con quién se reúne Urkullu, pero que se reúna, y que su mediación sirva y sea tan buena como las salchichas de los Thate.