LA AGENDA DE TAPAS ROJAS (Por Cáustico)

 

Las, los y les bilbaínos de hoy somos testigos privilegiados de una época histórica. Todo va tan bien, que es difícil mejorarlo, pero ahí está nuestro alcalde para conseguirlo. 

Vayan unos ejemplos del éxtasis alcanzado: 

El listado que evalúa la felicidad de las ciudades de todo el Mundo, el Happy City Index, elaborado por el Institute for Quality of Life y el Happy City Hub de Londres, sitúa a Bilbao como la primera ciudad del Estado español en el ranking de felicidad del año 2023. En el ranking mundial se coloca en el puesto 69 entre las 200 ciudades más felices del mundo. 

A ver quién lo supera, pero los malos con trastorno límite de la personalidad nos preguntamos:¿Tendrá ello algo que ver con el hecho de que la presencia de speed en las aguas residuales vascas es 30 veces mayor que en el resto de las Comunidades Autónomas? ¿O con que disfrutemos de la sexta posición en el Estado en número de bares por habitante, o que el 25% de las instalaciones de servicios sean de hostelería? Pura coincidencia, ¿No?

Pero como nunca se hace nada al gusto de todos, la delincuencia es el principal problema de la Villa para el 28,6% de la población (sector blandito), seguido de lejos por la economía (10,6%). La sensación empeora en todos los Distritos. Puede que a los no preocupados por la seguridad no les hayan robado aún el móvil o tirado a su amama al suelo, pero nunca es tarde. 

En Bilbao, el número de policías municipales no llega a los 800, incluidos mandos, personal administrativo, etc… que no parece mucho para un número cada vez más inconcreto de habitantes. Y, desde el siglo pasado, sigue abierto el asunto de las patrullas a pie por los barrios, se llame Policía de Proximidad, Policía Vecinal, o Policía de Cercanía. Quizás este tema no esté muy bien organizado, con perdón de la incompetente Señora Arregui, una de las personas más felices del Botxo, a tenor de su eterna sonrisa y que siempre ha sido muy, muy apreciada entre sus subordinados. Yo diría que apreciadísima. Tanto o más que por la Ciudadanía. Para entendernos, si esta Señora concurriese en listas abiertas, la ganaría hasta el tercer suplente de la papeleta electoral.

Pero, a pesar de estas pequeñas incomodidades,  plenamente asumibles,  hay que reconocer la labor heroica del Señor Aburto, tanto construyendo paseos, pasarelas de madera y carriles bici, como talando árboles en la Avenida del Lehendakari Aguirre,  que estaban malitos y podrían caerse sobre indefensos ciudadanos. Pero justo es reconocer y recordar que, a cambio de la desforestación por el bien de los bilbaíno  nos ha construido un exuberante bosquete en el Parque de Etxebarria junto a un lago idílico en el que remojan sus pies los alegres jóvenes noruegos. Por no mencionar los arbolitos tan monos del Boulevard de Rodríguez Arias que exhibirán la majestuosidad de su follaje a la par de que se inaugure la estación del TAV con trenes y todo. 

Digamos que gobernar una ciudad es muy difícil, aunque la inexistencia de Oposición algo ayuda. Pero ¿Cuál es el secreto de gure Alkate? 

Dentro de su cuasi perfección tiene tres grandes puntos flacos como son no saber andar en bici sin caerse, empeñarse en bailar una especie de Aurresku con su problema de cadera, y cabrearse mogollón con las críticas (no como su colega Eneko de Donostia que directamente pasa de ellas, tal y como reconocen sus sufridos gobernados). 

En cambio el Señor Aburto escucha y no sólo escucha “activamente” sino que, cada cuatro años, apunta. Me explico: En sus campañas electorales recorre toda la Villa con una agenda roja con tapas de polipiel en la que escribe los deseos que le transmiten los ciudadanos. Puedes pedir lo que quieras que luego las cosas tienen sus derroteros. Por ejemplo en el llamado “Edificio del Obispado” en Barrainkua los egoístas vecinos querían una zona verde (unos días antes de las últimas elecciones el alcalde les dijo que le daría cariño al asunto). Pues en su lugar, después de dichas elecciones, claro, quitaron las palmeras gigantes pero han dejado un bonito solar para disfrute de los insectos, porque el constructor quebró. 

Yo estaba preocupado porque, últimamente, no le veía con la susodicha agenda roja hasta que el, otro día, fue recibido por el Lehendakari Pradales en Ajuria Enea junto con el Señor Eneko Goia y la alcaldesa de Gasteiz,  aider Etxebarría, y puso la libreta de tapas rojas de polipiel encima de la mesa. El único, porque normalmente en esas recepciones no hay que apuntar nada sino afirmar con la cabeza todo el rato. Y ahí tuve un flashback (hay que meter anglicismos) pensando en los generales que rodean a Kim Jong Un cuando va a tirar un misil o inaugurar cualquier sinsorgada.

Detrás del amado líder caminan respetuosamente un montón de militares con su libreta apuntando cualquier idea, sugerencia u orden del líder. Pero ni el Lehendakari tiene nada que ver con el coreano fláccido, ni el Señor Aburto es militar, gracias a Dios.  

Estemos, pues, eternamente agradecidos al faro y guía del Bilbao trascendente, referente mundial, sede natural de eventos, rodajes de pelis/series de TV, y destino del ocio internacional… Debemos agradecerlo a quien tuvo la habilidad de hacerlo todo bien y sin falsas modestias. Y debemos agradecerlo, no vaya a ser que sus hijos vean una sola crítica y, sin querer, les podamos crear un trauma.

Al fin y al cabo, nosotras, nosotros y nosotres sólo disfrutamos alegremente de lo que nos sido dado. Sobre todo, si vivimos en zonas de especial interés turísticos, ya que en los barrios sositos bastante tienen con que les recojan la basura y salga agua del grifo.